Mostrando entradas con la etiqueta Festival Eñe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Festival Eñe. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de noviembre de 2012

No-crónica del Festival EÑE 2012 - Madrid

Después de asistir durante dos años consecutivos al Festival Eñe de Madrid, y publicar las crónicas en este blog, puntualmente cada noviembre, este año, ha sido diferente. Este año no acudí a Eñe.

Estuve en Madrid, sí, todo el fin de semana del festival, y estuve en Eñe, sí, también, pero especifiquemos, sólo estuve en el hall de entrada. Llegué incluso a pisar el bar-restaurante, (al día siguiente), y como en años anteriores compré un libro en la librería Antonio Machado, a sus puertas. (Para los curiosos, compré: Mr. Gwym, de Alessandro Baricco). Pero no hubo más. Este año, me quedé a las puertas de Eñe. 

Es por ello que este mes de Noviembre no quise relatar nada en el espacio que siempre dedicaba a mi festival madrileño favorito, pero a escasos días de la finalización del mes, he querido dar cuenta de que este blog subsiste, y de que no me he ido a ninguna parte. Bueno, me he ido a alguna, pero no demasiado lejos. Y sí que habrá una entrada del festival Eñe en el mes de noviembre: esta. 

El círculo de Bellas Artes se engalana cada mes de Noviembre con programas como este. Yo viajo desde Málaga con el programa aprendido, lo repaso en el AVE camino de Atocha, me lo sé de memoria nada más pisar el primer escalón de la entrada al edificio. Y allí, me cuelgan mi chapa, y me cuelo, cuaderno y boli en mano, (y cámara de fotos si se tercia),  en cada una de las conferencias, charlas, talleres, maratones, mesas redondas y catas literarias,  tratando de absorber todo lo que ocurre a mi alrededor. Es un maratón en el que escritores, lectores, amantes de la literatura, curiosos, artistas, crédulos, excépticos, anónimos y conocidos, disfrutamos de la literatura, de la escritura, de la lectura, de las buenas conversaciones, de libros, relatos, poesía... de vida, a decir. 

Este año habría conocido a Luis Goytisolo, a Eduardo Mendoza, a Luis Landero, a Juan José Millás a Luis García Montero o a Elvira Lindo, entre otros. Y habría vuelto a saludar a Manuel Vilas, a Vicente Verdú...  Todos con su chapa de ponentes. El público, con su chapa de oyente. ¿De qué color me habría tocado este año? Las colecciono. 
¿Es una coma? ¿O un apóstrofe? ¿O comillas? Se habrán preguntado los que acuden por primera vez al festival, mientras suben las escaleras, y acarician esa chapa que es la entrada al mundo de las letras, a todo un mundo de letras españolas y latinas, durante dos días. En Madrid. 

En Eñe conocí a Pablo, (fotógrafo), mientras disfrutaba de una charla de María Tena, en mi primer festival. El año pasado no pudimos coincidir. Este año, los dos en Madrid, tampoco. Yo acudí al edificio por la mañana, él trabajaba en él por la tarde. Nuestro recuerdo es común: Nos conocimos en Eñe. Donde también conocí a la gran Ana María Matute, a la inolvidable Esther Tusquets, (cuánto me reí con ella), a Espido Freire, Juan Cruz, Patricio Pron, Eloy Tizón, etc etc. ¿Que con qué me quedo? ¿Aparte de con todas las anotaciones que tomé y todas las vivencias que tuve? Con la mirada serena de Ana María Matute, con su bagaje, con su inocencia y amor por la infancia, con la complicidad de los hermanos Tusquets, con el sentido del humor y la amistad de Andrés Neuman, con el cafecito de entre plantas y las exposiciones de Anagrama, con la perplejidad de Vicente Luis Mora cuando lo abordamos para regalarle uno de nuestros libritos, con la amabilidad de todos los que lo recibieron con ilusión y se interesaron por él y nuestro grupo. Con los libros que me descubrieron. Con la pasión de los escritores. Con las manos amables de María Tena. Con Bonilla leyendo sus folios. Con Garriga Vela reconociéndonos entre la muchedumbre... no hay un solo momento que no me venga a la memoria y me haga sonreír y añorar, y eso sólo me pasa en sitios donde he sido feliz y se me trata como en casa. 

Es cierto que no he estado este año en el festival Eñe, como también es cierto que lo añoré cada momento que no estuve en él. El año que viene, el mes de noviembre, vendrá cargado con entradas dedicadas a las crónicas de Eñe. El año que viene no fallaré. No os fallaré. 

Hasta entonces: Larga vida a Eñe. 


I.M.G. 

Dedicado a Inma y Loli, mis compañeras de Eñe.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Broche Final Festival Eñe 2011: ANA MARÍA MATUTE

Ana María Matute
Desde que llegué a Eñe este año, o tal vez antes, imaginé cómo sería el momento de encontrarme con Ana María Matute en persona. Aún no eran las ocho y a las puertas de la sala de columnas, en la 4ª planta, se arremolinaba la gente, (más de la que vi en todo el festival junto, de todas las edades, de todos los lugares), todos veníamos a ver, a oír, a escuchar, a aprender de Ana María Matute, (26 de julio de 1925), el asiento K de la Real Academia Española, Premio Cervantes 2010, una de las mejores novelistas de nuestro país. Un mito. Una leyenda de las letras. Ella. La única. La gran Ana María Matute. Quiero presentarla así, de manera "rimbombante", pues no merece menos. 
Llegó puntual, en silla de ruedas, empujada por su hijo. Se quedaron muy cerca de nosotras. Nos debatíamos entre mirarla y callar, o acercarnos a confesarle nuestra admiración y a retratarnos con ella. Poca gente se atrevía a dar el paso. Ella, se dejaba observar, por costumbre, absorta en sus pensamientos tal vez. Su hijo saludaba a unos y otros. Alguien se acercaba y le mostraba su cariño, ella sonreía con la mirada. Unas chicas jóvenes, se atrevieron a cruzar la línea imaginaria que situamos frente a ella, y le dedicaron unas palabras de admiración y cariño que ella recibió en silencio. Ellas nos dieron el empuje para que nos atreviéramos a ser las siguientes. Su hijo, amablemente, se ofreció a hacernos la fotografía en la que salimos Inma y yo. Es una de esas fotografías que nunca piensas que tendrás y tienes. Un tesoro. Gracias, Ana María, otra gran Ana en mi vida. 

Parte del público asistente
Cuando abrieron las puertas, un torrente de gente, (jóvenes en su mayoría), irrumpía en la sala como una presa cuando se desborda, arrasando todo el espacio. Gente de pie, gente sentada, (tuvieron que añadir una grada completa a la sala por la afluencia masiva que allí se congregó), gente apoyada en las columnas, repantingada en el suelo, apoyados unos sobre otros y en cuanto Ana María entró a la sala, ayudada por su hijo, se hizo el silencio, un silencio respetuoso, un silencio de admiración. Es curioso cómo hasta los silencios son susceptibles de distinción, y sin palabras, los reconocemos.

Nosotros, (Loli, Inma, Ximens y yo),  nos conseguimos unas sillas, en un lateral, fuimos de las afortunadas en encontrar asiento. A oscuras, con los focos iluminando a la que más brilla, tomé algunas notas. 

Ana María Matute es la novelista que mejor ha retratado los sentimientos, la orfandad, la guerra civil, la codicia, la infancia. Los niños. (Así fue presentada por Juana Salabert). 

(Ballester dijo de su obra, que cada párrafo era una auténtica joya). 

Notas:

No creo en los consejos, pero a los que tienen vocación literaria yo les diría que escribieran con voz propia en estos tiempos tan difíciles. No arrojéis la toalla, a pesar de los grandes tropiezos. Continuad. 
Escribir no es para ganar dinero ni para ganar premios. 
No envidiar a nadie ni imitar. Sé tú mism@ siempre. 
Encuentra tu voz. 

Se es de donde se quiere ser y se pertenece a quien se quiere pertenecer. 
Mi literatura es mi patria y mi mundo. 
Soy yo. Ser uno mismo
Cuando la gente escribe para ganar dinero se nota muchísimo. También cuando no hay una verdadera vocación. 
Escribir no es una profesión, es una forma de estar en el mundo. De manifestarse del mundo. 

El verdadero país de un escritor es su infancia.

Los cuentos de hadas no son para niños. 
El cine también es literatura. La literatura es maravillosa. 
En todas mis novelas existe el tiempo cíclico, siempre se retorna. 
Hay novelas que pasan y nadie se entera.
Me parece horroroso que un escritor tenga que sacar un libro al año. No se puede escribir un libro al año. ¡Qué angustia! Yo me he pasado años sin escribir un libro. 

Cuando termino de escribir un libro siempre siento pena de terminar con la historia y los personajes. Los personajes de Olvidado Rey Gudú me han acompañado durante años. 

Para aprender a ver antes hay que mirar. Hay que percibir el fondo de las cosas antes de escribir sobre algo

Mi libro La torre vigía posee una correspondencia simbólica, entre inferior y superior, blanco y oscuro, y eso se da en todos mis libros. Este libro dejó desconcertados a muchos lectores.

Cuando te vas y vuelves ya no eres el mismo, aunque sea unos meses. 

Cuando era pequeña era tartamuda, era por miedo. Luego se me pasó. (Lo dice riéndose. Todos reímos).
En toda mi obra, los desvalidos, etc, tienen una fuerza importantísima. El habla de mis personajes es muy popular y tienen dicción propia y un mundo propio. Hay que dar voces diferentes a cada personaje. 

Yo he sido muy romántica, muy tonta. De pequeña me gustaba un vecino mayor e iba al tendedero y besaba sus camisas. El amor es estimulante. 

El desconocimiento tan grande que han tenido los adultos sobre los niños es apabullante. El niño ve, juzga y tiene sus criterios. Los niños pueden ser malos, pero aburridos no. 

La censura era terrible. Encima de censores, censores estúpidos. Espantoso.

Lo que nunca voy a hacer es escribir mis memorias. No me apetece. Hay historias más interesantes que contar. He conocido a mucha gente y  me han pasado muchas cosas, pero... ¡es mi vida!

Es más difícil escribir un relato que una novela. El cuento tiene que ser como la poesía y no puede ni faltar ni sobrar una coma. El gran cuento lo escribió Chejov. Lo escribió Poe. 

Se escriba o no, uno siempre se está contando el cuento de su propia vida, con mentiras incluidas. 

Sólo los neuróticos y artistas siguen con su idea de cambiar el mundo escribiendo.

Mis primeros cuentos los escribí con 6 años. Tengo muchos lápices de colores. Escribir es una forma de pintar. 

El libro lo crean juntos el escritor y el lector porque el libro nunca es el mimo, es distinto según el lector, es lo que se llama el lector activo.

Escribir es querer vivir dentro, querer detener el tiempo. 

Los escritores deben pasarlo fenomenal. Yo soy feliz escribiendo. Me encanta escribir. 

Ya hemos hablado mucho, ¿no? (Volvemos a reír)

Si tuviera que destacar un solo libro de toda mi carrera, es una pregunta de difícil respuesta, pero yo diría que el que más quiero es Olvidado Rey Gudú. 

Para demostrar su buena memoria, de la cual no tenemos ninguna duda a estas alturas de la conferencia, a la pregunta de cuándo publicó Caballito loco, responde que lo escribió con 32, casi 33. 

Hablarle a un niño de literatura es contarle un cuento. Se le hacen los ojos grandes. Un cuento de magia. 

La memoria es una parte importante de la vida y ayuda a vivir, a comportarse. Se pueden modificar los errores gracias a ella. 

Sobre cómo surge una idea o el alma de un libro es un misterio. Puede ser una frase, un olor que te trae algo a la memoria, una sonrisa inesperada de alguien que no sonríe nunca. Mil cosas. El cómo o el por qué es algo que tú misma no sabes cómo ni por qué, aunque el por qué está más cerca. Escribir es una forma de progreso. El dolor es un gran botón o motor. La gran literatura no se concibe sin dolor. La gran literatura siempre surge del dolor. 

Cuando alguien te dice que escribes muy triste hay que contestar eso, que la gran literatura surge del dolor y no se concibe sin él. 

Una cosa es literatura y la otra es entretenimiento.

Delibes tuvo mucha influencia en mí. Tenía una gran modestia. Éramos muy amigos. Él me decía, sigue por ahí, escribe, escribe, escribe. Tú escribe y no te preocupes de la censura. Tú escribe. Y yo era una chavala de 19 años. 

Ahora no llevo libros, pero siempre he llevado, cuando joven. Cuando termino un libro siento una especie de pérdida. Cuando se está terminando deseo que no lo haga, que no se acabe. 

Tampoco nosotros queríamos que acabase su conferencia, ni el festival, pero todo lo que tiene un principio tiene un final, como estas crónicas sobre Eñe, (que a unos les habrá parecido cortas y muchos estaréis deseando que cambie de tema ya).

Qué grande, Ana María... Qué grande. Te miro y lo pienso, y lo digo en bajito. La gente se te acerca, algunos llevan libros para que se lo firmes, yo tengo en mis manos uno con todos tus cuentos, y no me atrevo a acercarme, se te ve aún más frágil bajo los focos, agotada tras la charla. 86 años, pienso. 86. Te digo adiós con la mirada. Sé que, probablemente, no volveremos a encontrarnos. Me despido. Bajo a la librería y guardo cola por si bajas a firmar en un amago de fortaleza. Somos sólo 6 ó 7 los que tenemos esa esperanza. Pasado un tiempo prudencial abandonamos la espera. Unos minutos más tarde sales en camilla del Ateneo, con mascarilla. El esfuerzo ha sido considerable. Me alegro de haber ido al servicio y no haberte visto subir a la ambulancia. Sé que estás bien. Demasiada emoción. Tu corazón grande, literario, sigue latiendo y los que te admiramos, somos felices por ello. 

Ximens, Isa, Inma y Loli

Hasta aquí el Festival Eñe de 2011 en el Ateneo madrileño. 

Además de las horas pasadas asistiendo a distintas conferencias, tuvimos la suerte de disfrutar un fin de semana de sol madrileño, de paseos por el centro de la capital, visitas a familiares, (primo, qué alegría verte) y amigos, a librerías, a barecitos, restaurantes y tabernas. Hubo, dentro de la ruta gastronómica, comida italiana, churros y chocolate madrileño, bocata de calamares  en la Plaza Mayor y risas y buena compañía por doquier. No quiero olvidarme de dar las gracias a Ximens por toda la historia madrileña que nos fue contando por cada calle y cada rincón del centro, desde Sol hasta la Almudena, desde Gran Vía a Alcalá. Pasando por la Puerta de Toledo, el bar de los ochenta en el que el chico me aseguraba que ponían Mecano, (dudamos que conociera al grupo), la calle de las posadas, el restaurante del Rey, los asientos individuales en el parque con un lector que parecía de cera, el puente de los suicidas, los antiguos palacetes, sus leyendas y la casita del Ratón Pérez. Etc.

Gracias a Loli, a Inma y a Ximens por todo. Sin vosotros, no habría habido Eñe para mí este año. Un fin de semana increíble. Literario. Como me gusta. Hasta el año que viene, Eñe. 
No hay dos sin tres. O eso dicen. 
Prefiero Creer. 


I.M.G. 
















jueves, 8 de diciembre de 2011

Festival Eñe: Conferencias y charlas de un sábado por la tarde

16h. 3ª planta. Sala de juntas. Samuel Alonso Omeñaca (451 Editores).  (Sábado 12/11/11)

451 Editores se centra en la narrativa, el ensayo y el libro ilustrado. Confronta  a tres autores en busca de editorial, pero mi paso por esta sala, apenas duró lo que las primeras palabras del director de dicha editorial: Samuel Alonso Omeñaca. 
451 Editores
La tarea del editor, por hacerla atractiva, (comentaba Samuel), es tender puentes entre el escritor y el lector. Casi todos tenemos un original en un cajón buscando un editor. Y el trabajo del editor actual no es como el del editor de los años 70, ahora uno abre un periódico y todo es económico. Debemos pensar en el coste de ese puente y en el peaje a cobrar. 
La editorial 451 apuesta por la narrativa y por la literatura contemporánea. Quieren ser una editorial de su tiempo, de leer y publicar sobre este tiempo. También apuestan por el ensayo porque es necesaria la reflexión. La novela gráfica también les interesa y apuestan por las colecciones de cómics. 
Samuel cuenta que estas son sus cuatro apuestas, la  narrativa, la literatura contemporánea, el ensayo y la novela gráfica, y cuando piensa en su proyecto editorial quiere que sus colecciones dialoguen entre sí, que cada colección tenga un vínculo. 

16:30 José Manuel Caballero Bonald y Juan Cruz. 4ª planta. Salón de Columnas. 

Juan Cruz y J. M. Caballero Bonald
Estos dos grandes escritores, se encuentran para dar un repaso a la literatura de hoy y de ayer dentro del contexto actual. El poeta Caballero Bonald, se enfrenta al editor y periodista Juan Cruz con profundidad e ingenio. Su charla no nos dejó indiferente a ninguno. 
Tuve ocasión de conocer a Juan Cruz el año pasado, cuando le regalé un ejemplar de nuestro libro álbum de familia. Le comenté entonces que el libro comenzaba con una frase suya. Le hizo mucha ilusión. Nos fotografiamos. Me dio las gracias. Ha pasado un año y aquí estamos de nuevo. 
La charla de esta tarde se inicia con la novela Ágatha, de hace 37 años, en la que se creaba un lenguaje en el que se toca la tierra y se escucha el aire. Es muy sensorial, coinciden en admitir. 
Cada cierto tiempo, un movimiento literario se agota para dar paso a otro. La propia historia de la literatura necesita abrir caminos en otros sentidos. 
¿Uno vive haciendo memoria o la memoria te sobrevive? pregunta Juan Cruz. El escritor debe tener memoria porque de alguna manera, se cuenta lo que se ha vivido, alterándolo, modificándolo y adecuándolo al propio texto, contesta Caballero Bonald. La memoria trabaja como argumento, a  veces te engaña, es muy polivalente y arbitraria.
¿Cómo se seleccionan los recuerdos que merecen o no la pena? Todo el que recuerda se equivoca. Hay recuerdos falsos y otros ajenos que nos apropiamos y ya no sabemos si hay cosas que hemos vivido o nos han hecho vivir. La literatura no es una cuestión de verdades sino de lenguaje y lo que uno utilice parta canalizar las pasiones humanas es igual que sea verdadero o falso. Lo que de verdad importa es el lenguaje. Ahora que soy muy viejo, añade, no me importa tanto el argumento sino el lenguaje. Yo me distancio de todo lo realista, prosigue, lo que cuenta la cotidiano no me interesa, eso lo puedo ver sin tener que leerlo. Lo explícito, y lo obvio, lo que cuenta lo corriente de la vida con palabras corrientes, eso, no me interesa. 

Anoto en mi cuaderno que en este festival la palabra crisis es la estrella, junto a la palabra lenguaje y literatura. No hay una sola conferencia a la que haya acudido que no se hayan abordado estos tres temas. 

Mis poemas están llenos de preguntas, confiesa Caballero Bonald, soy un militante de la perplejidad, sobre todo en mis últimos trabajos. De viejo me he vuelto insumiso, más rebelde. La poesía es un género de juventud, que es cuando se puede hablar de pasión, de amores, etc. Mayor, no hay nadie ya. Siempre ha existido una preocupación por el tiempo y por lo que éste hace. La desgana es una palabra, como veneno, que uso mucho en mis poemas. Me flaquea el ánimo con frecuencia y me dedico a la vida contemplativa. 

¿Por qué la palabra veneno? pregunta Juan. Caballero Bonald, sonríe, luego encoge los ojos, la mirada, y contesta: Yo pertenecí al grupo poético de los cincuenta. Teníamos un sentimiento de autodestrucción, de haber llegado al límite de la desgana y no querer e seguir bebiendo. Fue un final brusco y violento para muchos. De ahí el veneno. La ironía fue un truco para comentar cosas que la censura no sabía penetrar, se desdibujaba lo que se contaba, con la ironía. Yo empecé a escribir mis memoria por costumbre de vivir, por falta de imaginación. Buscaba un argumento atractivo, me aburría, hice varios intentos y me acordé de un aspecto de mi familia, muy novelero, como que cinco miembros de mi familia pasaban la vida en la cama, sin estar enfermos ni nada. Les llamábamos los acostados. Y nadie los criticaba. LA mayoría murieron en la cama. Kafka decía que Despertar es el momento más arriesgado del día. 

No importa, comenta para terminar la charla, el tiempo que transcurra en una novela, sino lo que se cuenta en ese tiempo y lo que puede ocurrir allí.


17h. Poesía y música. Manuel Rivas y César Morán. 2ª planta. Teatro Fernando de Rojas. La enigmática organización. 

Manuel Rivas
Seguimos a Manuel Rivas por las escaleras, pero luego nos desviamos hacia otra de las conferencias. Cuando salimos de la de Juan Cruz, nos colamos, a oscuras, en esta que ya había dado comienzo. Las luces estaban apagadas. Inma y yo conseguimos un sitio en el patio de butacas más central, Loli llegó más tarde y no la ubicamos. 
Manuel Rivas estaba descalzo sobre el escenario, sentado en el suelo, hablando en gallego, mientras César Morán tocaba la guitarra. Una maleta abierta, cientos de folios y una baraja de cartas se desparramaban en el proscenio. Un lamento feroz emergía de la garganta del autor. 
Palabras en vilo, en lucha contra la substracción de sentido, el virus de la desmemoria y el tormento de la asfixia. La primera existencia del lenguaje como el arte ecológico de no dominar: rumor, cántico, grito, danza, plegaria... El andar vagabundo de las palabras.  Manuel Rivas recita sus poemas mientras Inma y yo nos escapamos a hurtadillas. Loli permanece. 

Damos una vuelta por la librería, esperamos que la conferencia acabe. Loli sale maravillada. Cree que hace tiempo que no ve algo tan maravillosos. Los ojos le brillan. Inma y yo la miramos incrédulas. Nosotras no hemos disfrutado, es más, nos hemos salido a mitad de la interpretación. No entendíamos nada. A veces, me cuesta la poesía, pero en gallego, y con una interpretación algo surrealista, me cuesta mucho más. 

Esperamos a que salga Manuel Rivas para regalarle un libro de Cuando vivíamos aquí. El año pasado le regalamos álbum de familia. El caso de regalárselo este año es más cosa mía, ya que uno de mis relatos que aparecen en el libro, La torre de Hércules, nació de la conferencia que Manuel Rivas hizo el año pasado aquí en el Festival Eñe. Contó un relato de su infancia, muy cerca de la Torre de Hércules, y me dio así unos personajes y un hilo del que tirar para elaborar un cuento a mi  medida pero iniciado con sus recuerdos. Se lo conté. Buscó el cuento y me preguntó mi nombre. Loli insistió en fotografiarnos. Creo que salimos bien  :-)


Próxima entrega, la última del Festival Eñe: ANA MARÍA MATUTE (El asiento K).

I.M.G. 

martes, 6 de diciembre de 2011

Festival Eñe: Encuentro con Esther Tusquets

13:30 Sábado 12/11/11 Círculo de Bellas Artes de Madrid: Encuentro con Esther Tusquets.


Esther Tusquets en Festival Eñe 2011
Conocí a la gran Esther Tusquets el año pasado, en este mismo festival. En aquella ocasión, en esta mismo teatro Fernando de Rojas de la 2ª planta del Círculo de Bellas Artes, dialogaba con su hermano Óscar. Un año más tarde, me la encuentro sentada en primera fila, en la conferencia de Belén Gopegui. Cuando se encienden las luces y Belén se retira y llegan mis compañeras Inma y Loli, nos acercamos a saludar a Esther. No ha cambiado mucho desde el año pasado, (seguramente ella dirá que está más vieja, pero yo no lo noto, sólo en algunos pasos torpes, pero ¿acaso no los damos todos a oscuras?). Le regalamos un ejemplar de nuestro libro Cuando vivíamos aquí. El año pasado le regalamos nuestro álbum de familia. Lo acepta con agrado y se entretiene en leer la dedicatoria que le hemos escrito unos minutos antes. Me sonríe y me da las gracias. Me comenta que para febrero saldrá el libro que ha escrito con su hermano, del que habló el año pasado. (Estoy deseando leerlo). Esta vez no le pido una fotografía, le cedo el paso y se dirige al escenario. Va a comenzar la charla. Hoy responderá a las preguntas que le han hecho sus seguidores, admiradores o detractores, (¿acaso los tiene?), desde la red. 

- ¿Le interesan los libros sobre perros? 
- Me preocupa mucho el mundo de los animales, el trato de los humanos contra los animales, pero no me interesan los libros de perros. 
- ¿Con quién le gustaría tener una conversación intelectual? 
(Lo piensa un rato, divaga)  Sartre. 
- ¿Editora o escritora? ¿Con qué se quedaría si tuviera que elegir?
- Me es indiferente. Me gusta compaginar un trabajo creativo con otro muy cuidadoso y diferente. Los editores de verdad ya casi no existen. Son más empresarios. Herralde, por ejemplo, sí es un editor. A mí me gustaría que me escribieran los libros enteros. Aunque haya hecho muchas cosas, soy muy perezosa. Tengo 75 años y pienso que la vida humana es larguísima. ¿Para qué vivir tantos años? (El público ríe. Yo río. Esther tiene un humor espléndido. Me recuerda a Eugenio, que todo lo decía serio y con humor catalán. Ella es así. Aunque a veces acaba riéndose abiertamente de lo que acaba de decir y todos reímos con ella).
- ¿Existe una literatura específica para el tiempo de crisis?
- No lo creo. Depende de casualidades, de coincidencias y talentos. Influye poco. 
-¿Por qué los protagonistas de sus libros son casi siempre o siempre, mujeres?
- Por pereza. Si alguien pregunta si soy feminista, hay que decir que sí. Es algo muy personal, yo creo que las mujeres son mejores, y que no estamos en situación de igualdad. Pero nunca he estado afiliada a ningún partido feminista. 
- ¿Cuál es su mejor novela?
- El amor es un juego solitario, creo que esa es la mejor. Balada es muy pesado. GTEngo 4 libros de memorias publicados. 
- ¿Qué editorial publicará el libro que ha estado escribiendo con su hermano?
- Bruguera. Mi hermano y yo hemos tenido distintas visiones de la familia. Mi madre, por ejemplo, a él lo quería mucho, y dudo si a mí me quería algo. Cuesta creer que hablemos de las mismas personas, las visiones son diferentes. 
- ¿Qué opina de la educación actual?
- A mí me gustaría que el Ministerio de Cultura y Educación me cediera encargarme de los niños de 4 a 10 años. La educación actual es pésima. 
- ¿Le gusta el cine?
- Veo mucho cine. El otro volví a ver La Diligencia y lloré a mares de lo espléndida que es. También soy muy aficionada al teatro. El sueño eterno de Hitchcock lo he visto 20 veces. 
- ¿Le gusta la música?
- A mí me molesta la música y tampoco me gusta el alcohol. A mí me gustan las palabras. 
Esther Tusquets
- ¿Qué prohibiría?
- En España hay un gusto desmedido por prohibir. Es un vicio. Yo odio prohibir y que la gente se convierta en alguacil ayudando a montar este tipo de cosas. 
- ¿El mejor autor es el autor muerto?
- No lo considero. La valoración de las cosas es muy difícil. Los editores mienten muchísimo en el número de ventas. Dicen que venden menos para evitarse pagar los derechos de autor. Los editores no se interesan nada por los libros. He estado en reuniones en las que se interesaban más por cuándo salía la película de tal libro antes que el libro. 
- ¿Se considera famosa?
- No tengo sensación de fama. 
- ¿Ha cambiado su concepto de la familia con la edad?
- Ha cambiado el concepto tras leer el libro que hemos hecho mi hermano y yo, y he aprendido mucho sobre mi familia también. A partir de los 70 nunca te encontrarás mejor que hoy y la muerte está sentada a tu lado cada día. Si escribo otro libro será sobre la muerte y la vejez. No se sabe lo que es la vejez hasta que se llega. Están los límites de lo que puedes o no hacer y quieres defender a muerte tu independencia. 
- ¿Quién es el amor de su vida?
- Mi nieto mayor es el último amor de mi vida. Casi todas las madres están descontentas de sus hijos, y los nietos las recompensan un poco. 
- ¿Qué es lo más importante de la literatura?
- El placer que da. Sólo me merece la pena leer un libro que me haga plantearme algo, que me cambie o me enseñe algo. 
- ¿Es malo copiar?
- Lo malo no es copiar, es copiar de los escritores malos. 
Yo de los 17 a los 40 apenas escribí nada, tenía una vida en la que no me daba tiempo a aburrirme. Proust  me enseñó a entender el amor. Shakespeare es la literatura. Rembrandt es la pintura. Lo que más placer me da y sólo merece la pena, lo que me hace llorar , son los momentos culminantes de un ballet. La danza es lo que más me gusta, lo que más me apasiona. 
- ¿Qué ha producido la crisis?
- La crisis la ha producido un egoísmo tremendo, la relación de la gente con el dinero no la entiendo. Lo más importante es que nadie pase hambre. Estoy en contra de la riqueza, hay que disimularla o quitarla. Ser rico está mal. No es una cualidad. Ha de existir un mínimo de solidaridad. La vida del ser humano se valora en pesetas muy distintas. Considero que ser rico, (ostentoso, ofensivo, ridículo), es una cualidad estúpida. Yo soy derrochadora y caprichosa, (ríe y todos reímos).

ESther Tusquets
me dedica su libro
Confesiones de una dama indigna

El público sale aplaude su intervención igual que ha aplaudido cada de sus respuestas, aquí sólo he transcrito brevemente las mismas, ya que no quiero abusar de vuestro tiempo, y tampoco es lo mismo leerlo que haber estado allí. Sin duda, una de las personas por las que me ha merecido venir de Málaga a Madrid a este festival, es Esther Tusquets. 

A la salida, apoyada en su hijo, (tal vez), se acerca a la librería y toma asiento para dedicar ejemplares de sus libros. Me acerco y  me reconocer, me sonríe. He guardado cola para saludarla de nuevo. Le dejo un ejemplar de su libro "Confesiones de una dama indigna". Me lo decida. Escribe despacio, muy despacio. La observo mover lentamente el bolígrafo y como la tinta va dando forma a unas palabras pequeñas, sencillas, y una rúbrica que delata su persona. Me entrega el libro firmado y me da las gracias. Nos sonreímos y en silencio, sólo con la mirada, le digo: hasta la próxima, tal vez, el año que viene, aquí, en Madrid, en el Festival Eñe. Una vez más, me deja huella, como los grandes libros. 



Próxima entrega: 451 Editores y Jose Manuel Caballero y Juan Cruz. (La útima entrega, será Ana María Matute). 


I.M.G. 

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Festival Eñe 2011: Pareja de Baile y Conferencia.

Sábado 12 de Noviembre de 2011. Festival Eñe. (Círculo de Bellas Artes de Madrid)


11:30. 2ª Planta. Sala Fernando de Rojas. Pareja de Baile: 
MANUEL LONGARES Y JOSÉ MARÍA POZUELO YVANCOS hablan sobre los retos de la narrativa actual. 


Jose Mª Pozuelo y Manuel Longares
Madrid ha amanecido soleado, corre una brisa templada, desayunamos chocolate con churros madrileños en la Carrera de San Jerónimo. A las 11:30 estamos de regreso en el Círculo de Bellas Artes. Comienza la primera conferencia a la que hemos decidido acudir. El crítico Jose María Pozuelo y el escritor,(premio de los libreros de Madrid por su última obra Las Cuatro esquinas), Manuel Longares, charlan sobre la enorme diferencia existente entre la literatura hecha con ambición artística de la construida como fenómeno efímero de mercado.

La literatura precipita de vez en cuando a los escritores, comienza diciendo Manuel. José María lo felicita por su premio. Él contesta que los premios sin dotación son los más apetitosos. La distinción del premio es que te lo concedan. Los escritores o son literarios o no lo son. Ahora, la literatura no es de los factores que más se consideran en un escritor. Si eres literario significa que no vendes mucho, dice. 

Su libro Romanticismo fue premio de la crítica en 2002 y llegó a la décima edición, siendo considerada una de las grandes novelas literaria. Sus novelas son novelas de Madrid. Explica que no le gusta viajar, que Madrid es el espacio ideal, neutro y adaptable sobre el que escribir, ya que pasa y ha pasado el 90% de su tiempo en esta ciudad. Habla del Cronotopo madrileño y de La ciudad sentida. 

Sólo puedes hablar de la realidad, de lo que ves, lo que experimentas y sientes.  Es inevitable que metas algo de tu biografía en tus escritos, son ingredientes, o atmósferas de las que hay que servirse. No se trata del YO biográfico. Mi vida no le interesa a nadie, no se la cuento ni a mis amigos, menos aún voy a contarla en un libro. 

Un escritor es una casa que compartimos pero no del todo. El escritor no lo es si no crea un lenguaje. Tenemos que salir de una novela, y de la literatura, con una ganancia de mundo y de construcción de lenguaje, de una atmósfera que necesita ser dicha. Si sólo es una peripecia que no aporta nada, eso no es un escritor. El lector tiene que llevarse una ganancia o beneficio

A mí me interesan los géneros chicos. Si hablas del Madrid de la posguerra, entonces tienes que hablar de la revista. Hay que recuperar los géneros menores que ambienten la época que se trata de transcribir o contar. Este género necesita mucho trabajo. La literatura llega a lugares adonde nadie llega. Hay que tener una sensibilidad muy acentuada para no perderse en Historia. Hay que oír, escuchar las expresiones, la jerga, el argot . Si se escribe en tercera persona se puede uno valer de lo que dicen los demás e incorporarlos a lo que se está contando. Hay que tener habilidad de insertar y no hacer un anacrónico. El reto no es investigar o traer esas palabras sino cómo las encajas, porque te modifican el discurso. La literatura es el único lugar donde pueden sobrevivir no la lengua, ni siquiera el lenguaje, si no las hablas, los decires, lo que somos y hemos sido. La arqueología es buena si no se ve que es arqueología cuando se escribe con ella. 

La charla deriva en su última novela "Las cuatro esquinas", que ha tardado 10 años en escribir. Y prosigue hablando del cuento, del relato, de las medidas que lo diferencian de la novela corta o el microrrelato. 

El carnet de identidad del escritor es el lenguaje, insiste, si no se cuida no se es escritor. Tal vez sea un punto de vista radical, prosigue, pero es el mío. La novela de un periodista contando un suceso de la vida cotidiana eso no es literatura. Si su lenguaje no nos hace soñar no es literatura. Esta nos ofrece la posibilidad de traernos un mundo hipotético. El lenguaje con el que te comunicas habitualmente no es literatura.

La escritura tiene mucho de irracional y surgen muchos imprevistos. Uno nunca está seguro de lo que está haciendo, sólo sabe que está alcanzando un nivel. 


12:30. 2ª Planta. Sala Fernando de Rojas. Conferencia: 
Belén Copegui. Lenguaje y poder. 

Belén Copegui
La sala se llena de gente, se abarrota, Inma y Loli han salido a charlar con Manuel Lopegui sobre su útlimo libro. Han cerrado las puertas. Yo les guardo el sitio. ¿Están ocupados? Me preguntan una y otra vez. Mi abrigo sobre uno de los sillones, sobre el otro, mi pañuelo del cuello. Hace frío, pero no quiero que mis compañeras pierdan su sitio. No llegan. 

Un escritor de éxito más que relativo reflexiona sobre el no decir, sobre el tono de voz de quienes no pueden decir, o dicen que no saben o como la marquesa de Merteuil de Las amistades peligrosas, no dicen que saben. Lenguaje y poder, para que no te calles con el silencio mío. 

Belén Copegui no se quita el gorro, no sonríe, saca unos folios y los pone sobre la mesa. Comienza a leer. Sale el nombre de Jaime Puertonuevo. Y después, durante un buen rato, folio tras folio, surgen Las amistades peligrosas, y dos de sus personajes. Es un monólogo, o tal vez un género epistolar, en el que el escritor que ha escrito la carta nos habla al público, con voz masculina, aunque Belén sea la que lea. El no decir. No siempre estuve donde quise estar. Oir a los que se nos quieren ocultar. Un tropiezo, una enemistad, pueden hacer que se caiga en el olvido. 

La voz de Belén es monótona. Sigo la historia y sólo me entretengo cuando entran tres personas a escena. Caminan lentamente, se alejan del proscenio, se ponen cara a la pared. En un momento determinado, varios folios y minutos más tarde, se giran y avanzan hacia Belén Copegui. Ella les cede la palabra. Por poco tiempo. Parece poesía. Lamento. Prosigue Belén. No he contado los folios, pero debe haber leído más de veinte, ¿quizá treinta? Resultaba interesante. Al principio. Quizá también al final. Lo de en medio se me ha diluido. Prefiero las conferencias, he de confesarlo, las charlas, la espontaneidad. Ha sido una conferencia densa, necesito airearme cuando finaliza. 

Loli e Inma entran a la sala una vez que Belén Copegui se retira y encienden las luces. ¿Dónde estábais?, les pregunto. Ha pasado una hora, o más. No nos dejaron entrar. ¿Cómo? Me extraña porque se puede entrar y salir libremente de todas las conferencias en Eñe, sobre todo porque hay algunas que se pisan. Expreso deseo de la autora, me dicen a la vez. Nos quedamos sin habla. El no decir. Lenguaje y poder. 


Próxima entrega: ESTHER TUSQUETS.


I.M.G.




martes, 29 de noviembre de 2011

Festival Eñe 2011: Cara a cara y Pareja de Baile

Manuel Vicent y David Trueba "cara a cara"
19h. 4ª Planta. Salón de Columnas. Cara a Cara entre Manuel Vicent y David Trueba. (Puntos de coincidencia).


Salimos corriendo, literalmente, de la conferencia de Andrés Trapiello para llegar sin aliento al Salón de Columnas, que ya estaba oscuro y con todos los sitios ocupados. Era esta una de las charlas VIPS del día y nadie quiso perdérsela. 
Manuel y David llegaron puntuales y crearon un ambiente de camaradería todo el tiempo que duró la charla. Nadie tenía ganas de marcharse. Fue divertida. Casi de colegueo. Ambos escritores comparten varias afinidades, entre ellas el cine. Las novelas de Manuel han sido adaptadas al séptimo arte, y David a su vez ha dirigido y versionado para el cine varias obras literarias. Apenas tomé notas, me quedé de pie, apoyada en una columna, participando de la charla con una sonrisa que no me abandonó toda la velada. David hablaba de los suicidas que acuden a los hoteles para acabar con sus vidas, Manuel le respondía con otra anécdota, y así sucesivamente. David decide, una vez entrados en calor,  contar anécdotas de ambos que antes no se había atrevido a contar, como aquella en que al salir de un hotel en la ciudad condal, donde una enorme multitud esperaba la salida de Messi, alguien comentó que Manuel Vicent era el "papá" del futbolista. Algún jovencito se mofó asegurando que el padre no, que debía ser el abuelo. Manuel no se lo tomó con humor y rogó que la anécdota nunca saliera de allí, pero esta noche, David rompió el pacto, para gusto de todos, que no dejamos de reír con todas y cada una de las anécdotas que contaron, cinéfilas, literarias, alguna de Fernando Trueba o de algún otro autor con los que se juntaban en el Café Gijón. 

A la salida, me acerqué a saludar a David Trueba. Siempre me cayó bien, al igual que Vicent, pero nunca pensé que su sentido del humor, su sex appeal  y su cercanía fuesen tan acentuados. Sin duda, me ganó. (Con permiso de N.)



PAREJA DE BAILE
21h. Salón de Columnas. Pareja de Baile: Blanca Berasátegui y Álvaro Pombo. 

La directora del suplemento cultural del periódico El Mundo y el escritor, miembro de la RAE, hablan de política, (Pombo se presenta al Senado por UPD), literatura, actualidad, etc. 

Álvaro Pombo inauguró la Narrativa Hispánica de Angrama, y entre otros, ha ganado los premios Herralde y Planeta. Se siente poeta. Se declara, abiertamente, homosexual y lo primero que comenta es que todos debemos ser políticos votando y tomando partido por unos u otros. En política, uno se compromete, dice. Reivindico la acción política y estoy en contra de la subvención.  Hay que buscarse las habichuelas, continúa. La soledad es el precio de ser libre. Lo que permanece, lo fundan los poetas, esto es consistencia intelectual. 
Blanca, su pareja de baile esta noche, le acota: Estamos resignados a la mediocridad. 
Yo soy muy impuro, contesta Álvaro. Veo Sálvame. (Risas). A pesar de la edad que tengo aún te puedo dejar de piedra. Estas cosas, la telebasura, son adictivas, vicios, es como beber y fumar, cosas que yo hago. 

Blanca le pregunta por su trabajo, hace años, en la banca. Álvaro sonríe sarcásticamente y comenta que en el año 83 trabajó en el Banco Hispano Americano de chupatintas, de 8 a 15h. Era agotador, como ocuparse de drogadictos. Tanto el banco como los drogadictos son cosas agotadoras y para librarme de eso, quise ganar una beca de Don Ricardo de la Cierva y para eso dictaba. Empecé a dictar por un premio de 500.000 ptas que se daba en dos tandas, por una novela. Yo dicto porque el pensamiento se hace en la boca. Dictar es muy parecido a contar cosas. La escritura literaria española ha sido muy escrita. 

Pombo mira al techo, se rasca la barbilla, y suelta del tirón la siguiente parrafada: Pensad en el bodrio del siglo de Oro, quitad a Garcilaso y al Lazarillo y ahí teneis una prosa imposible. La prosa castellana del barroco es una especie de plasta porque se escribía en vez de hablarse. Ahora vivimos en un mundo rápido, líquido y dictar tiene dramaturgia y oralidad. Todo nace y muere hablando. Soy admirador de Henry James, que dictó sus tres últimas novelas, que son las más complicadas. Henry dictaba.

¿Lee mucho?, pregunta Blanca. Álvaro ríe abiertamente y contesta: No leo porque algunas novelas son muy pesadas, que Dios me perdone. Pero me encanta Javier Marías. Todo autor ha aprendido más que de sí  mismo. No hay posibilidad de tomar nada de nadie, salvo que seas crítico literario o profesor. El arte de escribir es el arte de contar una historia.  Se cuenta como se puede, y ya está. 

¿Está escribiendo? Pues iba a escribir sobre la vejez, porque estoy en plena vejez, (dolores, cansancio....), pero estoy escribiendo sobre los criptogatos y otros gatos. Yo me considero criptogato, aunque sea de la RAE, si rascas debajo, hay un criptogato. A mí me encanta la tele, ¿conocen la serie V? Pues yo la comparo con los criptogatos. El lenguaje es un sistema autónomo de usos que o vencen o mueren. Los de la RAE son como notarios que dan fe. Es una actividad modesta e importante. Yo soy disciplinado, trabajo con horario de ofician, impuntual, visto de manera poco convencional, voy en bici por Madrid, pero nunca he sido bohemio. Tampoco soy libertario, es inconstitucional. Tengo más fe en las instituciones que en los individuos. 

¿Cree que todo se supedita en cifras? Sí, en detrimento del arte. Si todo lo convertimos en espectáculo, rebajamos el nivel de exigencia conceptual. Eso lo comentaba Tierno Galván. El pudor es una virtud personal, como la reserva. La exposición absoluta produce una desexposición, lo cual es muy preocupante. 

Para finalizar la charla, Álvaro Pombo comenta: "Los límites de mi lengua son los límites de mi mundo". Para bien y para mal. Para bien porque vemos el mundo como hablantes españoles. Para mal porque se excluyen otras cosas u otras lenguas. 

Terminada la charla, Inma, Loli y yo, nos acercamos a charlar con Blanca, y le regalamos un ejemplar de nuestro libro Cuando vivíamos aquí. Blanca lo acepta encantada y promete hacer una reseña en El Cultural de El Mundo, que sale los viernes, (en papel) o que se puede leer en internet en la página www.elcultural.es. 



Próxima entrega: Manuel Longares y Belén Copegui.


I.M.G.





viernes, 25 de noviembre de 2011

Festival Eñe 2011 - Conferencias exprés

Festival Eñe 2011 - Viernes 11/11/2011


18h NURIA AMAT (Conferencia Exprés): Literatos o mediáticos.


Nuria Amat y Gustavo Sánchez
5ª planta. Sala María Zambrano. La última vez que pisé esta sala el año pasado, me despedía de Andrés Neuman, que cerraba, con su magestría y su gran sentido del humor,  el festival Eñe 2010. Un año más tarde, me encuentro en una conferencia exprés de la escritora Nuria Amat, que reflexiona sobre la escritura como arte, vocación y forma monacal de vida (El estilo Kafka o Dickinson). 

Nuria Amat comienza confesándose una fanática/devoradora de la buena literatura, o de la literatura que se interpreta como buena, la que deja una marca en la historia literaria. 
Ha escrito mucho sobre escritores y recomienda que para escribir bien hay dos puntos absolutamente imprescindibles: Uno es leer, y el otro la voluntad del lenguaje, no de inventarlo, si no de decir las cosas como nadie las ha dicho antes. 

Hace una distinción entre literatos, (escritura estilo Kafka o Emily Dickinson), y mediáticos (escritores que usan los medios para llegar a los lectores de la mejor forma posible).  "En mí conviven ambos", dice.  "Un narrador con éxito temprano no es conveniente porque la narrativa necesita peso, madurez, silencio, reescritura..., lo que parece contrario a la escritura de hoy", comenta. 

A Nuria le interesa cómo se llega a la escritura, aparte de con el genio. Kafka decía que para escribir necesitaba soledad. "Escribir es más que una vocación, es una mística", añade. Hay que decir menos para decir más, y para ello se necesita un tipo de vida de escritor de sótano, (silencio, soledad), y conseguir la voz personal, eso es muy importante. Necesario. Emily Dickinson pasó años en soledad, incluso se comunicaba de forma poética. Para ser Shakespeare, Dickinson o Kafka se necesita eso. 

En cuanto a las nuevas tecnologías asegura que sirven principalmente para la documentación. Se han adaptado muy bien al cine y a las formas plásticas, pero no a la literatura. "En un futuro, lo que sobrevivirá será un híbrido de sistemas literarios", apunta. Su novela, Amor y Guerra, es un desafío a las series actuales de televisión. Los best-sellers se olvidan enseguida, dice, pero los clásicos no. Si no se piensa profundamente, no se escribe profundamente. "Es muy difícil hacer novela sólo a base de silencio, soledad, trabajo y pocas horas en el ordenador chateando. Las nuevas tecnologías también esclavizan" 

Para resumir, dice: Hay que encontrar la voz, leer muchos libros y tener "Sótano". Tratar de escribir lentamente porque la literatura lenta invita al pensamiento profundo y la rápida a lo superficial. Para crear pensamiento, se necesita tiempo. 


18:30 ANDRÉS TRAPIELLO (Conferencia): Almanaques digitales.

Fernando Paz y Andrés Trapiello

5ª planta. Sala María Zambrano. Fernando Paz (La Fábrica), comenta con Andrés Trapiello (Autor de Salón de pasos perdidos), sobre la necesidad de reflexionar sobre el trabajo literario y todo aquello que lo rodea. 

No es lo mismo calendario que almanaque, comenta  Trapiello, que para hacer esta aclaración nos remite a su blog Hemeroflexia. Los diarios y los almanaques son ríos diferentes de trazados singularizados. Los diarios son o fueron, en su momento, una manera de entrar en la novela. La novela necesita un discurso, una disciplina especial, seguirla un tiempo sin que se decaiga en su curso, y el escritor necesita unos mecanismos, una cocina. Como esto le parecía muy complicado, empezó escribiendo diarios. 

"Las novelas tratan de vida y si tienes una vida, tienes una novela", puntualiza. La ficción se ordena con un sentido, la realidad no. Todos tenemos una vida y una novela que podemos contar, y éstas, las novelas deben avanzar en profundidad. No en extensión.

Como epílogo nos deja dos frases contundentes: 

Cada vida es una novela si hay detrás un novelista.

La mejor manera de hablar de uno mismo es hablar de los demás. 




Próxima entrega: Manuel Vicent y David Trueba, Álvaro Pombo y Blanca Berasátegui. 


I.M.G.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Festival Eñe - Seis Editores en busca de autor (Salto de página) 11/11/2011

Inma, Ximens, Loli e Isa
Este año, una vez más, acudí al festival Eñe de Madrid. No quiero extenderme en tantas entregas como el pasado año, así que trataré de ser algo más breve. 
Mis acompañantes este año fueron Loli Pérez e Inmaculada Reina de nuestro grupo literario puntoyseguido, y nuestro amigo Javier Ximens, del blog Montes de Toledo. 
Pasamos una mañana en Madrid, que como nada tiene que ver con el festival, no voy a relatar, pero para muestra de ella, os dejo una foto en plena Gran Vía madrileña. 

El festival comenzó el jueves 10 de noviembre, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a las 19:30, pero para nosotros comenzó el viernes a las 17h. 

Viernes 11 de Noviembre de 2011 - Círculo de Bellas Artes de Madrid - Festival Eñe.


Pablo Mazo y autores
17h Seis editores en busca de autor. (Pablo Mazo) 3ª pl. Sala de juntas.

El editor Pablo Mazo de la editorial Salto de página ha seleccionado entre más de 400 solicitudes a tres autores que defienden su proyecto literario, y los evalúa frente a frente. 
Pablo comienza hablando de su editorial, que acoge a autores españoles poco conocidos o emergentes y a autores hispanos que son conocidos en sus países, pero no en el nuestro. Salto de página se centra en la narrativa en castellano. Pablo subraya la palabra narrativa. Le interesan los textos con vocación de contar una historia. Con sencillez, recalca. Confiesa que siente debilidad por la literatura de género y que no le interesa lo convencional o estereotipado. Apuesta por nuevas voces y cede la palabra a los autores.

En primer lugar habla David Barreiro, que se define como periodista y escritor. Durante diez minutos defiende su novela y nos habla de sus personajes, la trama, la estructura, etc. Cuando Pablo le pregunta si en su novela no hay humor, David contesta que que su novela toca el género negro y que no cabe el humor en ella. Seguidamente, le toca el turno a Tomás Sánchez Hidalgo, que habla de su formación literaria en talleres como el hotel Kafka de Madrid, y durante quince minutos aproximadamente defiende su novela, que se trata de un proyecto muy ambicioso y sugerente, en propias palabras del autor, pero que a mí, personalmente me pareció bastante complicada. En tercer lugar, nuestra compañera Loli Pérez, se presentó como lectora voraz y escritora perteneciente al grupo malagueño puntoyseguido, (del cual, como ya sabéis, formo parte). Loli defendió su proyecto sobre un libro de relatos, habla de la sociedad del botón y de la inmediatez, del sentimiento sin caer en la fatalidad y del realismo sucio, con el que no trata. No aburrir, entender, transmitir emociones, eso es lo que trata en sus relatos. 
Pablo Mazo comenta que los libros de cuentos hay que trabajarlos con cuidado, y que da mucha satisfacción cuando lo editan, pero a la vez confiesa, que su editorial se ocupa más de la novela. 

Tras media hora de reunión, Pablo Mazo se despide de los autores, que le entregan una copia de sus proyectos, y promete leerlos, valorarlos y ponerse en contacto con ellos una vez tomada la decisión. Después, nos acercamos y le regalamos un ejemplar de nuestro libro "Cuando vivíamos aquí". Quedó impresionado por la calidad del libro,por  las ilustraciones y por la presentación que hicimos en Málaga, amén de las ventas que estamos obteniendo. 

Sin duda, fue un gran comienzo de festival. Salimos contentas de allí.
Ahora: a esperar resultados. 


Próxima entrega: Nuria Amat, Fernando Paz (director de La Fábrica) y Andrés Trapiello


I.M.G.







martes, 21 de diciembre de 2010

Festival Eñe (12-13Nov. Madrid) 10ª y última parte

EL FESTIVAL DE LITERATURA DE MADRID: LIBROS, ESCRITORES Y LECTORES:



Con esta última entrada dedicada al Festival Eñe, quiero rendir también un pequeño homenaje a todos los que estuvimos allí durante aquel fantástico fin de semana literario.


Esta imagen es fiel reflejo de la afluencia de público en cada conferencia. Esta sala en cuestión es la de la 2ª planta, la sala Fernando de Rojas, donde tuve ocasión de disfrutar, como ya sabeis, de las conferencias de Espido Freire, Almudena Grandes, Isabel Muñoz, Juan Cruz, Manuel Rivas o Rafael Chirbes.



Las conferencias relatadas son sólo aquellas a las que yo tuve ocasión y suerte de asistir. Sin duda hay muchas que tuve que sacrificar por falta de tiempo o porque se pisaba con alguna que me interesaba especialmente. Una de las sacrificadas fue la de Poesía a la interperie, de Luis Eduardo Aute, en la que intervenían Charo López, Vicente Verdú, Fernando Beltrán y José Luis Temes, con la bienvenida de Ofelia Grande de Andrés. El artista leyó algunos de los poemas de su nuevo libro: No hay quinto animalo.


No sólo hubo conferencias en el festival, también hubo programa infantil, proyección de documentales, Ciclo de cine y cómic, campeonato de carambola, simultánea de ajedrez, Talleres exprés...


Con lo de talleres exprés tengo una pequeña espinita, pues me habría gustado poder acudir a alguno, pero como habeis podido comprobar a lo largo de estas diez entradas, no había hueco posible para nada más, apenas para ver un par de calles de Madrid cuando salíamos a comer a deshoras o a destiempos. Fueron 8 talleres:

1.Los errores más frecuentes en la escritura de la novela y como evitarlos , por Cristina Cerrada.

2.El motor de la creatividad, por Marisa Mañana

3.El amor por las palabras, por Antonio Rómar

4.Iniciación a la novela, por Jorge Eduardo Benavides

5. Leer para escribir, por Gloria Fernández Rozas

6. La lectura vinculada, por Antonio Rodríguez Menéndez

7. La nueva ficción televisiva, por Jordi Costa

8. Poe+, curso exprés de creación poética, por Luis Luna

Sin duda, el año próximo volveré y a ser posible, con mi grupo puntoyseguido al completo. Ha resultado una experiencia inolvidable. Por eso he hecho tanto hincapié en comentarla. Sin duda la mitad de los recuerdos y vivencias siguen conmigo y espero que algunos, los que aquí os dejo, se queden con vosotros también. Aquí podeis visitarnos cuando gusteis.


He intentado ser amena, procurando no extenderme demasiado, no sé si alguna vez lo he conseguido. Cuando algo me gusta, cuando algo lo disfruto, cuando algo se me queda tan dentro, necesito compartirlo. Esta es la muestra. Ha merecido la pena.



Si os parece, voy a relataros mis últimos minutos en el Festival, las últimas cara que vi o saludé, los últimos escalones con letras que bajé, el último sueño en el Astoria y el paseo hasta la estación de Atocha. Con el Ave, no sólo llegamos Loli y yo de vuelta a Málaga, nos trajimos parte del festival y de sus ponentes, con nosotras.


Ocupábamos una mesa lo más cercana posible al escenario. Junto a la nuestra se encontraban los amigos o conocidos de Andrés Neuman. Su silla estaba vacía. Como dije en la anterior entrada, él estaba de pie, al lado mía. Me saludó como he contado, arrastrando cantarinamente las vocales de mi nombre y después siguió charlando de forma animada con la chica que me daba la espalda. Loli y María charlaban de no sé qué. Lo siento, chicas, no os atendía en esos momentos. Alguna amiga mía diría que estaba cantando, pero la verdad es que estaba ordenando recuerdos, recreando escenas, observando a Almudena Grandes responder a la entrevistadora, frente a un foco de luz que disparaba justo a su cara. Detrás, la librería estaba siendo desmontada. Los libros volvían a las cajas de las que había salido para ser expuestos, y en el mejor de los casos ser vendidos. Recordé Una vez Argentina, de Neuman. Llevaba más de un mes buscándolo y en Madrid tampoco lo encontré, en la librería de Eñe tampoco. Retuve este dato en mi memoria para comentárselo a Andrés en cuanto pudiera. El murmullo de su voz se me colaba en los oídos y de vez en cuando volvía la vista hacia él y su acompañante. La chica se despidió y Andrés me sonrió antes de sentarse con sus amigos. Lo observé otro par de veces más. Nunca se sabe cuándo será el próximo encuentro.



Me acordé de Pablo, el muchacho fotógrafo que conocí. Busqué la página web que me había anotado en la hoja del festival y la anoté en mi cuaderno. Seguramente ya lo había hecho antes, pero no estaba segura. Entonces no sabía que acababa de entrar un nuevo amigo en mi vida. Una cosa más que le debo al Festival. Conocer a Pablo está siendo un relato de los buenos, una novela que no puedes dejar descansar en la mesita de noche. Y así nos asaltan las madrugadas, sobre todo a las que estamos de vacaciones esta semana ;-P


Se acercaba la media noche. Teníamos un buen sitio, aunque no la primera fila, para la tertulia espiritista de Andrés Neuman. Me preocupaba el sonido de la sala. El bar-restaurante era ruidoso y ya le había comentado a Andrés que difícilmente se oiría algo en condiciones allí. Miré el reloj. Apenas quedaban diez minutos. Andrés se acercó sonriente, me puso la mano en el hombro y sin abandonar su sonrisa me dijo que le habían cambiado la sala, que la tertulia sería en la 5ª planta, en la sala María Zambrano, justo el nombre de la estación de trenes de Málaga.


¡Bravo!, por una parte. ¡Horror!, por la otra. Por partes: bravo porque podría oirse bien la conferencia y horror porque ¿quién nos aseguraba ahora una primera fila?


Como diría Loli, salimos "escopetás" para arriba. La mejor opción era el ascensor, a esas alturas. No sé cómo lo hicimos, porque ya había gente en la sala María Zambrano cuando llegamos, pero conseguimos la ansiada primera fila y cuando llegó Andrés Neuman nos sonrió cómplice. Sabía que lo conseguiríamos. (Cada vez que evoco una sonrisa en la memoria, se me aparece la de Neuman, ahora ya sé por qué, es que no la abandona nuncaaaaa).



Mientras llegaba el público yo observaba cada uno de sus pasos. Era difícil no hacerlo, lo tenía delante de mi barbilla, delante de mi nariz, junto a la punta de mis zapatos, casi rozando el filo de mi vestido. Organizaba el proscenio.

Engalanó a su invitado, Edgar Franz Milton, con mimo y dulzura. Le entregó su chapa de ponente, le cedió una silla, le colocó su chaqueta sobre el respaldo y no dejó de atenderlo y de preguntarnos si se lo veía cómodo, hasta que llegó Camino, y los presentó antes de comenzar la tertulia.

24:00 Conferencia Exprés. ANDRÉS NEUMAN. Entrevista con Edgar Franz Milton. Una sesión espiritista en la que Andrés se encuentra con el fantasma del escritor austroamericano. A través de la megafonía de la sala se nos haría llegar su voz desde el más allá, con la clara intención de ajustar cuentas con Andrés. Un duelo de altos vuelos, con el público de testigo.





Andrés no venía a hablar de sus libros, ni a dar una charla sobre literatura o sobre cómo viajar sin ver. Nos introdujo al personaje de Edgar Franz Milton sin demasiada presentación explícita, pues de todos es de sobra conocido este autor sarcástico, irónico, et etc, que tiene por costumbre, mala o buena, siendo él, suicidarse continuamente.



Andrés encendía su Apple blanco, daba algún sorbo de agua y sonreía al público mientras Camino nos daba algún apunte sobre los méritos, sobradamente conocidos, de Neuman. Mientras la oía, y casi podía repetir cada frase que ella decía, me acordaba de algún fragmento del manuscrito encontrado de Edgar Franz Milton redactado horas antes de lanzarse a las vías de un tren de alta velocidad en Boston:


...cosas que prometo no hacer nunca en mi próxima vida de escritor, (eran 40, pero citaré sólo alguna de ellas):


5. Buscarme culpablemente en las estanterías cada vez que entro en una librería. Es muchísimo mejor hacerlo sin culpa.


6. Rematar siempre mis relatos con Entonces comprendió....


10. Llamar aduladores a los admiradores ajenos, y compañeros de estética a mis aduladores.


14. Sostener que los críticos que no me elogian en realidad no han leido mis libros o lo han hecho demasiado rápido.


30. Decribir emotivamente la amistad que mantuve con escritores difuntos a quienes desprecié en vida.


38. Pensar en los lectores antes que en los personajes.


Cuando se apagó la luz y comenzó el tintineo del hielo del vaso de whiskey que Edgar bebía, y que no nos abandonó en toda la velada, yo andaba recordando cuando este autor, ahora difunto pero entre nosotros, hablaba de la posmodernidad.Ocurrió antes de que ingiriese medio litro de desinfectante y agonizase en un hospitar de Tuckson en Arizona:


- ¿Qué opina de los jóvenes escritores? -le preguntó Matthieu Vivant de Les inrockuptibles.


- ¿Así en general? ¿Es usted idiota? -respondió Edgar.


- ¿Lee usted en español?


- Naturalmente, ¿usted no?


- Me temo que no.


-Así le va, feo, gordo y anglófilo.


-Perdone pero son francés


- Mucho peor, feo, flaco e intrascendente. Por lo menos lo otro podía haberle interesado a Kennedy Toole. Con usted no habría manera de hacer una novela decente.




La sala estaba en penumbra, sólo iluminada por el flexo que iluminaba la cara de Andrés. Todos escuchábamos esa voz seca, de ultratumba, sarcástica, cruel en alguna ocasión. Andrés preguntaba y Edgar respondía, siempre tras beber un sorbo de su vaso de whiskey y hacer tintinear el hielo.

Mi libreta de pasta roja, cargada de vivencias de todo el año, se encontraba en mi bolso. No tomé nota absolutamente de nada. Me dediqué a escuchar y a no apartar la vista de Andrés o de Edgar, de Edgar o de Andrés, y a vivir el momento. Tampoco usé demasiado la cámara. Tal vez tenga 4 ó 5 fotografías, todas primeros planos, que me reservo. Nada más.

Soy de las que opina que a Andrés hay que vivirlo y escucharlo y oirlo y leerlo, sobre todo leerlo.

Cuando terminó la charla sentí ese hormigueo extraño que me invade cuando finaliza un concierto, cuando finaliza un viaje, una excursión, un día de playa o de invierno, que ha sido disfrutado con ensañamiento y alevosía. Es la sensación de ¿y cuándo la próxima? y quieres que la respuesta sea ¡YA!

Le di la enhorabuena a Andrés, me firmó, tal y como quedamos, Bariloche y El último minuto y me quejé de no haber encontrado Una vez Argentina. Andrés hizo amago de levantarse y me dijo que quería regalármelo. Me preguntó si seguía la librería abierta. Negué con la cabeza, sonriendo, eran lo menos la 1 y algo de la madrugada, aunque perdiéramos todos el sentido del tiempo y el espacio en aquellas paredes del Círculo de Bellas Artes madrileño. Noté un gesto de fastidio en su cara. Realmente quería regalarme ese libro. Sólo con el gesto, ya me lo había regalado. Es el gesto, el regalo.

Tras las dedicatorias, que guardo para mí, charlamos de alguna cosa más. De Granada, de algún lugar secreto, de Buenos Aires y de Santiago de Chile. La gente se agolpaba a mis espaldas, esperando su momento de gloria mientras yo trataba de estirar el mío.

¿Cuándo nos volveremos a ver? Esa era la gran pregunta. Casi vi un amago de respuesta que se difuminó con el murmullo de la gente. Loli le alargó un álbum de familia. Le había entregado otro a Camino. Andrés dijo que lo tenía y comentó que lo había leído cuando se lo regalamos y hasta se atrevió a hablarnos de algún relato. Loli se lo dio para que se lo regalara a quien creyera conveniente. Dijo que lo haría. Lo creímos.

Después llegaron los besos, las despedidas, las últimas sonrisas, el último minuto y la última mirada: Andrés saludando a la gente, firmando libros y apartándose la melena de la cara con un gesto.

¡Hasta pronto, Andrés!

Nos preguntó si bajaríamos a la fiesta de despedida. Dijimos que tal vez.

Cuando bajábamos en el ascensor infladas por el momento y desinfladas por el momento también, decidimos que aquel debía ser nuestro punto y final de Eñe. Por Neuman y por nosotras.

Nos despedimos de María igual que del Círculo de Bellas Artes, con pereza y con ánimos de que el tiempo corra y nos regale un reencuentro.

Ya de madrugada, en el Astoria, Loli se quedaba dormida y yo escribía mi crónica del día para mis compañeros de puntoyseguido. No sé a qué hora me acosté. Debía de ser muy tarde.

Madrugamos. El ruido de las ruedas de las maletas hacía eco frente a las Cortes, en la Carrera de San Jerónimo. No se nos cruzó un solo coche. Loli fotografiaba puertas y yo la iglesia de Los Jerónimos al fondo y la fuente de Neptuno más cerca. Cruzamos hacia El Prado y recordé que tan sólo una semana antes había estado Barbra Streissand con su marido, descalza, en la puerta. Debía haber sido ahora, en ese momento. Habría flipado encontrándomela. La habría reconocido entre todos los turistas y tal vez me habría atrevido a tararear con ella Woman in love, Memory o alguna canción de su película Yentl: Papa, can´t you hear me?

Atocha. Desayuno a medias. AVE. Silencio. Gotas de lluvia arañando los cristales. Una película mala en las pantallas de los televisores. Algún comentario suelto. Sueño. Nubes grises. Olivos. Alta velocidad. Sol. Málaga. Fin de trayecto. Despedida. De nuevo el calor y el verano. Último párrafo de la última página de la novela Eñe.

Subo al autobús que me lleva a mi casa.

FIN.

I.M.G.

Nota: Alguno me ha solicitado información sobre nuestro libro álbum de familia. Os remito a la entrada que escribí en el mes de Junio que tiene el mismo nombre. Ahí se explica cómo se concibió el librito, dónde, de qué trata, quiénes somos los autores, e incluso dejo un fragmento del principio de cada relato. En esa entrada podeis encontrar una dirección donde pedírnoslo directamente, si estais interesados. También podeis hacer el pedido a la librería Proteo y Prometeo Ocasión de Málaga. El precio, en la librería de ocasión, sólo durante estos días Navideños, será de 1€. Después de estas fechas podreis adquirirlo al precio de 3€, que es su precio habitual. Gracias por vuestro interés y espero que quienes lo leais o lo adquirais, me dejeis por aquí una crítica u opinión. Siempre son bienvenidas.





Fotografías propiedad de Isabel Merino González, excepto las primeras.