 |
Club de lectura "Las hijas del Caníbal" de Málaga |
Esta mañana tuvo lugar una charla entre tres de los autores de "puntoyseguido", el grupo literario al que pertenezco, y el antiguo club de lectura María Zambrano, desde hoy conocido por club de lectura "Las hijas del Caníbal", en honor al primer libro que leyeron juntas, de Rosa Montero.
En la fotografía Loli Pérez, Mauricio Ciruelos y yo, (Isabel Merino), con las componentes de dicho club, en una sala de la Junta de Distrito del Ayuntamiento de Málaga, de la zona de Huelin. El encuentro tuvo lugar a las 9:30 de la mañana, de este martes 15 de noviembre, y duró hasta pasadas las doce.
Una vez ubicado el encuentro, en hora y lugar, y presentadas las partes, pasemos a relatar una mañana entrañable, divertida, locuaz, literaria y amistosa.
Mari Paz, la moderadora del grupo de más de doce mujeres, dio comienzo a la charla sobre nuestro libro "Cuando vivíamos aquí", presentándonos. La mayoría nos había conocido en la presntación de nuestro libro, el pasado 30 de septiembre, y confesaron que había sido una de las mejores presentaciones a las que habían asistido. A todas ellas, gracias, por haber estado, por haber comprado el libro, y por sus palabras. Sigamos. Les pregunté, en un momento de la charla, si coincidía lo que les contamos que iban a encontrar en el libro, con lo que han encontrado, una vez leído. Casi al unísono, respondieron que sí. Que no les habíamos vendido "la moto".
 |
Libros de puntoyseguido
Cuando vivíamos aquí y álbum de familia |
Se trataba de la primera vez que este club de lectura se atrevía con un libro de relatos. Lo encontraron más íntimo que una novela, a describir en términos generales, como un libro lleno de sentimientos, donde éstos priman sobre las historias o los personajes, y que esa era la principal diferencia que encontraban con las novelas que suelen leer. Hablamos sobre la importancia de los relatos en la época actual, y de cómo en USA o Inglaterra, tienen un peso similar al de la novela, cosa que aún no ocurre en España. Las editoriales, aunque empiezan a mojarse en este sentido, y también los lectores, suelen ser aún reacias a publicarlos, y por ello, en sus catálogos, el 90% son novelas.
Tratamos de responder a todas las preguntas que surgieron de la lectura de nuestro libro, por parte de cada una de las lectoras, y a la vez, procuramos hacer nuestras propias preguntas, para que el encuentro fuese más dinámico, un tú a tú. Ellas habían sido invitadas a "nuestra casa", entraron en nuestras habitaciones y se acomodaron en ellas durante el tiempo que duró la lectura. Ahora nosotros, éramos los invitados. Sin duda, nos sentimos acogidos y cómodos, y con deseos de volver. Incluso hubo un desayuno. Los termos de té y café, el azúcar, los vasos de plástico, los tuppers, los sandwiches, la mermelada, el aceite de oliva y el foie gras, se hicieron con la mesa, y se devoraron cual banquete presentado para nuestra Ingeborg Stenkilsson del relato Paladar del libro. Dimos gracias de tener la capacidad de poder saborearlos, cosa que no le ocurría a la princesa del cuento de Pedro Rojano.
Entre los puntos débiles del libro, estuvieron todas de acuerdo en que el relato con se cierra, no es el adecuado, por dejar un gusto amargo en el lector. Alguna lectora nos dio su punto de vista referente a las ilustraciones, ya que a su entender, eran demasiado trágicas y algunas no habían captado la esencia de los relatos. Alguien comentó que los microrrelatos no le convencían, y otra, que no eran los adecuados para el baño.
¿Qué relatos gustaron más? Ahí cada lectora tiene su visión. Somos 7 autores, son muchas historias, y cada una es especial por una u otra razón. Se habló mucho de Camino Bravo, de Hermanos, Soldado, Alcoba con vistas, (historia relacionada con el dicho de Loja, en que se basó el relato: "En Loja, la que no es puta, es coja"), Se acabó el aire, Los perros están dormidos o Sin horizonte. Es curioso que encontraran diferentes los relatos de Andrea Vinci, como si hubiesen captado que es argentina y no española, por algunas palabras sueltas, o alguna construcción de frases, en sus relatos. Mari Paz comentó que había notado cierta influencia de Borges o Cortázar en los relatos de nuestra Andrea, que ahora vive en Méjico.
Les preguntamos, qué orden habían seguido para leerlos, ya que se ofrece al lector, la forma lineal, por habitaciones o por autor. Al final, ganó la forma clásica y todas siguieron el orden lineal, de principio a fin. Nos resulta curioso, que aunque se nos den varias formas de hacer una cosa, en este caso de establecer un orden o un criterio a la hora de leer unos relatos, se escoja siempre la forma clásica de hacerlo.
Nuestras lectoras establecieron un criterio, tras leernos, del perfil de cada uno de nosotros, o la parte que aportamos al libro, así Mauricio es el más desgarrador, yo soy la romántica, Loli la erótica, Inmaculada la más familiar, Andrea la más fantástica, etc. Lo curioso, es que parece que acertaron.
Los finales abiertos sigue siendo un tema a debatir cuando se habla de relatos y el cómo un relato se termina entre el escritor y el lector, y cómo para cada lector la historia que se cuenta o el final que se describe, es distinto. En Hermanos, algunas lectoras, vieron ternura y esperanza. Otras, vieron maldad y astucia. Todas recordaron alguna mirada con mi relato Aquellos niños de las ventanas, que quedó resumido en una frase de una canción escrita por Sabina, (Peces de Ciudad), que dice que "... al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver". Subrayo la frase, y la acepto como esencia mi relato, donde también quería dejar patente que los ojos de la vejez, de la experiencia, son más sabios, y ven más allá, que unos ojos enamorados de la adolescencia.
Sin querer, y porque forma parte de nuestro corto bagaje como escritores, se habló también de nuestro primer libro, "álbum de familia", que aún no han leído. Les sugerimos leerlo en el blog "Retokes", de Mauricio Ciruelos, donde se puede acceder a los 6 relatos por completo. Hablamos de la evolución en dos años, que hemos encontrado entre uno y otro libro, y de cómo la reescritura es la verdadera escritura, y de la diferencia entre comenzar un proyecto de cero, o seleccionar relatos, entre los ya escritos, para adaptarlos a un proyecto.
¿Cómo un escritor varón puede escribir un relato en el que la protagonista, y/o la voz narradora es una mujer y que el lector llegue a pensar o a imaginar que quien lo ha escrito es una mujer, o viceversa? Eso se preguntaba alguna de nuestras lectoras. El trabajo del escritor es ese, que no se note. Que sólo se vea la historia, y que sea esta la que se vive. Evidentemente hay mucho del escritor en sus escritos, pero justamente eso, es lo que debe ser más sutil, estar más escondido, ser más difícil de ver, o incluso ser absolutamente invisible para el lector. En mi caso, suelen decirme que estoy reflejada en Blanca, mi protagonista de Camino Bravo, sin embargo, sólo coincido con ella en algún que otro pijama, y en algún sentimiento que no destaco por encima de otros, y del que sólo doy alguna pincelada. Yo me encuentro más en Aquellos niños de las ventanas, por ejemplo, pero no por una coincidencia de historias, si no por cómo magnificamos el pasado o idolatramos a alguien que perteneció a él.
Se comentó también que existen diversas coincidencias entre los relatos, y nos preguntaron si había sido a conciencia o si se trataba de casualidad. La respuesta fue que no habíamos sido conscientes hasta la relectura del libro completo, en el orden en que se ha editado. Somos 7 escritores que llevamos varios años juntos, que nos reunimos semanalmente, que trabajamos juntos, que nos corregimos, que nos sugerimos, que comentamos a diario en nuestro foro privados, que somos amigos. La influencia es lógica, y las coincidencias también. ¿Casualidad? Puede ser, yo prefiero pensar que todos juntos formamos la unidad que somos.
Al hablar de libros y de literatura es obvio que se hablen de otros libros y de otros autores, y no sólo a nivel comparativo, si no, porque todos somos lectores y a los que nos gusta leer, nos gusta compartir experiencias vividas entre páginas, y comentar o cotillear sobre esos personajes que una vez se quedan con nosotros, lo hacen para siempre. Ian McEwan, Jane Austen, Kazuo Ishiguro, García Márquez, Cortázar, Borges, etc.
Hubo momentos dedicados también a mi ciudad fetiche: Londres. Tuvimos la suerte de contar con Loli, que vivió más de 40 años en esa ciudad y que me deleitó con algunas anécdotas, y me mostró algún paseo que debo hacer cuando regrese en enero. También hablamos de Chawton, de Jane Austen, de mi blog y el por qué de su nombre, de los blogs de mis compañeros: Cafeteando con Loli, Retokes, etc. Y, cómo no, del Festival Eñe, del que pronto tendréis noticias a través de mis crónicas. Qué placer tan intenso conocer y escuchar a Ana María Matute. Qué divertido y enriquecedor, volver a coincidir con Esther Tusquets. Pero de eso, ya hablaré otro día. Esta entrada es para este grupo de mujeres, amantes de la literatura, que hoy eligieron el nombre para este club en el que llevan 4 años, y que alguna vez, fue el Club de lectura "María Zambrano", cuando el Ayuntamiento, aún dedicaba parte de sus presupuestos, a fomentar la lectura en esta ciudad en la que tan poco se lee.
Salimos muy contentos del encuentro, en el que se habló durante casi tres horas, que se nos hicieron cortas. Agradecer la amabilidad y la entrega con la que nos recibieron, y también los regalos que recibimos, aparte de su visión de nuestro libro, de sus comentarios, su lectura, etc, tuvieron el detalle de regalarnos unos separadores de libros preciosos, que sin duda, nos acompañaran siempre, en la lectura de nuestros libros.
Con lectoras así, con personas así, con mujeres así, dan ganas de seguir escribiendo, y se soportan todos los sacrificios hechos para que nuestro libro viera la luz. Esta mañana, ha sido uno de esos días, que dan sentido a lo que literariamente hacemos. Nuestro libro se encontró entre sus escritores y sus lectores, y salió vencedor, a hombros por la puerta grande. De eso se trataba. Hoy, más que ningún otro día, nos hemos sentado en nuestros escritorios, con ganas de escribir.
A "Las hijas del Caníbal": GRACIAS. Espero vuestros comentarios, sobre todo lo que se ha dicho o vivido y no está escrito, o sobre cualquier cosa que queráis añadir, sugerir, o criticar. Todo cabe. Gracias por el cariño y las risas. Por el desayuno y el regalo. Por vuestras lecturas. Por todo.
I.M.G.