lunes, 28 de enero de 2013

Andrés Neuman y Jane Austen : Mashup

ORGULLO Y PREJUICIO    O  HABLAR SOLOS  : 28 DE ENERO DE 2013

El 28 de Enero de 1813, Thomas Egerton publicó la primera edición de Orgullo y Prejuicio, de la escritora Jane Austen. 

Orgullo y Prejuicio 1ª Edición

El 28 de Enero de 1977, nació en Buenos Aires, el narrador, poeta, traductor, bloguero, columnista y amigo, Andrés Neuman, y hoy por su cumpleaños, le comentaba que le regalaría mi primera entrada del año en mi blog, y que trataría de hacer una especie de mashup, con el bicentenario de la publicación de mi libro favorito. (Discúlpame Andrés, por lo que no sé si sabré hacer, pero con todo mi cariño, sin duda). 
Andrés Neuman

El 28 de Enero de 2013, la que escribe, tratará de aunar ambos eventos en un mismo homenaje. No puedo ser objetiva con ninguno de los dos, ni con Andrés, ni con Jane, y si me apuran, ni con los mismísimos Lizzy Bennet o Fitzwilliam Darcy. Siempre es difícil escribir sobre las debilidades de una, pero que no se diga que no lo he intentado, a mi manera. 


mashup I.M.G.
Conocí a Andrés Neuman por casualidad, ¿no es así, enmedio de una coincidencia, tal vez absurda o vanal, que conocemos a las personas que están destinadas a ser alguien importante en nuestras vidas? Lo de Jane fue así, tal cual lo cuento, lo mismito que con Andrés, pura y absoluta, o absurda, casualidad. Lo que sin duda afirmo es que no fue un 28 de Enero. Ambos me cambiaron la vida para bien, a través de la literatura primero, y a través de algo más profundo después, pero ponérmela patas arriba, me la pusieron, de eso no hay duda, y no, tampoco fue un 28 de enero. 

Ya he contado alguna vez lo de Jane Austen, también lo de Andrés, pero quiero hacer un breve repaso, por recordar, por enlazar, por rellenar hueco, no sé. Tal vez estaba pensado desde un principio y me gusta jugar al despiste, o tal vez, como puede verse, improviso sobre la marcha: 

No recuerdo el año en que supe por primera vez de Jane Austen. Caminaba por el parque de Málaga, con poco más que unos duros en el bolsillo, buscando el regalo ideal, (barato pero ideal), de Reyes, para la que era una de mis mejores amigas. Siempre ponían una pequeña feria del libro en fechas navideñas. Me paré en el stand de los libros baratos, los más baratos. Portada ñoña. Hojas raposas. Interlineado prácticamente inexistente. Letras juntas y de tamaño pequeño. Pero la contraportada era una maravilla, hablaba de una historia en la época georgiana, en la que había orgullo, prejuicios, y se reflejaba la sociedad inglesa de la época, asimismo encumbraban a su autora, cuyo nombre me era absolutamente desconocido y según ponía, sir Walter Scott, de quien sí había oído hablar, alababa su toque exquisito y Rudyard Kipling, escribió: cuanto más la leo más la admiro y respeto y reverencio. Me convenció. Valía seguramente más que el dinero que iba a pagar por él. Escribí una dedicatoria cursi, (tenía yo unos quince ó dieciséis años, no sé si más, y ya apuntaba maneras en cursilería), y lo envolví y lo regalé, sin más. Unos meses más tarde, corría Semana Santa, mi amiga me contó que había empezado a leer el libro y que no podía dejar de leerlo. Caminábamos hacia el centro, para ir de procesiones, mientras mi amiga me relataba el libro de Jane Austen. Así fue mi primera toma de contacto. No fue leído. Fue narrado. Por aquella vieja amiga. Aún puedo oírla. Con claridad, a pesar de los años. Tardé unos meses aún en tener el mío propio. Y después de él llegaron los demás. Uno tras otro. Leídos y releídos una y otra vez, hasta convertirme no en experta, pero sí en amante de las letras escritas por Jane Austen, aunque sobre todo de Orgullo y Prejuicio, (tengo al menos 7 ejemplares distintos, en inglés y español, hay quienes me preguntan que para qué tantos, si todos cuentan la misma historia. Yo digo que esas cosas no se explican, se sienten, y punto). Ese fue el principio, pero no lo mejor, lo mejor quedaba aún por llegar. 


Habitación de Jane Austen en Chawton (Alton)
Sobre la chimenea mis fotos con:
El escritorio de Jane Austen, (sobre el que escribió Orgullo y Prejuicio),
y una de mis últimas fotos con Andrés Neuman, (diciembre 2012)

Lo de Andrés no es lo mismo. Aunque también el azar lo cruzó en mi destino. Me marchaba de finde literario con mi grupo Puntoyseguido a un hotelito en Castellar de la Frontera (Cádiz), y tenía que llevar un relato de un autor contemporáneo y que no conociéramos. Esta vez en vez de buscar en una feria del libro antiguo, me puse a buscar en la feria del libro moderno: internet. Leí mucha morralla. Nada me convencía, hasta que alguien hablaba de un relato que lo había maravillado y que consideraba que era el mejor relato de ese año. El relato se llamaba Una raya en la arena, del libro de relatos Alumbramiento (Páginas de Espuma), y el autor Andrés Neuman. No busqué su imagen, ni su edad, nada, sólo imprimí aquel relato y lo leí en el patio del hotel, a la luz de un mediodía soleado del mes de marzo de 2009. Desmembramos el relato. Le dimos la justa importancia. Gustó. Dos meses más tarde, uno de mis compañeros nos contaba que acababan de darle el premio Alfaguara a Andrés Neuman. Entonces fue cuando empecé a buscar datos sobre él, y me compré mi libro de Alumbramiento y desmembré cada uno de sus relatos. El 11 de Febrero de 2010, nos conocimos en la FNAC de Málaga. Ese día comenzó historia de nuestra amistad y de nuestra colección de fotografías. Y por supuesto, como en el caso de Jane Austen, ese sólo fue el principio, lo mejor, sin duda, estaba por llegar. 

Lo que ha llegado, en ambos casos, roza lo personal, (evidentemente a Jane Austen no la conocí, ni en este ni en otro siglo, aunque esto último, a veces lo dudo yo, y otras quienes me rodean), por lo que no voy a entrar en detalles, ni a enumerar encuentros o desencuentros, ni a contar que tengo todos los libros de ambos autores, los de Neuman firmados, los de Jane pendientes, (y así quedarán), ni bla, bla, bla, pero sí que el día que conocí a Andrés Neuman, él nombró a Jane Austen, y a Charlotte Brontë y a mis heroínas de las épocas "antañas", (como dice un amigo mío), inglesas. Y fue ahí que se creó el primer vínculo entre nosotros, entre los tres, el primer mashup, un 11 de febrero, cumpleaños de uno de mis mejores amigos, si es que las fechas y las casualidades se empeñan en coincidir, una tras otra, en mi vida, y así no hay quien escriba nada claro. Andrés presentaba su libro El viajero del siglo, el día que nos conocimos, y habló, durante gran parte de la presentación, de todo lo que había leído de mis grandes autoras, de las películas victorianas, de las adaptaciones de las novelas que tanto me gustaban, etc, y de repente surgió. Surgió ahí el vínculo. El mashup que vengo a recordar hoy, cuando por casualidad, una fecha vuelve a unirnos a los tres: A Jane, a Andrés y a mí. ¿Significará algo? No sé, coincidencias, ¿supongo?

El homenaje en sí, es hablar de ellos este día. Sin duda, de Hablar solos, el último libro de Andrés Neuman, hablaré largo y tendido en una próxima entrada, dedicada sólo a su gran obra. Hacía tiempo que no me gustaba tanto un libro, que no me llenaba tanto, sin duda, Andrés, me hizo un gran regalo, al poner una de nuestras fotos en la solapa y dedicármela como un regalo travieso. Él sabía lo que ese libro llegaría a ser para mí. Uno de mis favoritos, sin duda, como Orgullo y Prejuicio, aunque nada tengan que ver. ¿No tienen nada que ver? No. ¿No? Ahí lo dejo. 


Un abrazo para Andrés, (sin duda, un homenaje en tu cumpleaños, flojo, discreto, gris tal vez, increíblemente absurdo en comparación con lo que imaginé. Me pido la revancha a mí misma. Y amenazo con volver, tal vez, para la fecha en que nos conocimos. Igual estoy más lúcida que hoy. 

Jane, gracias por aquel Primeras Impresiones que llegó a ser Orgullo y Prejuicio, gracias por todos los viajes, por la acogida en tus casas, por la gente que conocí y que he llegado a querer gracias a ti. 

Tocado por la gracia, dicen de Andrés Neuman. Tocada por la gracia, escribieron de Jane Austen. 
¿Casualidad? No sé si fue un 28 de enero o no, pero podría ser. 




I.M.G. 
@isamerino





5 comentarios:

  1. Isa, nada ocurre por casualidad.
    Es curioso las fechas y las personas que se cruzan en la literatura. Hay algo mágico, estoy segura.

    abrazos

    Y feliz cumpleaños, Andrés!!

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  2. Esta mañana, sin salir de la cama a quitarme las legañas, encendí el ipad para leer la entrada sobre Austen y Neuman que Isa nos prometió ayer. Me encuentro con que no está. ¡Qué raro! Cuando Isa dice que va a hacer algo, lo hace. Sólo era problema mío, me despierto demasiado temprano desde que cumplí los cincuenta. Ya preparada para salir hacia el trabajo, le di una segunda oportunidad. Aquí está el remix prometido.
    Si algo caracteriza a Isa es su incondicionalidad y su perseverancia. Si dice que va a hacer algo, lo hace; si algo o alguien le gusta, le gusta para siempre.
    Yo soy mala para las fechas aunque no paro de mirar al pasado. Para mí, la etapa de mi vida entre los veintitantos y los cuarenta es "cuando los niños eran pequeños". No me preguntes fechas, que aunque recuerde hasta el último detalle de lo que llevaba puesto y cada una de las palabras que se pronunciaron en aquella ocasión, no sabré decirte si fue en el 88 o en el 92 (aunque fuera un año tan señalado. Me acuerdo muy bien del día en que leimos el relato de Neuman en el bonito patio de aquel hotel.Era "al principio de punto y seguido". Recuerdo que, como hacemos siempre que leemos para aprender, destripamos el relato de la playa y, como siempre alguien tiene que hacer de abogado del diablo y a mí me gusta el papel, yo fui la más crítica con el texto. Isa respeta mucho las opiniones y me escuchaba, pero en el gesto apretado de su boca descubrí que no había nada de lo que convencerla: había descubierto a un gran escritor y no la iba a bajar del burro.
    Viví con ella también la presentación en la FNAC de la novela de Neuman. Había muy poca gente y a la hora del coloquio, Isa y Andrés decidieron ponerse a Hablar solos delante de nosotros. Y creo que he hecho algunas de las fotos de su tradición.
    Lo de Austen y su hermana pequeña de este siglo, Isa, me lo ha contado ella, Isa, con todo lujo de detalles en muchas ocasiones a lo largo de nuestra amistad.Y lo de su amor incondicional por la escritora lo he visto con mis propios ojos: Isa pasó las paperas en Bath. Y no dentro del hotel, sino paseando entre las damas ataviadas al estilo victoriano en el Festival que allí festeja a Jane.
    En fín, que estoy convencida de que Isabel Merino, a no mucho tardar, seguirá compartiendo con nosotros sus deslumbramientos literarios y humanos pero desde el otro lado del atril. Porque Isa, que ya es escritora( y perseverante ¿conocéis personalmente a algún escritor que haya escrito 20 borradores de un relato?), va a ser una escritora de las que hacen adeptos y venden libros y los presentan y los firman y dan conferencias.Y nos dejará a nosotros, por un rato, el papel de fans incondicionales.

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  3. ¡Ay, el Sr. Neuman; qué peligro tiene!

    Sin duda alguna, compartimos admiración Isa, aunque la mía sea más light. Al respecto del Sr. A.N. me quedo con lo apuntado por Bolaño, cuando dijo que el futuro de las letras en español era suyo (de Neuman).

    Un abrazo,

    PD. Me ha gustado tu foto en el libro, que -por cierto- tengo pendiente de leer en cuanto lo acabe Raquel. Muy buena.

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  5. Muy emotivo Isa. Me uno a lo que dice Inma en su comentario (¡aunque más que un comentario parece todo un post!) Aún no he leído "Hablar solos", pero es uno de mis regalos de reyes así que no tardaré mucho. En cuanto a Jane Austen, tardaré un poco más: me cuesta trabajo la novela victoriana, aunque estando tan cerca tuya, no voy a poder escaparme. Muchas gracias por la crónica (siempre interesante) y por el guiño.

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