Hoy, que termina el año 2012 de nuestra era, quiero repasar algunas cosas que dejé de contar este año, y que habré de retomar el siguiente, con renovada ilusión y con suficiente distancia como para poder hablar de ellas tratando de evitar la espontaneidad de lo inmediato y/o el vicio de la divagación. O lo que viene a ser lo mismo, para conseguir perspectiva.
Este año, que ha dejado un poco de todo para cada uno de nosotros, según la circunstancia de cada cual, será recordado de una u otra manera como un año bisiesto de los malos. A mí no me gusta catalogar algo de manera absoluta. Huyo de términos como nunca, siempre, o belleza, pienso que las tres están sobrevaloradas o que no existen de manera absoluta. Y catalogar un año completo, con sus 365 ó 366 días vividos, como malo o bueno, me parece generalizar de manera absoluta, y es que, oigan, a mí tampoco me gusta generalizar.
Es que yo me he reído, sí, oiga, sí, y cada vez que me he reído, ha contado como algo positivo en mi vida, y eso no puedo ahogarlo en el pozo de la desesperación de un año catalogado como maldito. Y también he llorado, caballero, también, pero me enseñaron que los españoles somos unos luchadores y podemos con todo lo que nos echen y más, que somos de buena casta, de raza valentona, de los que se echan a la chepa los pesares y tiran p´alante. Y, que somos gente de fe, de esperanza, y solidarios, lo que viene siendo buenos hermanos. Y yo, hermanos, y amigos, tengo muchos, señora, así que este año, entre todos, hemos conseguido llevarlo, más mal que bien o más bien que mal, pero ya lo hemos liquidado. Sí, con rebajas, con liquidaciones, con ventas a precio de coste, margen de beneficio cero, primas de riesgo desorbitadas, o umbral de rentabilidad... ejem, ejem, ¿por qué las palabras que quieren resaltar un año como este se tornan de repente económicas? Soy Economista, de acuerdo, pero sólo cuando trabajo, ahora digamos, que estoy sentada en la silla del placer, (a ver, los que han leído Cincuenta Sombras de Grey, que escucho la sonrisilla socarrona, y no es de ese tipo de placer del que hablo, ¿es que hay más, oiga? Buuuf, la tira, si sabes sacarle partido a la vida, y disfrutar de las cosas), vamos, la silla en la que me siento a escribir. (No, no vibra ni nada de eso, es que a mí escribir me da eso: gustirrinín).
Cosas que dejé de contar:
Que la familia aumentó, aunque no nacieron nuevos bebés. Pero lo fueron algún día. Cada una de las tres con una cualidad, un color de pelo, una estatura, un interés. La llamada de la sangre. Revolución.
Que mis sobrinos crecen en altura, en vocabulario, y comienzan a perder dientes. Comienzan a despuntar personalidades que serán y que van siendo. Vigilo el proceso. Lo disfruto. Su inocencia me da vida. Nunca creí que aprendería tanto observando crecer a un niño. A cuatro niños. Mis cuatro cocos.
Mis sobrinos |
Que mis amig@s, convierten en especial cada día del año. Que me quieren. Que se dejan querer. Que están ahí siempre, en las buenas y en las malas. ¡Tan grandes!
Que me enamoré y desenamoré, y me volví a enamorar y a desenamorar, de tantas cosas, y lugares, y gentes, y pequeños detalles, que volvería a enamorarme y desenamorarme de ellos si el 2013 me da ocasión.
Que mi grupo de escritura, puntoyseguido, me da tanta vida hoy como al principio, sino más, más aún, en cada reunión, en cada salida, en cada conversación, en cada mirada que nos dedicamos, a veces, sin palabras, aunque siempre estemos rodeados de ellas. Seguimos escribiendo. Con ilusión.
puntoyseguido (Seis de los Siete miembros) |
Que dejé de escribir el blog tantos días y días entre entrada y entrada porque tuve días confusos laboralmente hablando que me dejaron extasiada y no quería contagiar a nadie con mi desgana. Y también, cómo no, por pereza, o por miedo, (siempre ahí latiendo, el tema de no querer defraudar). Ahora que os conozco, no quiero perderos, es así. El listón sube y tengo que estar a la altura, o no, ¿me lo permitís? Sólo pretendo entreteneros, entretenerme, crear un vínculo, desahogarnos, reírnos, servir de hombro, cuando no tenemos uno cerca. No sé, esas cosas. Y compartir. Eso siempre.
Juntos podemos |
Que viajé a Londres una vez más porque Londres es uno de mis pulmones externos, si no vuelvo a él una vez al año, me cuesta respirar y encarar los días sin contar los minutos en la esfera de mi Big Ben querido; que unos meses después me fui a Amsterdam y descubrí la ciudad de los canales y las bicicletas, y conocí a Ana Frank que ha hecho más internacional este blog, (gracias pretty Anna), y me senté a comer marisco a horas de desayuno en un pueblito llamado Volendam, y que el esplendor de la primavera lo viví en el mayor campo de tulipanes del mundo: Keukenhoff. Ni los colores del Arco Iris pueden competir en belleza con la exaltación de color que allí es posible disfrutar.
Londres |
Amsterdam |
Keukenhof (Holanda) |
Volendam (Holanda) |
Que mi viaje de Agosto no lo conté completo, pues el Valle del Loira no se resume al par de entradas que hice en su día, sino que sigue con una tercera parte en la que he de hablar de los hermosos jardines de Villandry, o del castillo Ussé, que llaman el de La Bella Durmiente. No conté que volví a París, que me alojé en un hotel por los Campos Elíseos, y que el Arco del Triunfo casi podía verse desde mi ventana. Que subí a la Torre Eiffel por tercera o cuarta vez, pero de noche, a las en punto, cuando toda la torre se ilumina con miles de puntos de luz. Y que regresé a Versalles veinte años después de pisarlo por vez primera. Relucían aún más sus apliques dorados, sus jardines parecían haberse extendido kilómetros desde aquella vez. No llovía. El sol apretaba. Andaba buscando las pisadas del ayer. Encontré algunas.
Villandry (Valle del Loira- Francia) |
Ussé (Valle del Loira - Francia) |
Jardines de Versalles |
La Tour Eiffel París |
Que volví a Eurodisney por tercera vez. Estuve en el 10º aniversario, en el 15º y volví en el 20º. La ilusión la misma. Como la de una niña con zapatos nuevos, pero que sean los de Minnie, que siempre pisa sobre mundos mágicos, y vive allí donde la fantasía es la dueña del mundo. Me gusta vivir allí de vez en cuando. Cada cinco años.
Eurodisney - 20 Aniversario París |
Que estuve en varios conciertos de Ana Torroja, en Granada, en Madrid, en Alhaurín, Antequera... y que ¡No me canso! (Gracias Ana, por todos tus abrazos, por las sonrisas, las dedicatorias...).
Que me escapé a Tarifa, como cada verano, a disfrutar de esas playas blancas, inmensas, bañadas por el Atlántico.
Que perdí un vuelo a Londres por una paranoia con Ryanair. No creo que vuelva a volar con ellos.
Que tuve esperanzas y optimismo y las cosas salieron bien. ¡Va por ti M.D.R.!
Que no escapé a la crisis laboral, y que mi empresa entró en un ERTE en el que aún nos encontramos. Y del que espero que nos recuperemos.
Que cumplí 39, y estoy viviendo desde entonces, (junio), mi último año de treintañera.
Que recuperé a mis amigos del colegio, y los veo más a menudo.
Que leí Hablar Solos de Andrés Neuman y no he hecho aún una crónica al respecto. Que me hizo un regalo travieso al usar una fotografía que le hice en la solapa de su libro, y poner mi nombre sobre ella, como propietaria de la misma. Que cenamos con Antonio soler y Guillermo Busutil. Que le debo unas fotos. Que su libro es de los mejores que he leído en mucho tiempo.
Solapa de Hablar Solos Andrés Neuman Alfaguara |
Que después de mucho tiempo me encontré con alguien a quien aún quiero, que nos saludamos con la mano, y que nos dejamos ir. Nuestra historia pertenece a otro tiempo, a otras personas, a esas que ya no somos. Aunque siempre nos quedará pendiente un café.
Que una de mis amigas de toda la vida fue mamá, y que fui a Madrid, con una amiga en común, a visitarla. Y que fue el fin de una era.
Que le leído mucho, muchísimo. Que he ido al cine mucho, muchísimo. Y que he aprendido de ello mucho, muchísimo.
Que sé lo que quiero, y adonde voy, y con quién.
Que...
Que...
Que...
Que he vivido, señores. Y que soy feliz, sí, así dicho, a lo loco, sin pensar, ¿no es así como, (cuando), se dicen de verdad la cosas?
Cuando ocurren cosas, (repito cosas), cuando se tienen los ojos y las puertas abiertas, cuando se cree, y se vive, siempre hay algo que contar. Mucho que contar. Por eso este blog seguirá abierto en 2013 como poco. Si ustedes quieren, nos seguiremos encontrando, nos seguiremos contando, aquellas cosas que dejé de contar y aquellas otras nuevas que surgirán. Lo importante es que estemos.
FELIZ 2013 a tod@s.
Gracias por vuestra paciencia, por estar ahí, por leer mi cotidianidad, por dejarme comentarios, por dejaros y dejarme conocer. Chawton St somos todos. Gracias. FELIZ AÑO. Que el 13, número impar, y de mis favoritos, nos traiga nuevas esperanzas y colores a nuestra vida, y que la palabra crisis pierda credibilidad y sustancia y caiga en el olvido o entre en el mundo de las anécdotas pasadas, de la historia. Empieza una nueva era, dicen los mayas, aprovechémosla. CARPE DIEM.
I.M.G.
@isamerino
A los que leen mi blog, una, dos, multitud de veces, o por casualidad.
A mis amig@s.
A mi familia.
A todos, gracias por hacerme feliz todos los días.
No me puedo quejar, y no me quejo. Gracias.
Muchas gracias Isa. Tú, aparte de ser parte implicada en tu felicidad, nos haces felices a los que te rodeamos. Muchas gracias por tus palabras y por acordarte siempre de nosotros.
ResponderEliminarMuchas gracias Isa. Tú, aparte de ser parte implicada en tu felicidad, nos haces felices a los que te rodeamos. Muchas gracias por tus palabras y por acordarte siempre de nosotros.
ResponderEliminarYa está, ya me has hecho sonrojar, Pedro. :-)
ResponderEliminarLo que me dices es muy importante para mí, porque un día, no hace tanto ni tan poco, no conseguí hacer felices a quiénes me rodeaban. Y esa espinita perdura. Así que GRACIAS.
¡Buen año, por lo que se ve, Isa! ¡Cuánto me alegro!
ResponderEliminarUn abrazo y brindemos por un mejor 2013.
Aquí seguiremos, visitando el blog, leyéndote, disfrutando del «largo aliento» de tus crónicas, hasta que nos dejes por fin entrar en las páginas de tu novela (a ver si este año se cumple -lo digo por ambas) Y gracias por ser parte de tu corazón.
ResponderEliminarGracias, Pedro, brindemos. Un abrazo y gracias por estar siempre tan cerca.
ResponderEliminarGracias, Andrea, querida, nuestra novela saldrá, ya verás, y por supuesto que eres parte de mi corazón :-) Un beso
Isa me encanta leer tus crónicas, por ese optimismo que destilan, porque están llenas de viajes e imágenes, por esa ilusión y alegría que desprendes.
ResponderEliminarNo dejes de escribir ningún día.
Abrazos a millones