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domingo, 3 de julio de 2011

Londres (24-27 de Junio) 2ª parte - (Musicales)

Soy aficionada a los musicales, ya lo he dicho, y soy fan del musical Wicked, también lo he contado, pero no he contado, probablemente, que el sábado, antes de ir al centro de exposiciones Proud Chelse, en King´s Road, a ver la exposición de fotos de Audrey Hepburn, volví, como hago cada vez que vuelvo a Londres, al teatro Apollo Victoria. Era mediodía, no había función aún, ni había llegado nadie, sólo las taquillas abiertas y cómo no, la tienda de merchandising. Es cierto que tengo todo lo habido y por haber de este musical, pero siempre queda algo, siempre hay algo nuevo, por eso vuelvo. Tuve la suerte de ver el musical interpretado por la gran Kerry Ellis, (teneis que oir versión rockera de Defying Gravity y de su I´m not that girl, con el guitarrista de Queen... una absoluta pasada). La última vez que estuve en este teatro fue cuando estuve en la celebración de su 80 aniversario, hace apenas unos meses y pude disfrutar de la actuación de varios musicales condensados en un gran musical especial, con todos los grandes sobre el escenario y a la salida... el gran Oliver Tompsett, (mi Fiyero de Wicked del 2009), se prestó a hacerse unas fotos con nosotras. ¡Dios, qué emoción! Es guapísimo, altísimo, simpatiquísimo y todo lo acabado en ísimo que os podais imaginar, y todo bueno, claro. Esta vez no andaba por allí.


Dejo el musical de Wicked, (insisto en que debeis oir su B.S.O. porque es la mejor, a mi parecer, de todas las bandas sonoras de musicales. Qué grande Idina Menzel y qué grande Christine Chenoweth, (a las que pudeis ver en la primera temporada de Glee, como artistas invitadas, y a Christine también en la segunda, si sois seguidores de la serie). A lo que vamos, me quedé en el musical de Ghost. Así que sigo donde lo dejé:



Cuando la película Ghost se estrenó, en los noventa, fui a verla al cine con unas amigas. Creo que fui la única a la que le encantó la película. Me consta que la historia gustó a todas, pero el final... para unas románticas como éramos las chiquillas de entonces, pues nos dejó algo frías, aunque así es la realidad cuando estas cosas ocurren, ¿cierto? Fría como un témpano de hielo, si se me permite la manida expresión. Patrick Swayze, (D.E.P.), Demi Moore y Whoopy Goldberg hicieron un trabajo magnífico e hicieron de esta película, un clásico que aún hoy nos sigue emocionando, (al menos a mí, que aún se me ponene los vellos de punta cuando Sam le dice a Molly: No sabes cuánto amor me llevo...).



El caso es que el año pasado, antes aún de saber que Matthew Fox, (Jack, mi gran amor de LOST, que aún anda en carteles londinenses repartidos por toda la ciudad), interpretaría un papel en un teatro del West End durante 3 meses, supimos que Ghost sería llevada al teatro en formato musical. Ya entonces supe que iría a Londres a verlo. Seguí un poco los castings y Oliver Tompsett (mi Fiyero), tenía todos los papeles de obtener el papel protagonista, sin embargo finalmente se lo llevó Richard Fleeshman, quien trabajó con Elton John siendo muy jovencito y al que ya pude ver interpretando el papel de Warren en Legally Blonde. Si quereis saber más del musical, os dejo la página web: http://www.ghostthemusical.com/. El caso es que el viernes 24 fue el estreno y el sábado 25, el primer sábado de estreno, y por lo tanto el sábado más importante para el musical, y allí estábamos nosotras, (gracias a la chica inglesa que ceceaba), y todos los que también tuvieron la suerte de conseguir entradas para este día.



No se permiten hacer fotos ni grabar videos en los musicales, por lo que no puedo dejar aquí ninguna muestra de lo que disfruté aquellas horas en el teatro Picadilly, donde el año pasado vi Grease. Me pareció una puesta en escena fantástica. Unas actuaciones excepcionales. Un decorado increíble y unos efectos especiales fabulosos. No sé si usar grados superlativos para todo, porque es lo que me sale al recordarlo. La canciones del musical están compuestas por Dave Stewart de Eurythmics y he de decir que ha compuesto una gran banda sonora, que aún no está a la venta, pero que estará disponible en apenas un mes. Os la recomiendo absolutamente, tanto como venir al teatro a ver el musical, que sigue fielmente el guión de la película original. Del merchandising me traje una camiseta en la que podía leerse la palabra Ditto (Idem).


Me gusta saludar a los actores cuando termino de ver una obra de teatro o un musical, y a los músicos, si acudo a un concierto, por lo que nos acercamos al backstage a darle la enhorabuena a los actores. Saludamos a Andrew Langtree, en primer lugar, que hace el papel del traicionero amigo y malvado Carl. Andrew trabajó antes en Mamma Mía. Es más bajito de lo que parece en escena. ES un actor fantástico, al que no había tenido ocasión de conocer antes. Después saludamos a la famosa Sharon D. Clarke, que también actuó en el musical Hairspray (muy recomendable y divertido, aunque ya no lo están dando en Londres). Richard Fleeshman no se hizo esperar demasiado. Salió con su enorme sonrisa blanca y sus músculos al aire, con una minúscula camiseta y un corte de pelo que le favorecía más que el que lucía en Legally Blonde. Estuvo simpatiquísimo y muy cariñoso. ES un dulce de chico. La última en salir fue Caissie Levy, que también trabajó en Wicked y en Hairspray. Una chica dulcísima con una voz espectacular. El papel protagónico de Molly le quedaba con un guante. Me convenció absolutamente de que las comparaciones son odiosas y que no era comparable a Demi, si no, que una fue la reina de la pantalla en su película, y ella en su teatro. Encantadores todos. Un aplauso, por favor.



La noche de sábado londinense hay que vivirla en los alrededores de Picadilly, Shafestbury, Leicester Sq, Soho, etc. Ahí es donde se concentra una gran masa de viandantes, de gente que espera para entrar en locales nocturnos, de turistas, y de gente que va de marcha pero hace una primera parada por allí, también estamos todos los que salimos de los musicales del West End. Para un turista, quiera ejercer de ello o no cuando estoy fuera de España, lo soy, ver desfilar la moda autóctona londinense es para sentarse en una esquina y no parar de hacer fotos y hacer un catálogo de moda hortera para guardar y visionar, por si algún día llegara a España, decir ellos lo fueron primero y que nosotros simplemente nos dejamos llevar, como ocurre con la globalización, que todos se dejan llevar y al final todos son iguales. Algo parecido. Aquí ocurre como en el teatro, no hice fotos, todo lo guardé en mis pupilas, en mis retinas, y en todo el globo ocular, si se me permite la exageración. Sin duda, aún no estamos preparados en este país para que este tipo de moda nos pase desapercibido o la tomemos como algo normal. NO es por ser criticona, ni lengüetona, pero... mi boca parecía la del cangrejo Sebastián en la Sirenita, como si mi mandíbula se descolgara con cada modelito que aparecía delante de mí. El centro de Londres era una auténtica pasarela de moda hortera nocturna, pero por otra parte, mi admiración para con ella, pues a nadie le importa lo que piensa nadie y todo el mundo va a su bola. Y ese tipo de libertad, que de algún modo lo es, sin duda es de admirar.



Como no soy asidua a locales nocturnos, ni a discotecas, ni iba vestida para la ocasión, (aunque según lo que acabo de contaros, podría pasar hasta desapercibida con mi pinta de excursionista en una discoteca de moda), según mi criterio malagueño, pues nos dedicamos a "tiendear". Hasta las doce de la noche, puedes hacerlo sin problema, en el centro. No os perdais HMV, (que tiene salida a Trocadero), si os gusta la música y el cine, suele haber ofertas increíbles. Yo peco siempre. Y cómo no, los paseos, los paseos por Londres, de día o de noche... qué delicia... cuántos personajes para libros, cuántos relatos se escriben en sus calles, bajo sus farolas, junto a sus monumentos, en las esquinas de sus librerías, en los puentes que cruzan el Támesis... en el metro...



Volvimos tarde al hotel. El hotel garantiza el sueño. Dormimos formidablemente. Hasta las ocho, hora en que sonó el despertador anunciando el gran día, Domingo 26 de junio, día del concierto de GLEE en el O2 Arena. Pero eso ya os lo cuento otro día.




Continuará...






I.M.G.