martes, 30 de noviembre de 2010

Festival Eñe (12-13Nov.Madrid) 6ª Parte

Mis compañeras se habían marchado al cara a cara que mantuvieron Juan José Armas Marcelo y Jorge Eduardo Benavides, sobre Vargas Llosa y otras pasiones. Yo me quedé en el hall de la librería, charlando con Pablo sobre "Culturamas", y alguna otra cosa literaria, entre ellas nuestro librito. Le regalé uno, claro. ¿Lo has leido Pablo? No hay prisa. Entonces, ¿lo has leído? (Risas). No, no hay prisa. En serio. Nos despedimos. Dos besos.

Subí a la quinta planta a esperar a Loli y a María. Aproveché el momento para hacer una llamada y contarle a una de mis mejores amigas mis vivencias madrileñas de las últimas 24 horas. Aproveché además para hacer alguna foto de Madrid desde uno de los ventanales del Círculo de Bellas Artes. Cuando la gente sale de la sala, mis compañeras no están allí. Sin ninguna conferencia a punto de empezar y con tiempo libre de por medio, aprovecho para acercarme a la exposición de Anagrama en la 4ª planta.

40 años de Anagrama.




Anagrama ha publicado más de 2500 títulos, desde su fundación en 1969, entre novela y ensayo. Ha localizado nuevas voces, ha rescatado clásicos del pasado siglo, etc. Una tiene muchos sueños, Anagrama tiene un lugar en ellos, sin duda.







Recorro los títulos que cuelgan de la pared. He leído algunos. Otros me los anoto. Otros los desconozco. Otros me seducen. El resto quedan pendientes. Al fondo de la sala se exhiben documentos históricos de la historia de esta editorial. Fotografío sólo cuatro:



1. Una carta mecanografiada de Tom Wolfe, dibujo incluido, fechada en 1983 y que comienza así: Dear Sr. Herralde, ¿quién teme al Bauhaus feroz? looks marvellous!


2. Una carta, escrita a mano, de Paul Auster fechada en Sept´12. 04. Comienza así: Dear Jorge, just a word to say thanks for your recient cards...


3. Una carta escrita por Patricia Highsmith, (firma como Pat Highsmith), escrita en papel del hotel Wellington de Madrid el 23 de septiembre de 1983, con letra irregular en la que puede leerse, tras agradecer la hospitalidad y amistad de Jorge, el nombre de nuestro país escrito en español e inglés: España! Spain!


4. Una carta mecanografiada, del director general de cultura popular y espectáculos fechada en el año 1971 en la que se le comunica que no es aconsejable la edición de la obra titulada: Palabras en la Habana.


A todos estos documentos le siguen unas frases escritas en un mural:


Proyecto editorial: debe ser coherente, reconocible,
riguroso, sin llegar a un estéril rigor mortis intentando imponer autores o
líneas de pensamiento, pero sin empecinarse en vías muertas.


¿Cómo editar? No hay otra receta que el entusiasmo, la
resistencia y el rigor.


Las librerías son fundamentales para la salud de un
país.


Catálogo como radiografía inapelable de una trayectoria
editorial, más allá de deseos y fantasías.


Y para finalizar la exposición, cientos de fotografías de distintos autores publicados en Anagrama. Yo me fijo en una que me llama la atención de lejos. Me acerco y sonrío. Click. Hago la foto a la foto.






Andrés Neuman y Marcos Giralt Torrente.



Vuelvo al hall de la segunda planta, a la librería. Me acerco al rincón donde se encuentra José María Merino, que nada tiene que ver conmigo más que el apellido. Tal vez algún antepasado común, quién sabe. José María está en "Letras de Plomo", imprenta de tipos metálicos. Un artesano, no encuentro mejor palabra para llamarlo después de la demostración que hizo de su maestría con la imprenta, me regaló un borrador impreso de José María Merino y después, una vez aprobado el borrador, un microcuento del mismo autor. Me mostraron cómo montan una a una las letras del texto, cómo existen varios tipos de espacio y cómo es la dedicación a este oficio. Fue una experiencia bastante gratificante asistir a esta demostración y ver cómo trabajan estos artesanos de las letras.


A las 14:30, en el bar, junto al hall donde yo me encontraba, comenzó la Cata literaria. Mauricio Wiesenthal en la lectura de textos y Telmo Rodríguez que buscaba el mejor maridaje posible con los textos intercarlos entre sorbo y sorbo. Vino y literatura. Dos placeres totalmente compatibles. Telmo levanta la copa y muestra un vino color escarlata. Los camareros sirven al público. Uno de ellos me trae una copa, grande, con el mismo vino que Telmo comenta. Minutos antes ha hablado del vino de Málaga, del vino dulce, del moscatel, de nuestras uvas. Hubiera preferido esa cata. Soy de vino dulce y de ningún otro. En esto me considero muy malagueña. Pruebo el vino escarlata. Creo que es del norte. Telmo nos habla de su origen mientras yo mojo los labios y lo saboreo y pongo esa misma cara que ponía cuando tomaba jarabe de niña. Observo a la gente disfrutarlo, saborearlo, olerlo, mecerlo en la copa... yo sólo busco un hueco para esconderme y poder soltarla. No me gusta el vino. Lo confieso. Mi paladar sólo admite cosas dulces. Y este vino no lo es.

Al fin aparecen mis compañeras. Le cedo la copa a Loli. La huele, la mece, la saborea. ¡Buenísmo! -exclama. Y yo quisiera haberlo disfrutado así, pero me resulta imposible. Se lo regalo. Lo agradece. Nos dirigimos a la firma de libros de Ricardo Menéndez Salmón. Loli y María vienen de su conferencia con Manuel Calderón, director de cultura del diario La Razón. Ricardo firma ejemplares. Nuestro librito, álbum de familia, está sobre la mesa. Loli se lo ha regalado. Ahora busca una copa para él, pero ya han dejado de servir vino. Nos despedimos. En un par de semanas estará en Málaga. Loli irá a verlo. Yo estaré trabajando. Prefiero no pensarlo. Disfruto de mis vacaciones, que a punto están de expirar.

Son las 15:30. Aún no hemos comido. Buscamos un sitio cercano. "Los Pinchitos". El bar está vacío, nos sirven rápido. Tres hombres dentro de la barra. Nos sirven una tapa, nos ofrecen lotería y nos ponen de comer en un plis plas. Sándwich y bocatas, no hay tiempo de más. A las 16h en el salón Fernando de Rojas nos espera Almudena Grandes. Ninguna somos grandes fans, pero no queremos perdérnosla. María no protestes. Al final fuímos las tres. Me encuentro de nuevo con Pablo. Se ha quedado sin redactora. Almudena es su última conferencia. Le pregunto si no se quedará a la de Neuman. Dice que no. Nos despedimos. Hasta pronto. Sonrisas.

La conferencias podría haberse llamado como una sección de revista o radio: "Pregúntale a Almudena". Tanto el público presente como el público que había enviado sus preguntas a través de la página web, se dedicaron a preguntar a Almudena por sus libros, su manera de escribir, sus manías o la época en que transcurren sus novelas. Era la primera vez que veía a Almudena en persona. La primera vez que acudía a una de sus conferencias. Confieso además que no me he leído ninguno de sus libros. Quiero salir de la conferencia, como salí de la de Espido, convencida de que quiero leer sus libros. Todos. Comienza diciendo que al principio escribía por donde la escritura la llevara. Soía llevar un cuaderno y anotaba alguna ocurrencia en él, pero más tarde trabajó con los cuadernos de manera sistemática. Con cada novela, confiesa, empieza un cuaderno. En él escribe la historia de los personajes, sus peripecias, los hechos que unen unos con otros, la estructura de la novela, etc. Cuando tiene la estructura resuelta, sólo en ese momento empieza a escribir. El cuaderno la acompaña todo el libro. Desde el cuaderno la historia se ve de lejos y aunque no cambie la idea de la novela, sí hay opción de cambiar alguna cosa, como por ejemplo algún personaje que era débil se vuelve fuerte o viceversa.

Almudena dice que generalmente escribe lo que quiere escribir. Cuando escribo soy Dios, dice, y no se me amotinan los personajes. Hacen lo que yo quiero. Hubo un tiempo en el que se me amotinaban, pero ya no me ocurre, prosigue. Después nos suelta una frase de Tolstoi, de Guerra y Paz: Muchas veces las batallas las deciden las cosas pequeñas.

- Tolstoi también decía que en una novela el estilo más vale que sea limpio que brillante -señala.

- Los novelistas del siglo XIX eran los que sabían, lo más sabios, los maestros del género, pero yo me ciño a Benito Pérez Galdós. Es el segundo escritor, tras Cervantes, más importante de la narrativa española.

- Olvidar es conocer.

- La literatura ayuda a conocer un proceso histórico determinado porque genera una emoción y una implicación del lector que un libro de historia.

Almudena habla segura. Su voz es grave. Alta. Grande. En sus novelas siempre aparece la historia contemporánea, aunque ella estudió prehistoria, la temática de la guerra civil es recurrente en sus últimas novelas. Se trata de una serie de seis, pero no se siguen. En una de las novelas un personaje secundario o que se nombra, puede ser protagonista en otra de sus novelas, por ejemplo. Alguien le pregunta por el Sahara y la conversación se vuelve seria y el público aplaude. Yo me dedico a firmarle nuestro librito por si tengo ocasión de dárselo. Intuyo que con ella no habrá foto.

- No se puede hablar de cine en literatura. Hay que hablar de películas y novelas -responde a la pregunta de alguien. Después comenta que no le gustó Las edades de Lulú en el cine. La visión que hizo Bigas no coincide ni con ella ni con su novela. Se va a pensar mucho vender sus derechos al cine y jamás se los venderá a un productor. Tal vez a un director o a un actor, pero a un productor jamás.

Alguien le pregunta quién lee los borradores de sus novelas. Ella contesta que mientras escribe no deja que lo lea nadie. Cuando la termina se la da a su marido y luego tiene varios filtros, entre ellos su editor que le da su opinión de lector, su hermana y su tía Lola. Todos buenos lectores, pero con distinta relación para con ella. Hasta que no recibe impresiones de ese grupo no se atreve a corregir. En la primera corrección apenas corrige nada. La deja descansar 3 meses y entonces corrigeun 20% y luego hay otra especie de comité, su amigo Chus que es poeta y otros amigos. Y entonces hace una tercera corrección.

- Escribo sólo una versión -responde a otra pregunta- empiezo en orden desde la primera página hasta la última. Si no encuentro una palabra me paro y no sigo hasta encontrarla. Escribo una media de 6 horas al día y produzco poco, apenas folio y medio si tengo un buen día. Al final de la novela trabajo unas once horas y escribo diez folios. Fumo y relee. Siempre releo desde el punto anterior y corrijo, corrijo y corrijo mientras escribo y eso forma parte de mi jornada laboral, el reescribir.

- Mis primeros cinco libros, 4 novelas y 1 libro de cuentos no se parecían en nada, pero con el tiempo me he dado cuenta de que contaban parte de la misma historia. Me dedique´ pues a escribir sobre mi generación. Cuando no tuve más que contar, paré. Los aires difíciles es la bisagra en que se puede doblar mi obra por la mitad.

- La fuente de inspiración de todo autor es la memoria -Con esta frase finaliza la conferencia.

Me cruzo con Almudena por el hall de la librería, nada más salir, antes de que la entrevisten y le regalo álbum de familia. Lo acepta encantada. La entrevistan y yo espero mi turno para que me firme Inés y la alegría, para un amigo de María, de Argentina. María y Loli se salieron antes de que finalizara la conferencia. Habían quedado con un amigo. Almudena toma asiento. Soy la tercera en la cola. Deja álbum de familia a su lado y comienza a firmar. Detrás mía se forma una cola. Cuando va a firmarme el libro me saluda y señala nuestro librito y sonríe. Comenta que en Argentina también se ha publicado su libro. Vuelve a agradecerme el regalo del librito. Nos despedimos.



Almudena Grandes


Aún falta un rato para la próxima conferencia, así que me dedico a vagabundear por el hall de la librería. Entro al servicio. Anoto frases. Me siento. Me levanto. Me paseo por el bar. Vuelvo al servicio a refrescarme las manos. Salgo. Tropiezo de frente con una muchacha de ojos vivos y sonrisa serena. Pelo oscuro.

- ¡Espido! -exclamo emocionada.



Continuará...




I.M.G.



Nota: Fotos propiedad de I. Merino González.































































6 comentarios:

  1. Isa, leo y leo y vuelvo a leer tu crónica. Siento haberte dejado solita el sábado por la conferencia de Benavides y Menéndez Salmón y luego el cafelito con Ximens. La verdad es que juntas lo pasamos muy bien.
    Me alegra mucho que te encontraras con Espido y pudieras conversar como una amiga más con ella.

    Un abrazo mu fuerte
    L;)

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  2. Ah!, se me olivada decirte que me encantan todas esas frases que copiaste tan interesantes en la exposición de Anagrama. Y las cartas,las fotos y todo, todo. Yo entré pero pasé tan rápida que no me di ni cuenta de lo que eran.

    B7s
    L;)

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  3. jajja, Loli, ni te preocupes, lo normal es lo que hicimos, que cada una fuese a lo que más le interesaba, para eso había tanto donde elegir. Así tú pudiste contarme conferencias que me perdí y yo puedo compartir contigo los momentos en que no estuviste conmigo. Cuando coincidíamos, genial y cuando no, pues luego teníamos para hablar y comentar y de algún modo lo vivíamos juntas también, ¿no? Me alegro mucho de que fuésemos juntas.

    un besazo

    Isa

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  4. Espero que no tardes con la siguiente entrada, aquí me he quedado yo con el continuará...
    Muy interesante esta de Almudena, por cierto tengo el ego subido, cerca tengo álbum de familia, una tal Loli me lo regaló...
    Un beso

    Elysa

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  5. No te preocupes, este fin de semana, en un par de entradas o a lo sumo tres, terminaré de relatar mi experiencia en el festival Eñe. Gracias por tu entusiasmo siguiendo mis crónicas. Como te dije, me animan a seguir escribiéndolas.

    ´Hasta pronto

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  6. posdata: Me alegra saber que tú también tienes tu ejemplar de "álbum de familia". Espero que hayas disfrutado con su lectura y que disfrutes las próximas relecturas, sean cuando sean.

    Besitos y gracias

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