![]() |
2012 |
Ha amanecido como cualquier otro día, pero es Nochevieja, incluso antes de que amanezca. El sol brilla, deslumbra, acalora a Málaga mientras hacemos balance de lo bueno y malo, como cada año, mientras decidimos a quién vamos a felicitar, a quién no, y a quien deberíamos y nos lo pensaremos en el último minuto.
Mientras oigo a Mecano, "Un año más", me digo que Yo prefiero felicitar cada día del año, a veces ni siquiera con palabras, basta una mirada, un pensamiento, una sonrisa, compartir un momento, un llevar en el corazón, cientos, miles de recuerdos, todos esos que tengo contigo, por ejemplo.
Este día, más que ningún otro de los 364 restantes, (365 si es bisiesto, como el que llegará en unas horas), nos replanteamos muchas cosas, evaluamos muchas otras, reconocemos errores y focalizamos nuestra atención y nuestros deseos en todo lo que haremos y en lo que podemos o debemos mejorar. ¿En qué día del año se esfuma la intención incumplida? ¿Qué día decidimos que ya lo haremos el año siguiente? No sé, pero lo hacemos, difícilmente cambiamos, aunque intentarlo es lo importante, supongo. Algo ha de valer.
El otro día, digamos de esta semana de finales de Diciembre de 2011, leí un artículo escrito por Gabriel Rubio de la Asoc. de Psicología humanista, en un blog amigo. Hablaba de esos cambios que debemos proponernos en Año Nuevo. Algunos me dieron ganas de copiarlos, miento, muchos, de hacerlos míos y unirlos a mi propia lista, si la hiciera, de objetivos por cumplir. En realidad, sólo se trata de valentía, de hacer lo que queramos, sin hacer el mal a nadie, ni a nosotros mismos.
Es tiempo de soltar amarras, decía, dejar todo lo que te hace daño, de ser más fluido con la gente, contigo mismo. Es momento de dejar ir, de permitir que el viento te despeine y te sacuda; que se lleve el resentimiento, que perdones deudas y deudores... Ya te regañaste bastante. Fueron muchas las piedras que pusiste en tu camino; los puentes dinamitados...
Es hora, proseguía en otro párrafo, de levar anclas, de liberar cosas, de soltar gente, de soltar amarras.
De vez en cuando viene a bien tirar lo que ya no sirve. Perdonar.
Entre ser feliz y tener razón, elijo lo primero. Siempre lo primero.
![]() |
Llega el 2012 y se va el 2011 |
No me gusta dar consejos, sí escucharlos, valorarlos, comentarlos, reescribirlos, pero no me gusta dar. Eso no va a cambiar cuando me tome la última uva esta noche. Como tampoco van a cambiar muchas otras cosas, ¿cómo puede cambiar un segundo, una uva, tu vida? bueno, también un segundo lo hace, cualquier segundo, en cualquier momento del año, da igual el día, la semana, el mes, la hora..., pero es en el primer segundo del Año Nuevo el único en el que todos o la mayoría, creemos que ocurrirá el milagro, que todo cambiará, ¿y si cambia? ¿y si cambiamos? ¿y si... ? Y es ese "y si..." el que celebramos durante toda la noche, porque es durante esta madrugada mágica que empieza tras las uvas, cuando creemos que todo es posible si hemos pisado con el pie correcto, hemos oído nuestra canción favorita, hemos felicitado a todos los que queremos, hemos introducido una joya, garbanzos o lentejas en el champán, y hemos escrito una lista interminable de cosas que durante el minuto que duran las 12 campanadas, soñamos, nos ocurrirán.
![]() |
Típica lista de deseos de Año Nuevo |
En este año que comienza, (sigo leyendo el texto de Gabriel Rubio), quiero un corazón joven, que brinque de gusto con las chicharras que anuncian el día. Como cuando éramos niños, ¿te acuerdas?
Un alma capaz de asombrarse con el amarillo retador de las hojas de los girasoles, de ver en el cielo un milagro pintado de azul y no sólo un día más, llano y simple.
Tira la mochila en diciembre, que te está torciendo la espalda. Camina erguido en Enero, y a buen paso.
Tratar a la gente como me gustaría ser tratad@. Ser honest@.
Si algo nos debemos, te ofrezco un abrazo, te pido una disculpa. Yo ya me perdoné.
No sé qué pedí el año pasado, ni qué superstición cumplí, ni con qué pie entré, cómo iba vestida, o si hice una lista, no lo recuerdo, o lo confundo con cualquier año anterior, sí sé que el 2011, (año fatalista donde los haya, destructivo, deprimente, desolador, y con pequeñas cosas buenas también), ha sido un buen año para mí, (A Dios gracias, o la divina providencia, o al destino que me tocó), y que he disfrutado de muchas cosas, de mucha gente y de muchas sonrisas:
He viajado a Berlín, a Londres una vez más, a Edimburgo, me he recorrido el sur de Italia, he vuelto a Roma, he recorrido la Toscana, he vuelto al festival Eñe en Madrid, he visto a Glee en concierto, y a Roxette, y a Luz, he disfrutado de miles de sonrisas y besos a mansalva de mis sobrinos, he disfrutado de comidas, cenas, merendolas, excursiones, cotilleos, etc etc con mis amig@s, he afianzado relaciones y he dejado escapar alguna otra.
He publicado un libro con mis compañeros, he seguido enamorada de lo platónico y de quien no debo, (por costumbre, supongo), he acudido con ilusión a mis reuniones literarias, me han concedido mi cuarto premio literario y también el placer de ser la Secretaria de la nueva Asociación de Antiguos alumnos de mi colegio, he llorado de risa, he playeado, paseado, apenas me he resfriado, he cobrado cada mes, (aunque cada vez más impuntualmente), y mantengo el empleo, (cosa que escasea y que el 2012 espero que enmiende para todos los que lo perdieron o nunca lo tuvieron).
He vuelto a encontrarme con Andrés Neuman, se ha anunciado la vuelta de Mecano, tengo entradas para ver a Ana Torroja, y pude abrazar, (dos veces, a veces los sueños se cumplen), a una de las personas que más quiero y que no tengo ocasión de ver cuando me apetece. Les he dicho a mis amigas cuánto las quiero y tratado de aportar mi granito a su felicidad.
He conocido a gente fantástica gracias a este blog tan atípico como yo, y me he reunido con mis antiguos compañeros del Siurot. Cada día de este 2011 ha sido bonito para mí, gratificante, enriquecedor. Si dijera que no ha habido bajones de ánimo, quejas por el trabajo, momentos incomprensibles, desánimos amorosos, o ganas de mandarlo todo a la mierda, mentiría. También ha habido momentos, horas, días así. Y también te he echado de menos, como siempre, cada día.
El año, de enero a diciembre, se compone de cosas buenas, regulares, malas y muy malas, lo ideal es que haya salud física y mental pasa soportar todo lo que venga, se gane o se pierda, y tirar para adelante, siempre.
He publicado un libro con mis compañeros, he seguido enamorada de lo platónico y de quien no debo, (por costumbre, supongo), he acudido con ilusión a mis reuniones literarias, me han concedido mi cuarto premio literario y también el placer de ser la Secretaria de la nueva Asociación de Antiguos alumnos de mi colegio, he llorado de risa, he playeado, paseado, apenas me he resfriado, he cobrado cada mes, (aunque cada vez más impuntualmente), y mantengo el empleo, (cosa que escasea y que el 2012 espero que enmiende para todos los que lo perdieron o nunca lo tuvieron).
He vuelto a encontrarme con Andrés Neuman, se ha anunciado la vuelta de Mecano, tengo entradas para ver a Ana Torroja, y pude abrazar, (dos veces, a veces los sueños se cumplen), a una de las personas que más quiero y que no tengo ocasión de ver cuando me apetece. Les he dicho a mis amigas cuánto las quiero y tratado de aportar mi granito a su felicidad.
He conocido a gente fantástica gracias a este blog tan atípico como yo, y me he reunido con mis antiguos compañeros del Siurot. Cada día de este 2011 ha sido bonito para mí, gratificante, enriquecedor. Si dijera que no ha habido bajones de ánimo, quejas por el trabajo, momentos incomprensibles, desánimos amorosos, o ganas de mandarlo todo a la mierda, mentiría. También ha habido momentos, horas, días así. Y también te he echado de menos, como siempre, cada día.
El año, de enero a diciembre, se compone de cosas buenas, regulares, malas y muy malas, lo ideal es que haya salud física y mental pasa soportar todo lo que venga, se gane o se pierda, y tirar para adelante, siempre.
Por todo esto, lo que le pido al 2012 es SALUD. Con ella, todo lo demás, es posible.
Brindo por Tod@s ustedes, os doy las gracias por seguirme, acompañarme, visitarme, animarme, dejarme comentarios o no, y os deseo muchísima SALUD, para afrontar el 2012, con todo lo que traiga, que ojalá sea todo bueno.
Y no me olvides.
Y no me olvides.
FELIZ 2012.
Isa Merino González.
(Miembro de puntoyseguido)