Como decíamos ayer....
Decidimos hacer la visita a La Abadía antes de que comenzara la cabalgata. Mientras observaba el pórtico y lo fotografiaba, mientras accedía a su interior por la puerta principal, y leía en unas notas que La Abadía de Bath es una iglesia anglicana que anteriormente fue un
monasterio benedictino, que se fundó en el s. VII, se reorganizó en el s. X y se recontruyó en los siglos XII y SVI y es uno de los mayores ejemplos de gótico perpendicular, no podía evitar imaginarme a una joven Jane Austen cruzándolo de igual modo, tal vez acompañada de Cassandra, tal vez acompañada de personajes que iba conformando en su cabeza, tal vez de un simple cuaderno con unas oraciones escritas. La abadía es de planta cruciforme y con capacidad para unas 1.200 personas. Observé las paredes, el techo, los bancos, todo con la misma intensidad que ella los habría mirado. ¿Acaso alguno de aquellos rincones había sido descrito fielmente en algunas de sus novelas sin hacer alusión al mismo? Tal vez. Me maravilló la luz que se colaba por las cristaleras, seguramente una luz más brillante se colaría por las mismas en época de Jane, cuando la polución era mucho menor. Aunque cuesta creer que haya polución en una ciudad como BATH, tan inamovible en el tiempo, sin embargo cientos de coches cruzan sus calles a diario y eso nos hace volver a la realidad y a nuestro siglo. En época de Jane, seguramente el sol era más brillante y en las calles habría mucho menos ruido y muchos más colores. Quisiera ver la Abadía, ver Bath, a través de sus ojos, aunque Bath nunca fuese un lugar en el que quisiera vivir, tal y como dejó dicho tantas veces a lo largo de su corta vida.
Abadía de BATH
Decidimos dejar el tour guiado de La Abadía para más tarde, pues se aproximaba la hora de la Cabalgata y yo había quedado en la puerta de la Abadía con dos escritoras que conocí en el blog de Austen Authors y a las que tenía bastante ilusión por conocer: Jane Odiwe y Victoria Connelly. Mientras se acercaba el momento de encontrarlas, iban llegando los primeros personajes de época. De repente, mi amiga y yo nos encontramos en BATH, a finales del siglo XVIII, aunque con las ventajas y las desvantajas de este siglo XXI.
Organizadores del Festival en la puerta principal de Pump Room, frente a BATH Abbey
A partir de ese momento, por todas las callejuelas que llevan a la plaza de La Abadía, llegaban Elizabeth Bennets, F. Darcys, Anne Elliots, Emmas, etc, de todos los lugares imaginable, esos y todos y cada uno de los personajes de los libros escritos por la joven Janey estaban allí representados por gente que aún hablando lenguas distintas, aún procediendo de lugares remotos, por un día eran todos familia, vestían las mismas ropas y se apellidaban Austen.
El entorno no ha cambiado nada, sólo las ropas y todo lo demás, tal vez habría que decir que sólo el suelo y los edificios son los mismos, tal vez restaurados, pero los mismos, tal vez lo único que Jane reconocería si se levantara de su tumba en Winchester y se diera un paseo por la ciudad que la acogió durante tantos años, donde vio morir a su padre. Sin embargo hoy, si volviera hoy, justo este día de la cabalgata, tal vez se sentiría como si el tiempo no hubiese pasado, porque a pesar del par de los siglos transcurridos, todo parecería estar en su sitio.
Mientras seguía llegando la gente, más de la que podíamos pensar o imaginar, vestida del siglo XVII y de ppios del XIX, decidimos darnos una vuelta por los alrededores y descubrir los maravillosos rincones de esta ciudad anclada en el tiempo de Persuasión. Mereció la pena. Pero eso os lo contaré en la siguiente entrada.
To be continued....
Nota: Fotos propiedad e I.Merino González.
I.M.G.
Bueno, pues seguiré paseando contigo por esta ciudad y disfrutando del festival y mientras espero la continuación.
ResponderEliminarUn beso
Se te ve tan feliz acompañada de las damas victorianas... je ,je... y la abadía, estás delante del altar??? Fíjate, los altares de las iglesias cristianas (esto seguro que ya lo sabes) siempre están orientadas al Este, a Jerusalén... y no he podido evitar que si entraba la luz por esas vidrieras, en un momento de ensoñación, sentada en el banco contemplando el espectáculo de luces, me ensoñaría y mi mente no podría evitar viajar a oriente... oh!!! Jerusalem... Jerusalem!!!!
ResponderEliminarY siguiendo con tu precioso viaje... ¿Tomó Vd. mucho té? ¡Bien, bien, bien! Ya es Vd. mi heroína austeniana!!!!
Bss. amiga
Isa, me encantaría vestirme de la época y pasear contigo por esas calles que aún tienen atrapada la magia y el románticismo de Jane Austen.
ResponderEliminarBesines
L;)
Elysa, Bath es un lugar fantástico para visitar, pero sobre todo en septiembre, durante el festival. Llega gente de todos los lugares del mundo y son como una gran familia, todo el mundo parece conocerse y saludarse. El ambiente es realmente georgiano. Merece la pena ir, aunque sea una vez en la vida. Yo cumplí uno de mis sueños.
ResponderEliminarMari Cari, sí que fui feliz en Bath. ¿Te ha ocurrido alguna vez ser consciente in situ de estar viviendo un anhelado sueño de años? Eso me estaba pasando a mí. Había leído tanto sobre Bath en los libros de Jane Austen y de otros autores, había visto tantas fotos, había soñado tanto con estar aunque fuera un día en el siglo XVIII o XIX allí... y lo viví. Lo viví y nada que escriba o ponga aquí podrá compararse con lo que fue, pero al menos puedo compartir una milésima parte y hacer que disfruteis un poquito de aquello tan grande que yo disfruté y que llevaré conmigo siempre. Si adoras a Jane Austen tanto como yo, deberías ir al menos una vez en la vida a Bath, al Festival de Jane. En cuanto al té... por supuesto querida ;-) Tomé té en el salón de Jane Austen, en próximas entradas tendrás la prueba, con Darcy justo al fondo, detrás de mí. Besitooooooooos.
Loli, si alguna vez volviera a Bath, que no lo descarto en absoluto, aunque mi próxima parada Austeniana será Winchester probablemente, tengo la absoluta certeza de que lo haré vestida de época y que iré de un Mr. Darcy encantador cogida del brazo. Allí no conocí a ningún Darcy que me volviera loca y me hiciera quedarme allí a vivir un cuento georgiano, pero sí había alguno al que no le quedaba mal el traje, para nada. De momento sigo soñando, como tantas, con mi Mr. Darcy...
Besitos a mis tres amigas
Isa
Hola Isa:
ResponderEliminarHe leído los detalles de tu visita a Bath, es totalmente maravilloso, debio ser una experiencia inigualable e inolvidable. Desearía poder ir algún día, sería cumplir un sueño increible, y lo más cerca que podría estar de los s. XVIII y XIX, aunque este al otro lado del mundo.
Espero con ansias la parte V de esta experiencia.
Abracitos.
Gracias Lady Jane, por dejar tu comentario. Sólo puedo decirte que no pierdas la ilusión, cumplir sueños no es tan complicado como pueda parecer. Yo pensaba que Bath sólo estaba en los libros, que jamás pondría un pie allí y fíjate, allí estuve y ahora puedo compartirlo con vosotr@s.
ResponderEliminarCuando dices que estás al otro lado del mundo... ¿cuán lejos estás? Obviamente las distancias pueden ser enormes, pero si es un sueño grande y anhelado, que no te detengan.
Sin duda fue maravilloso estar, tanto por lo que representaba para mí, como por vivir la experiencia del festival y visitar esa ciudad tan maravillosa y tan de aquella época. Lo único que te devuelve a la realidad son los coches, las tiendas de moda y los pubs. El resto está tal y como lo vivió nuestra querida Jane Austen. Y más aún si lo visitas, como hice yo, en septiembre. Te lo recomiendo.
Pronto seguiré con la siguiente entrega, pero siempre pienso que me quedo corta en lo que cuento y en lo que muestro. Espero que al menos lo esteis disfrutando.
Un beso muy grande y ojalá puedas cumplir tu sueño, como lo cumplí yo.
Isa