lunes, 31 de diciembre de 2012

Cosas que dejé de contar en 2012 (Feliz 2013)


Hoy, que termina el año 2012 de nuestra era, quiero repasar algunas cosas que dejé de contar este año, y que habré de retomar el siguiente, con renovada ilusión y con suficiente distancia como para poder hablar de ellas tratando de evitar la espontaneidad de lo inmediato y/o el vicio de la divagación. O lo que viene a ser lo mismo, para conseguir perspectiva.

Este año, que ha dejado un poco de todo para cada uno de nosotros, según la circunstancia de cada cual, será recordado de una u otra manera como un año bisiesto de los malos. A mí no me gusta catalogar algo de manera absoluta. Huyo de términos como nunca, siempre, o belleza, pienso que las tres están sobrevaloradas o que no existen de manera absoluta. Y catalogar un  año completo, con sus 365 ó 366 días vividos, como malo o bueno, me parece generalizar de manera absoluta, y es que, oigan, a mí tampoco me gusta generalizar. 

Es que yo me he reído, sí, oiga, sí, y cada vez que me he reído, ha contado como algo positivo en mi vida, y eso no puedo ahogarlo en el pozo de la desesperación de un año catalogado como maldito. Y también he llorado, caballero, también, pero me enseñaron que los españoles somos unos luchadores y podemos con todo lo que nos echen y más, que somos de buena casta, de raza valentona, de los que se echan a la chepa los pesares y tiran p´alante. Y, que somos gente de fe, de esperanza, y solidarios, lo que viene siendo buenos hermanos. Y yo, hermanos, y amigos, tengo muchos, señora, así que este año, entre todos, hemos conseguido llevarlo, más mal que bien o más bien que mal, pero ya lo hemos liquidado. Sí, con rebajas, con liquidaciones, con ventas a precio de coste, margen de beneficio cero, primas de riesgo desorbitadas, o umbral de rentabilidad... ejem, ejem, ¿por qué las palabras que quieren resaltar un año como este se tornan de repente económicas? Soy Economista, de acuerdo, pero sólo cuando trabajo, ahora digamos, que estoy sentada en la silla del placer, (a ver, los que han leído Cincuenta Sombras de Grey, que escucho la sonrisilla socarrona, y no es de ese tipo de placer del que hablo, ¿es que hay más, oiga? Buuuf, la tira, si sabes sacarle partido a la vida, y disfrutar de las cosas), vamos, la silla en la que me siento a escribir. (No, no vibra ni nada de eso, es que a mí escribir me da eso: gustirrinín). 

Cosas que dejé de contar:

Que la familia aumentó, aunque no nacieron nuevos bebés. Pero lo fueron algún día. Cada una de las tres con una cualidad, un color de pelo, una estatura, un interés. La llamada de la sangre.  Revolución.

Que mis sobrinos crecen en altura, en vocabulario, y comienzan a perder dientes. Comienzan a despuntar personalidades que serán y que van siendo. Vigilo el proceso. Lo disfruto. Su inocencia me da vida. Nunca creí que aprendería tanto observando crecer a un niño. A cuatro niños. Mis cuatro cocos. 
Mis sobrinos

Que mis amig@s, convierten en especial cada día del año. Que me quieren. Que se dejan querer. Que están ahí siempre, en las buenas y en las malas. ¡Tan grandes!

Que me enamoré y desenamoré, y me volví a enamorar y a desenamorar, de tantas cosas, y lugares, y gentes, y pequeños detalles, que volvería a enamorarme y desenamorarme de ellos si el 2013 me da ocasión. 

Que mi grupo de escritura, puntoyseguido, me da tanta vida hoy como al principio, sino más, más aún, en cada reunión, en cada salida, en cada conversación, en cada mirada que nos dedicamos, a veces, sin palabras, aunque siempre estemos rodeados de ellas. Seguimos escribiendo. Con ilusión. 

puntoyseguido
(Seis de los Siete miembros)

Que dejé de escribir el blog tantos días y días entre entrada y entrada porque tuve días confusos laboralmente hablando que me dejaron extasiada y no quería contagiar a nadie con mi desgana. Y también, cómo no, por pereza, o por miedo, (siempre ahí latiendo, el tema de no querer defraudar). Ahora que os conozco, no quiero perderos, es así. El listón sube y tengo que estar a la altura, o no, ¿me lo permitís? Sólo pretendo entreteneros, entretenerme, crear un vínculo, desahogarnos, reírnos, servir de hombro, cuando no tenemos uno cerca. No sé, esas cosas. Y compartir. Eso siempre. 

Juntos podemos
Que viajé a Londres una vez más porque Londres es uno de mis pulmones externos, si no vuelvo a él una vez al año, me cuesta respirar y encarar los días sin contar los minutos en la esfera de mi Big Ben querido; que unos meses después me fui a Amsterdam y descubrí la ciudad de los canales y las bicicletas, y conocí a Ana Frank que ha hecho más internacional este blog, (gracias pretty Anna), y me senté a comer marisco a horas de desayuno en un pueblito llamado Volendam, y que el esplendor de la primavera lo viví en el mayor campo de tulipanes del mundo: Keukenhoff. Ni los colores del Arco Iris pueden competir en belleza con la exaltación de color que allí es posible disfrutar. 

Londres
Amsterdam
Keukenhof
(Holanda)


Volendam
(Holanda)

Que mi viaje de Agosto no lo conté completo, pues el Valle del Loira no se resume al par de entradas que hice en su día, sino que sigue con una tercera parte en la que he de hablar de los hermosos jardines de Villandry, o del castillo Ussé, que llaman el de La Bella Durmiente. No conté que volví a París, que me alojé en un hotel por los Campos Elíseos, y que el Arco del Triunfo casi podía verse desde mi ventana. Que subí a la Torre Eiffel por tercera o cuarta vez, pero de noche, a las en punto, cuando toda la torre se ilumina con miles de puntos de luz. Y que regresé a Versalles veinte años después de pisarlo por vez primera. Relucían aún más sus apliques dorados, sus jardines parecían haberse extendido kilómetros desde aquella vez. No llovía. El sol apretaba. Andaba buscando las pisadas del ayer. Encontré algunas. 

Villandry
(Valle del Loira- Francia)

Ussé
(Valle del Loira - Francia)
Jardines de Versalles

La Tour Eiffel
París
Que volví a Eurodisney por tercera vez. Estuve en el 10º aniversario, en el 15º y volví en el 20º. La ilusión la misma. Como la de una niña con zapatos nuevos, pero que sean los de Minnie, que siempre pisa sobre mundos mágicos, y vive allí donde la fantasía es la dueña del mundo. Me gusta vivir allí de vez en cuando. Cada cinco años. 

Eurodisney - 20 Aniversario
París

Que estuve en varios conciertos de Ana Torroja, en Granada, en Madrid, en Alhaurín, Antequera... y que ¡No me canso! (Gracias Ana, por todos tus abrazos, por las sonrisas, las dedicatorias...).
Que me escapé a Tarifa, como cada verano, a disfrutar de esas playas blancas, inmensas, bañadas por el Atlántico. 
Que perdí un vuelo a Londres por una paranoia con Ryanair. No creo que vuelva a volar con ellos. 
Que tuve esperanzas y optimismo y las cosas salieron bien. ¡Va por ti M.D.R.!
Que no escapé a la crisis laboral, y que mi empresa entró en un ERTE en el que aún nos encontramos. Y del que espero que nos recuperemos. 
Que cumplí 39, y estoy viviendo desde entonces, (junio), mi último año de treintañera.
Que recuperé a mis amigos del colegio, y los veo más a menudo. 

Que leí Hablar Solos de Andrés Neuman y no he hecho aún una crónica al respecto. Que me hizo un regalo travieso al usar una fotografía que le hice en la solapa de su libro, y poner mi nombre sobre ella, como propietaria de la misma. Que cenamos con Antonio soler y Guillermo Busutil. Que le debo unas fotos. Que su libro es de los mejores que he leído en mucho tiempo. 

Solapa de Hablar Solos
Andrés Neuman
Alfaguara
Que después de mucho tiempo me encontré con alguien a quien aún quiero, que nos saludamos con la mano, y que nos dejamos ir. Nuestra historia pertenece a otro tiempo, a otras personas, a esas que ya no somos. Aunque siempre nos quedará pendiente un café. 
Que una de mis amigas de toda la vida fue mamá, y que fui a Madrid, con una amiga en común, a visitarla. Y que fue el fin de una era. 
Que le leído mucho, muchísimo. Que he ido al cine mucho, muchísimo. Y que he aprendido de ello mucho, muchísimo.
Que sé lo que quiero, y adonde voy, y con quién. 
Que...
Que...
Que...
Que he vivido, señores. Y que soy feliz, sí, así dicho, a lo loco, sin pensar, ¿no es así como, (cuando),  se dicen de verdad la cosas?
Cuando ocurren cosas, (repito cosas), cuando se tienen los ojos y las puertas abiertas, cuando se cree, y se vive, siempre hay algo que contar. Mucho que contar. Por eso este blog seguirá abierto en 2013 como poco. Si ustedes quieren, nos seguiremos encontrando, nos seguiremos contando, aquellas cosas que dejé de contar y aquellas otras nuevas que surgirán. Lo importante es que estemos. 

FELIZ 2013 a tod@s. 

Gracias por vuestra paciencia, por estar ahí, por leer mi cotidianidad, por dejarme comentarios, por dejaros y dejarme conocer. Chawton St somos todos. Gracias. FELIZ AÑO. Que el 13, número impar, y de mis favoritos, nos traiga nuevas esperanzas y colores a nuestra vida, y que la palabra crisis pierda credibilidad y sustancia y caiga en el olvido o entre en el mundo de las anécdotas pasadas, de la historia. Empieza una nueva era, dicen los mayas, aprovechémosla. CARPE DIEM. 


I.M.G. 
@isamerino

A los que leen mi blog, una, dos, multitud de veces, o por casualidad.
A mis amig@s.
A mi familia. 
A todos, gracias por hacerme feliz todos los días. 
No me puedo quejar, y no me quejo. Gracias. 






viernes, 28 de diciembre de 2012

Ana Torroja cumple 53 años

El 28 de Diciembre de 1959 nació Ana Torroja. 

Hoy hace 53 años.

FELIZ CUMPLEAÑOS, ANA
Ana Torroja celebra su cumpleaños el día de los Inocentes
Cada año le dedico una entrada este día en este blog. No es la única. Cada 7 de septiembre también escribo una entrada dedicada a ella y a las otras dos piezas de mi juguete favorito: Mecano. 

¿Qué decir que no haya dicho ya de Ana Torroja a lo largo de mi vida? ¿Qué decirle a ella que no le haya dicho ya en persona? Ella me mira y sonríe, y me dice, ayyy Isaaa.  Y me deja abrazarla de nuevo. Quiero quedarme un ratito más en el camerino, intercambiar impresiones sobre el último libro leído,  regalarle fotografías de los últimos conciertos, contarle que cada 28 de diciembre celebro su cumpleaños como si fuera el mío, o que cada 31 de diciembre despido el año cantando Un año más, desde que se publicó en Descanso Dominical allá por 1988, y que cada 1 de Enero empiezo el año escuchando una canción de Mecano. Me da suerte. Mi primera canción en el equipo de música, en el ordenador, en el coche... y luego pongo el concierto, de ella, o de Mecano, el caso es oír su voz. Para mí es ella LA VOZ. Cada cual elige la suya. Yo la elegí a los 8 años. Y no he cambiado de parecer, al contrario, la cosa sigue in crescendo. Mi NÚMERO UNO.  

Hoy, que cumple años, la veremos en TVE víctima de una inocentada. El día de los Inocentes siempre ha marcado este día en su vida. ¿Cuántas bromas habrá soportado? ¿Cuántas inocentadas en lugar de regalos? Nos cuenta, en alguna entrevista, que muchas. Esta noche veremos una de ellas. Espero que no se hayan pasado. Voy a sufrir con ella. Arriba os dejo la foto de la entrega. Y aquí un enlace con un mensaje de ella tras la inocentada. PINCHA AQUÍ

No voy a extenderme este año, sólo felicitar a mi artista favorita, a la que admiro no sólo por su voz o sus canciones, sino por su calidad humana y su manera de ser y estar en la vida. 

UN BESO GRANDE, ANA. Gracias por todos los momentos que me has regalado este año 2012, y como tú me dices siempre: SÉ FELIZ. 





I.M.G. Torrojera-Mecanera




jueves, 27 de diciembre de 2012

50 Sombras de Grey, y etc

Trilogía "Grey"
Varios motivos me llevaron a leer la trilogía erótica "Grey", (calificada como porno para mamás),  el verano pasado. 

No sucumbí por placer. Ni siquiera por recomendación. Mucho menos por morbo. Llamémoslo curiosidad. No curiosidad por un tipo oscuro, por escenas de sexo explícito de mayor o menor intensidad, sino por pura curiosidad literaria. 

Si es una novela tan mala, como afirman quienes leen literatura seria o best sellers de mayor calidad:

1.  ¿Cómo ha conseguido la autora, E.L. James,  meterse en el bolsillo a tantos adeptos? (¿Audaz operación de marketing, propulsada por el boca a boca?).

2. ¿Cómo ha llegado a convertirse en un fenómeno? (Se ha creado incluso un término para las obsesionadas con Christian Grey: Greysessed).

3.  ¿Por qué todo el mundo habla de él y de sus secuelas? Es más, ¿cómo es posible que existan secuelas, o que se planteen precuelas, o que se lo rifen las grandes compañias cinematográficas para llevarlo al cine? 
 Matt Bomer candidato a interpretar a  Christian Grey
4. ¿Cuál es la clave para que un libro, de calidad literaria más que dudable, llegue a todos los rincones del mundo y haya desbancado en masa a todos los libros publicados, (de autores renombrados o no),  y por publicar este año y seguramente el próximo? 

5. Etc

Todas estas preguntas me llevaron a descargarlos en mi Kindle Touch. A la vez que leía, buscaba claves, desmenuzaba a los personajes, a los conflictos, desnudaba los nudos, y me tiraba de los pelos ante algo tan plano. El primero lo leí del tirón. En pocos días. A la vez que la historia me enganchaba , (lo confieso), como los culebrones que pude seguir alguna vez, me lamentaba de estar leyendo algo así. Tan malo. Si buscas buena literatura, me dijo una amiga, no te leas Grey. 


Pude llegar a entender el éxito del primero, aunque fuese, a mi modo de ver, una versión más actualizada de una novela Jazmín, ¿pero una segunda y una tercera?  Confieso que me los leí saltándome escenas y escenas, ¿se llama a eso leer? Bueno, no consideré que estaba leyendo en ningún momento, yo lo llamo tarea de campo. Estaba tratando de descifrar un misterio. ¿Por qué vende tanto algo así? El primero es pasable si sabes a lo que vas. El segundo es infumable. El tercero, una tortura. Todo se podría haber resumido en uno. Sobran tantas escenas de sexo... tantas... Todo es tan maravilloso e irreal. Todos los tópicos caben entre sus páginas. 

Matt Bomer
Grey es el hombre perfecto, con un oscuro pasado y gustos sexuales de sado y bondage relamido, guapísimo, elegantísimo, riquísimo, romantiquísimo cuando quiere, y activo, disponible e insaciable sexualmente las 24 horas del día. También es controlador extremo, rudo, celoso en grado soberbio, hijo y hermano ejemplar, jefe justo. Pilota y conduce casi todo lo pilotable y conducible. Caprichoso. Vulnerable. Sensible. Detallista. De gusto exquisito, sonrisa perfecta, mirada intensa, cabello denso e indomable. Etc. Etc. Etc. 

Muchos actores se han barajado y se siguen barajando para interpretarlo en el cine: 

Matt Bomer, Ryan Reynolds, Ryan Gosling, Alexander Skarsgard, Henry Cavill, Ian Somerhalder... y Robert Pattinson, pero ¿alguien se lo creería de Grey? Yo no. 

No veo otro Christian Grey que Matt Bomer,  si alguien ha de interpretarlo en la gran o en la pequeña pantalla. Me leí el libro con su imagen. A día de hoy, junto a Ryan Gosling,  es el más votado para interpretarlo. 


¿Y qué hay de la chica? Anastasia Steele. 21 años. Sin relaciones anteriores. Sin experiencia sexual. Mona. Atractiva. Sensual. Delgada. Estilosa. Caracter variable. Insegura. Inocente. Sensible. Enamorada. Y una vez que descubre el sexo, no puede pasar sin él a ninguna hora del día o de la noche. Lleva una diosa dentro que habla muchísimo durante todo el libro. Y se llega a morder el labio tantas veces a lo largo de la trilogía que no sé siGrey ha tenido que pagar a un cirujano para que se lo recomponga. Mila Kunis o Zooey Deschanel son nombres que se barajan para interpretarla. 

Y llegados a nuestra era, los Reyes Magos han  cambiado de nombre. Ya no son Melchor, Gaspar y Baltasar quienes llegan a las casas por la noche, tan esperados. Ahora son Cincuenta Sombras de Grey, Cincuenta Sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas. Los Reyes de los Reyes y Navidades  este año. El lado bueno es que los camellos irán cargados de libros, cosa que no sucede tanto como debería. Eso es de agradecer pues como leí en Mercurio de este mes, y cito un párrafo de un artículo de Marta Rivera de la Cruz: 

"Benditos sean esos títulos que, de vez en cuando, toman por asalto las tiendas de libros y las listas de más vendidos. Por un lado porque sirven para sanear las cuentas de las casas editoriales, (beneficios que  arroja el best seller de hoy servirá para financiar mañana la apuesta por un autor desconocido), y por otro, porque la existencia de títulos de moda acerca a las librerías a personas que de ordinario no son compradoras de literatura. "

Ojalá, y prosigo parafraseando dicho artículo: este big bang editorial sirva al público lector para descubrir las infinitas posibilidades de las letras y descubran de este modo, una forma fascinante de pasar el tiempo. Si es así, bienvenido sea Sr. Grey.  Cada libro es -debería ser- el bocado que sirve para azuzar el hambre de otras historias, de otras lecturas, de otros autores tal vez superiores al que nos hizo dar el primer mordisco. 

Si se acercan a la puerta de los colegios a llevar a sus hijos, y ven un corrillo de madres que hablan en voz baja y sonríen picaronamente antes los comentarios de otras mamás, es que hablan de Christian Grey. Si alguna amiga les cuenta que su vida sexual se ha vuelto a despertar, es que ha leído la trilogía. Si les hablan de que están viviendo una nueva luna de miel, no les regalen la trilogía, pues es seguro que la tienen y están llenas de post its. ¿Quién soy yo para recomendar o dejar de recomendarles que lean Cincuenta Sombras? 

Abiertas quedan las puertas de un género que es tan antiguo como lo es la escritura, pero que presumiblemente ha vuelto a despertar. Hay que seguir abriendo puertas. Investigar. Hay tantos géneros esperando seducirnos, que sólo hay que encontrarlos y disfrutarlos. Seguir leyendo, como dice Marta Rivera en su artículo, que de eso se trata. 

Y como decía mi amiga, si quieren leer un buen libro, una buena historia, o quieren dejarse atrapar por buena literatura, entonces este libro, (esta trilogía), no es el suyo. 


I.M.G.  (liberada)







sábado, 22 de diciembre de 2012

El fin del mundo según los mayas... (o no)

 Hoy ha ocurrido el fin del mundo. Los mayas lo vaticinaron. El 21 de Diciembre del año 2012 d.C., el mundo, tal y como lo conocemos, desaparecerá. Y hoy ha sido. Anoche cuando me acosté, ya era 21. Y era 21 cuando me levanté. Pero es que el fin del mundo, en España se vaticinaba para las 11 A.M. Ah, bueno, vale, me quedan tres horas. 
En Málaga amaneció un sol de primavera muy común en nuestros inviernos, uy, que hoy también comienza el invierno. Menuda coincidencia. El fin del mundo termina en la última estación. Nuestro último invierno. Los españoles moriremos todos a la vez, en uno de nuestros años más negros, en el último mes del año, y también en la última estación. Y encima, el año fue bisiesto. ¿Tendrían los mayas todo eso en cuenta? No seré yo quien contradiga sus escrituras y sus visiones sagradas. Si sobrevivo a ellas, escribiré una crónica de tan comentado día. Si hasta en los telediarios hablan de ello. El mundo no sólo está en crisis, es que se acaba. Eso sí que es una crisis gorda. Cojonuda. El apocalipsis. 

Desayuné lo acostumbrado, escogí una ropa cómoda, me hice con todos mis aparatos tecnológicos y me metí de cabeza en la caravana del siglo en la Autovía. Me había pedido el día de vacaciones, no por ser el último día del mundo, sino por ver a mi sobrino actuar en su fiesta del cole, ¿qué puede haber más bonito que pasar las últimas horas viendo reír a un niño vestido de Papá Noel? Para mí, nada. La mañana del último día del mundo, iba siendo aún más normal de lo que esperaba. Por whatsapp la gente iba mandando chistes, y cuentas atrás apocalípticas. A escasos minutos de las once, la gente se despedía con sorna. Alguien me preguntó dónde estaba y yo le contesté que en el Carrefour. Hay que ser precavidos, y si llega el fin del mundo, que me pille en un sitio donde tenga ropa, comida, libros, discos y tecnología, pa disfrutar mientras tanto, y en el después también, claro. Así que mis últimos minutos los pasé en un gran almacén, comprando cereales. El boom, o el estallido final no se oyó. Dieron las once, y todos seguíamos a nuestro ritmo, yo creo que perdí la noción del tiempo eligiendo un nuevo cepillo de dientes. Lo que pasó después del apocalipsis total fue que la cajera me cobró lo acostumbrado, que cogí mi coche y regresé a casa. ¿Estamos todos muertos? ¿Se acabó la crisis? ¿Por qué sigue brillando el sol en el mismo lugar de siempre? ¿Por qué sigue costándome encontrar aparcamiento después de la hecatombe? 

Ay, estos mayas, qué cachondos, sembrando pánico a miles de años vista. El caso es que la cosa ha generado negocio, y todo lo que genere negocio, genera pasta, y lo que genera pasta... en fin, que dicen que hay gente que se ha hecho con un búnquer en su casa y que ahora vive doscientos metros bajo tierra, con víveres para un par de años mínimo. Espero que se hayan enterado que ya pueden salir. Y resulta que en Francia hay una montaña mágica y que los billetitos hasta el pueblo a la falda de la montaña han costado una pasta. Pero todos los que fueron, han sobrevivido. ¡Aleluya! El viaje les ha merecido la pena, y hasta han hecho amigos internacionales. De ahí saldrán parejas, y reuniones anuales, si no, de aquí al tiempo, y nacerá un primer niño fruto de. Y será el salvador de la montaña mágica en el nuevo apocalipsis que ha de llegar cuando los mayas tengan a gusto revelar una nueva fecha. 

El caso es que al parecer todo había sido algo mal interpretado, ayyyy, total, una letrilla más que menos tampoco pasa nada, que no es que fuera el fin del mundo, que es que era el final de una era, de un ciclo. Que no iba a haber un choque de planetas, ni se iba a agotar la energía, ni iba a explotar el globo terrestre o nos iban a invadir los marcianos, que es que esto ya pasó miles de años antes de Cristo, y volverá a pasar en la siguiente era, así que "take it easy, my friends", que pueden seguir con las compras navideñas, pero tengan en cuenta que la nueva era ha empezado y que todo cambia a partir de hoy. A ver, ¿qué has hecho el resto del día? Pues he trasteado el ordenador, he almorzado, siesteado, he ido de compras, he... uy, todo de lo más normal. Pues ya ves que no, que hay que buscarle una vuelta, que no estás fina, mujer, que ha empezado una nueva era y que tenías que haber hecho nuevos enfoques, y tenías que haberte comportado de otra manera, y haber hecho cosas distintas y especiales, mujer de poca fe. 

Sí, (levanto la mano), he hecho algo distinto hoy. ¿Significará algo? Claro que sí, es el principio de una nueva era, ya vas notando el cambio, esa es la actitud. Esto es sólo el comienzo... welcome to the real world. 


I.M.G. apocalíptica.

En 1982, cursaba catequesis para hacer mi primera Comunión, y nos pidieron a todos los niños, que rezásemos porque en tres días se acababa el mundo. Al parecer se habían alineado todos los planetas y moriríamos aplastados entre Marte y Venus. Sobreviví a aquel fin del mundo. 

En 2000 volví a salvar el cuello de la siguiente apocalipsis. Todo se iría al traste. De una forma u otra, cuando llegara el cambio de siglo y de milenio moriríamos todos. No fue un buen año para mí, pero también lo sobreviví. 

Mi madre me cuenta de otra apocalipsis. Fue a finales de los años 50. A los niños se les contó que llegaba el juicio final. Era la hora de dormir y todos los niños de C/ Carboneros miraban al cielo esperando una gran cruz, y la apertura de la puerta de los cielos. Mi abuela les dijo que se acostaran, que si aparecía la cruz, los avisaría para que les pillara despiertos. Creo que mi abuela, hoy, también se habría reído de esta apocalipsis. 

El verdadero apocalipsis, le llega a cada persona, el día que fallece. Pues es cuando este mundo desaparece de su vista para siempre. Eso, para mí, es el fin del mundo. No sé qué habrá después, ni quiero averiguarlo aún. Sigamos disfrutando mientras podamos. De eso se trata. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cuántos semáforos

Cada mediodía soy bendecida por una mujer que no conozco,  cuyo rostro ya me es familiar. Hace un invierno que nos conocemos. Viste una sonrisa cada vez que nos encontramos. Siempre a mediodía. Cubre su largo cabello con un pañuelo que alguna vez fue de color rosa. Su rostro es oscuro. Acartonado. Debe rozar los cincuenta. Digo debe, pero no lo sé, igual son menos. Saluda con una mano en alto. En la otra sujeta un cartel que nunca he leído. Adivino las palabras escritas. Conozco sus sinónimos. El más fiero es Hambre. No ha faltado ni un día. Yo tampoco. Ella junto al semáforo en rojo. Yo, dentro de mi coche. Unos días, la ventanilla bajada, otros, subida. Haga frío o calor, dentro o fuera, ella permanece y nos bendice.  Soltemos monedas o no, neguemos con la cabeza, afirmemos, o le devolvamos la sonrisa. A todos. Sin excepción. Nos bendice. Y nos sonríe. Siempre. 

Trato de adivinar su historia. Hemos hablado alguna vez. Me pregunto si su vida siempre ha sido así. O cuándo cambió. O si sus ojos de niña eran tristes y a la vez alegres. Como ahora. Me pregunto dónde duerme. Qué come. O quiénes comen gracias a ella. Si el dinero que recauda es para otros y por eso siempre va con zapatos de verano a pesar del invierno. Si las capas de ropa que la visten es todo lo que tiene. Si reza. Si su pan de cada día son los semáforos en rojo.

Y a pesar de las inclemencias, ella sonríe. Y bendice. Y agradece. Y cuando el semáforo se pone en verde, ella permanece, y yo avanzo. Y me pregunto.

¿Cuántos semáforos esperan nuevas caras que harán de ellos su medio de subsistir? ¿Cuántos cartones, papeles, cartulinas, etc, se han de escribir aún con la palabra hambre como mensaje de fondo?

Llego a casa y me queda su sonrisa, a pesar de. Y su bendición. Hasta mañana, en que nos volveremos a encontrar cuando el semáforo cambie.



I.M.G.



A la desconocida que cada día me sonríe y me bendice, justo antes de la hora de comer.