Después de asistir durante dos años consecutivos al Festival Eñe de Madrid, y publicar las crónicas en este blog, puntualmente cada noviembre, este año, ha sido diferente. Este año no acudí a Eñe.
Estuve en Madrid, sí, todo el fin de semana del festival, y estuve en Eñe, sí, también, pero especifiquemos, sólo estuve en el hall de entrada. Llegué incluso a pisar el bar-restaurante, (al día siguiente), y como en años anteriores compré un libro en la librería Antonio Machado, a sus puertas. (Para los curiosos, compré: Mr. Gwym, de Alessandro Baricco). Pero no hubo más. Este año, me quedé a las puertas de Eñe.
Es por ello que este mes de Noviembre no quise relatar nada en el espacio que siempre dedicaba a mi festival madrileño favorito, pero a escasos días de la finalización del mes, he querido dar cuenta de que este blog subsiste, y de que no me he ido a ninguna parte. Bueno, me he ido a alguna, pero no demasiado lejos. Y sí que habrá una entrada del festival Eñe en el mes de noviembre: esta.
El círculo de Bellas Artes se engalana cada mes de Noviembre con programas como este. Yo viajo desde Málaga con el programa aprendido, lo repaso en el AVE camino de Atocha, me lo sé de memoria nada más pisar el primer escalón de la entrada al edificio. Y allí, me cuelgan mi chapa, y me cuelo, cuaderno y boli en mano, (y cámara de fotos si se tercia), en cada una de las conferencias, charlas, talleres, maratones, mesas redondas y catas literarias, tratando de absorber todo lo que ocurre a mi alrededor. Es un maratón en el que escritores, lectores, amantes de la literatura, curiosos, artistas, crédulos, excépticos, anónimos y conocidos, disfrutamos de la literatura, de la escritura, de la lectura, de las buenas conversaciones, de libros, relatos, poesía... de vida, a decir.
Este año habría conocido a Luis Goytisolo, a Eduardo Mendoza, a Luis Landero, a Juan José Millás a Luis García Montero o a Elvira Lindo, entre otros. Y habría vuelto a saludar a Manuel Vilas, a Vicente Verdú... Todos con su chapa de ponentes. El público, con su chapa de oyente. ¿De qué color me habría tocado este año? Las colecciono.
¿Es una coma? ¿O un apóstrofe? ¿O comillas? Se habrán preguntado los que acuden por primera vez al festival, mientras suben las escaleras, y acarician esa chapa que es la entrada al mundo de las letras, a todo un mundo de letras españolas y latinas, durante dos días. En Madrid.
En Eñe conocí a Pablo, (fotógrafo), mientras disfrutaba de una charla de María Tena, en mi primer festival. El año pasado no pudimos coincidir. Este año, los dos en Madrid, tampoco. Yo acudí al edificio por la mañana, él trabajaba en él por la tarde. Nuestro recuerdo es común: Nos conocimos en Eñe. Donde también conocí a la gran Ana María Matute, a la inolvidable Esther Tusquets, (cuánto me reí con ella), a Espido Freire, Juan Cruz, Patricio Pron, Eloy Tizón, etc etc. ¿Que con qué me quedo? ¿Aparte de con todas las anotaciones que tomé y todas las vivencias que tuve? Con la mirada serena de Ana María Matute, con su bagaje, con su inocencia y amor por la infancia, con la complicidad de los hermanos Tusquets, con el sentido del humor y la amistad de Andrés Neuman, con el cafecito de entre plantas y las exposiciones de Anagrama, con la perplejidad de Vicente Luis Mora cuando lo abordamos para regalarle uno de nuestros libritos, con la amabilidad de todos los que lo recibieron con ilusión y se interesaron por él y nuestro grupo. Con los libros que me descubrieron. Con la pasión de los escritores. Con las manos amables de María Tena. Con Bonilla leyendo sus folios. Con Garriga Vela reconociéndonos entre la muchedumbre... no hay un solo momento que no me venga a la memoria y me haga sonreír y añorar, y eso sólo me pasa en sitios donde he sido feliz y se me trata como en casa.
Es cierto que no he estado este año en el festival Eñe, como también es cierto que lo añoré cada momento que no estuve en él. El año que viene, el mes de noviembre, vendrá cargado con entradas dedicadas a las crónicas de Eñe. El año que viene no fallaré. No os fallaré.
Hasta entonces: Larga vida a Eñe.
I.M.G.
Dedicado a Inma y Loli, mis compañeras de Eñe.
Isa, que bonita la entrada para no haber estado, de alguna forma estuvimos de corazón. El año que viene ¡volveremos a estar del todo!
ResponderEliminarabrazos
Seguro, Loli. Al menos, lo pisé ;-)
ResponderEliminarOhhhhh...lo que nos perdimos!!!!Gracias, Isa.
ResponderEliminarPues a mí no me gusta. Mira que hacer tan buen repaso a los escritores que has conocido en ñ y no nombrarme ni de pasada. Ya, ya sé que no soy famoso, ni quiero serlo, pero sí recordado por los amigos.
ResponderEliminarVenga, guapa, al año que viene te espero, vamos, si se me pasa el enfado.
Así lo espero.
ResponderEliminarEsta genial tu cróncia y homenaje a Eñe Isa. Este año ha sido diferente no cabe duda , pero seguro que el proximo año si Dios quiere será especial.
ResponderEliminarUn Beso.
Chari.
Ximens, tu nombre estaba escrito en la crónica, pero luego lo borré. Por qué? Porque te tengo preparada una entrada solo para ti. En este viaje a Madrid me he acordado mucho de ti y de tu mujer. ESpero que con eso me perdones el no nombrarte en esta. ERa una sorpresiva. :-)
ResponderEliminarInma, Tracy, Rosario, gracias. Volveré y os lo contaré. Volveremos, perdón. Y estaremos con Ximens again.
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