miércoles, 29 de febrero de 2012

Londres de nieves, Londres de bienes. Febrero 2012 (1 de 2)

Yo quería ver nevar en Londres. Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Stansted me preocupé de destaponar mis oídos y luego de mirar por la ventanilla, esperando ver el suelo del aeropuerto cubierto por un manto blanco. Pero no. Era de noche y un frío helado, bajo cero, nos hizo bajar corriendo las escaleras del avión para refugiarnos en los pasillos del aeropuerto. Una vez en las colas del control de pasaportes, pudimos medio entrar en calor. Pues ya que hace este frío, que nieve, decía yo. Tú no sabes el frío que hace cuando está a punto de nevar. Me encogí de hombros. Yo quiero ver nevar en Londres, insistí. Qué perra te ha cogido con eso. Sacamos los billetes de tren, (Stansted Exprés),  y en media hora llegamos a Liverpool Station. Nada más salir de la estación para coger el taxi que nos llevaría al Montana Hotel, (soy asidua de este hotel en South Kensington, cerquita del Museo de Historia Natural), miré al cielo. Ni una nube. Miré al suelo. Ni una mota de nieve. Pues ya que hace tanto frío... Qué pesada. 

Amaneció la mañana del 3 de Febrero sin una sola nube en el cielo. Un sol espléndido se colaba por los ventanales de nuestra habitación. No, Isa, no va a nevar, me dijeron al unísono mis tres compañeras de viaje. Camino de Leicester Sq, (parada obligada para los amantes de los musicales que quieran conseguir entradas low cost), recordé las palabras del biógrafo Peter Ackroyd: la capital británica posee la forma de un joven con los brazos abiertos en un gesto de liberación... fresco y recién despierto. 
El sol cegaba nuestros ojos durante el paseo por Charing Cross, Trafalgar Sq y el Strand (Recuerdo que mi paseo por el Strand fue el arranque de mi apasionamiento por Londres, escribió Henry James), camino de Somerset, donde íbamos a ver una exposición de cuadros de Van Gogh y Manet, entre otros, y el frío nos hacía saltar las lágrimas. ¿Cómo podía hacer tanto frío y no nevar? Dos nubecillas cruzaban el cielo. Se burlaban de mis deseos. La exposición fue una maravilla, by the way. Proseguimos camino por la City, frente al Palacio de Justicia, le hicimos la justa reverencia al Dragón, alzamos la vista hacia la cúpula de St. Paul, visitamos la tumba del capitán Smith, (el de Pocahontas), en St. Mary Le Bow y tras hartarnos de ver hombres enchaquetados, (algunos visten el traje que da gusto fotografiarlos), nos dirigimos al mercado de Lidenhall. Una maravilla. Cuando el hambre devoraba nuestras entrañas, andábamos muy cerca de la Torre de Londres y el Sol seguía guiñándonos desde el otro lado del Thames. 

Con la tripa llena, y camino de la Tower Bridge, (incontables las veces que he estado frente a ella), y tras el saludo al Beefeater de la puerta de The Tower, recordé el dictum más famoso que se ha escrito sobre la capital británica, y que pertenece a Samuel Johnson: Cuando un hombre se harta de Londres es que está harto de la vida, pues en Londres se encuentra todo cuanto la vida puede proporcionar. Londres todo lo contiene y todo lo encierra. (Como podréis comprobar, apenas había una nube en el cielo. De nieve, pues, nada de nada. El helor se nos colaba dentro, a pesar de las capas de ropa térmica, de los gorros, guantes y orejeras). Un paseo por Southbank y su catedral gótica, una visita al Globe de Shakespeare, un saludo a la Tate Modern, un cruzar el Millenium Bridge, y junto a St. Paul cogimos el 15 para desplazarnos hacia una de las zonas de comercio más caros de la ciudad: New Bond St. Nuestra meta, si había alguna aquella tarde era compramos una caja turquesa en Tiffany´s. ¿Y la joya? Bueno, hay que empezar por algo, ¿no? Llegamos a Tiffany´s, donde convergen New Bond St. con Old Bond St. y Tiffany´s estaba ya cerrado. Nos hicimos una foto emulando a la Holly Golightly de Truman Capote, o más bien, a Audrey Hepburn en la película, pero no queráis verla, sólo se parece en las letras del establecimiento. Un paseo por Burlington Arcade hacia Picadilly, es obligatorio y luego, la merienda estrella en el Café Nero: Tarta de queso de tres chocolates, trufa y galleta con Café capuchino macchiatto y un buen chorreón de caramelo y canela, con un toque de vainilla en polvo, mmmm. (Es un capricho que tengo siempre que vuelvo a Londres, sea la época del año que sea). 
Durante el paseo hasta Picadilly Circus, nos encontramos con algún caricaturista, y no pude evitar acodarme de lo que Leandro Fernández de Moratín contaba sobre ellos en su libro Apuntaciones sueltas de Inglaterra: Las caricaturas inglesas son muy divertidas, hay tiendas en Londres que pueden lalmarse almacenes de ellas, tal es su abundancia. 
Es noche cerrada y apenas son las siete y media de la tarde. Ni rastro de nubes. Se divisa alguna estrella suelta entre las luces de neón, muy arriba, donde la vista apenas llega. No conseguimos entrada low cost para ningún musical, el precio mínimo estaba en 68 libras, y lo dejamos para el sábado, a ver si había suerte, pero tan cerca del teatro Prince of Wales en Coventry St, y con frío de bajo cero, ¿cómo no acercarnos en el momento en que todos entraban, a probar suerte? Podría llamárseme loca, o ilusa, pero aún así, había que intentarlo, ¿y si quedaban butacas vacías y las dejaban a un precio ínfimo de última hora?. La jugada nos salió infinitamente mejor de lo que podría esperarse. Cuando nos dábamos por vencidas, aparecieron cuatro entradas, en el patio de butacas, a apenas 7 filas del escenario, (podíamos ver el paladar o la campanilla de los actores cuando bostezaban en el proscenio), por 34 libras cada una. 

El musical: MAMMA MÍA. (De acuerdo que lo he visto ya dos veces anteriormente, pero fue en español, en Madrid y Málaga, y déjenme decirles, que no es lo mismo oír las canciones de Abba, (por muy bien versionadas  que estén), en inglés que en español). Terminamos la noche bailando y cantando con el resto del público Waterloo a todo pulmón. Oh, cuánto disfrutamos la noche, (soy una auténtica fan de Abba, de esas que tienen todos sus discos y se saben todas las letras, y tienen vídeos y conciertos, y se queja de no haber podido disfrutar de un concierto suyo en directo), que no acabó en el teatro, no, terminó como siempre, en Picadilly, Shafestbury, Regent St... y toda esa zona que tiene un encanto nocturno especial, aunque esté abarrotado de gente. Cuando cerramos las cortinas de la habitación, la Luna no tenía cerco. Me quedé dormida enumerando los musicales que he visto en Londres: Wicked, Hairspray, Legally Blonde, Ghost, Grease, Mamma Mía, 80th Anniversay Theater Apollo... y de repente, soñando con la nieve hasta el amanecer. Cuando sonó el despertador, sobre las 7:30, el sol se colaba entre las cortinas, el día amaneció absolutamente despejado, pero el frío era aún más intenso que el día anterior. ¿Era eso posible?

To be continued... 



Entrada dedicada a Patri, Bea y Cris. 
I.M.G.



16 comentarios:

  1. Isa, alguna vez tenemos que ir juntas a Londres. Se me ponen los dientes de a kilómetro cada vez que leo tus estupendas crónicas.

    besicos

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  2. Lolilla, lo mío con Londres es una historia de amor de esas de cine. Siempre vuelvo "at home", en una de estas, a ver si me acompañas.

    Besitos

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  3. ¡¡Me gustó tu viaje!! ¡Me habría gustado acompañarte... reservastes el tren desde España o allí??? No me has puesto casi nada de las obras de Vincent y de Manet... me muero por saber más!! Bss

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  4. Querida MariCari, la verdad es que no pensaba contar al detalle mi viaje, porque he ido tantas veces y os he contado tanto sobre Londres, que esta vez sólo quería contar que yo quería que nevara allí, que nunca en mi vida había visto nevar y quería que al ser algo especial ocurriera en mi ciudad favorita, pero se me fue de las manos, jajaj.
    El tren desde Stansted a Londres no hace falta reservarlo desde España, allí mismo en el aeropuerto, junto a la puerta, puedes sacar el billete del tren o del autobús, yo siempre que llego a Stansted cojo el tren porque me gusta más, aunque la diferencia de precio con el bus es considerable, casi el doble. El tren se coge allí mismo, bajando unas rampas hacia la estación subterránea.

    A la exposición debería dedicarle una entrada completa. Lo haré después de escribir la segunda parte en la que contaré si me nevó o no, jejej.

    Besitos

    Isa

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  5. Me gusta nuestra coincidencia de sentimientos por Londres, Isa; aunque yo apenas he podido ir por allí.

    Me eduqué en un colegio inglés en sudamérica, con lo que aprendí a cantar el God save the Queen antes de aprender a leer y escribir.

    Me ha encantado tu crónica.

    Un abrazo.

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  6. Mi querida Isa:
    Tus entradas viajeras siempre me hacen sentir tanta nostalgia... ¡Cuanto desearía ir a Inglaterra tan si quiera a oler el suelo británico! ¡Tan sólo eso!
    Tu pasión por la bella Londres me recordó tanto a Lo Que El Viento Se Llevó, en concreto a Scarlett quien declaraba que resolvería volver con Rhett volviendo a su amada Tara.

    Amiga, me encantan tus fotografías, aunque pocas pero espléndidas. Tan bella tú al frente de los teléfonos, jeje.

    No sé si ya te lo conté algún día...: me fascina incondicionalmente ABBA. Más que asunto de gustos, es un legado familiar. Me hubiera encantado ver ese musical (En Inglés mucho mejor, claro. No tiene punto de comparación).

    Por cierto, yo también quiero ver esa exposición de Manet y Vincent completica, por favor, :D

    Un abrazo y un placer dejar mi granito de arena y caminar por tus senderos de nuevo, querida Izzy.

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  7. Estupenda la crónica, Isa. Pensar que la gente daría cualquier cosa por ver a Londres con sol, y tú... A mí la nieve me dejó "varada" en Londres y casi paso sola unas fiestas de Navidad. Yo, al contrario que tú, miraba el cielo esperando que se abra.
    Besitos mexicanos, Andrea

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  8. Qué manera de ponerme los dientes largos, Isa, eso no se hace... ¡Es broma! me gusta leer tus crónicas por lo menos durante un ratito me siento allí.

    Besitos

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  9. Me habría gustado que mi colegio hubiese sido inglés, Pedro, o más bien que el Siurot, el colegio en el que me crié, hubiese sido bilingüe. Mi pasión londinense creció conmigo, y la primera vez que vi el Big Ben, confieso que lloré. Ahora somos amigos, o amantes secretos, no logro diferenciar una cosa de la otra cuando se trata de mi reloj favorito.

    Un abrazo

    isa

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  10. Mi queridísima Lady Jane, qué honor que me compares con mi heroína favorita, con perdón de Lizzy Bennet. Ya sabes que Lo que el viento se llevó es mi película de entre las películas, the Big One. Gracias, me ha hecho mucha ilusión la comparación.
    Sé que no soy muy dada a colgar fotografías, es que soy un desastre con esto del blog, me quitas de las cuatro cosas sencillas y me pierdo. Hice unas 800 fotografías, y eso que vuelvo a Londres un par de veces al año, jajaj, pero siempre hay rincones que fotografiar, y a veces, hasta los mismos, son distintos cada vez que se vuelve, porque una tampoco es la misma cada vez que va o viene.
    Desconocía que tú también fueses fan de Abba, debería dedicarles una entrada, ¿no te parece? Pero no sé si sabría por dónde empezar... deberían volver a hacer una gira, y tú y yo iríamos juntas, eso puedes apuntarlo, querida.
    Hablaré de la exposición, I promise.
    Besitos, y gracias por caminar conmigo. You´re great, darling.

    Isa

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  11. Andrea, yo he estado en Londres en primavera, en verano, en otoño, en invierno, en época de temporal de nieve, etc, y siempre siempre siempre ha lucido el sol la mayoría de los días, para mí lo raro es ver otro tiempo en Londres, jajaja, si apenas me ha llovido un par de veces en todas las veces que he estado... en mi memoria, el sol siempre brilla en Londres. ¿Y la niebla? Será cosa antigua, pero jamás la he visto por allí, ni siquiera a orillas del Támesis.

    Ya te he contado el final de la historia, pero podrás leerlo en breve.

    Besitos y ahora voy para tu blog.

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  12. Gracias, Elysa, es lo que pretendía, que durante un ratito, viajáseis conmigo.

    Un abrazo

    isa

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  13. Vaya super viaje que te has pegado!!!!
    A mi Londres me gusta con solín :) es mas alegre
    Espero la continuacción de tus aventuras ;)

    besines!

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  14. Oh, amiga, por supuesto que deberías dedicarles una entrada a Abba solo para ellos. La vería mil veces.

    Wow, ¿800 fotografías? Yo apenas saco 100 cuando voy de paseo... jeje. Pero, sin duda, han de ser geniales. Me encantaría verlas. Bueno... comprendo que no seas dada a colgar fotos en tu blog. Será en otra ocasión. Aunque... si nevó en Londres, esas fotografías, si las subes, ¡no me las pierdo por nada!

    Gracias a tí, amiga. You're even greater, sweetheart.

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  15. A mí también me gusta el sol, vivo en Málaga, (La costa del Sol), pero lo tengo unos 340 días al año, y por una vez, yo quería ver nevar... Aquí, en mi tierra no nieva nunca. Todos recuerdan una nevada de hace 50 años, pero nunca más volvió a nevar en la capital...
    Pronto continuaré con la segunda parte. Gracias y besitos

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  16. Lady Jane, hecho, le dedicaré una entrada a Abba en el próximo mes. Será difícil condensarlo todo en una entrada, pero lo intentaré. I promise.

    Me gusta mucho la fotografía, creo que he tenido como 4 cámaras distintas en apenas seis años, y en cada viaje hago mil fotos aproximadamente, aunque este verano en Italia llegué a las 1300, jajaja.

    Subiré fotos de Londres nevado, no te preocupes, verás alguna ;-)

    Besitos, darling, you´re even greater too.

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