Eloy Tizón, Berta Marsé y José Antonio Garriga Vela
La mesa redonda consiste en hablar de cuentos, de relatos, de historias, de autores, de hacer participar al público, de responder y emitir preguntas. En un momento dado, la mesa redonda somos todos, los ponentes y su público.
Garriga comienza hablando de su escritor predilecto: Nabokov. Podría haber empezado por Kafka, que es otro de sus favoritos, pero lo hace por el autor de Lolita, y Tizón y Marsé se muestran entuasiasmados. Comienza la charla en serio. Tizón comenta que no leemos historias para conocer el final, si no que despierta más interés el conocer toda la cadena de acontecimientos que llevan a un hombre feliz, por ejemplo, a terminar en un arroyo. Un cuento, continúa, puede surgir de un súbito resplandor o una pequeña epifanía que surge por la calle. El destello de un instante. Muchos cuentos surgen de un suceso mínimamente insólito. Berta Marsé bromea y Garriga Vela ríe.
Berta habla del ritmo. Un buen cuento tiene que tener vigor, dice, tensión, suspense, impacto, impresión. Tizón interviene para acotar que el verdadero reto es mantener el vigor durante todo el cuento. En un cuento no se tolera el aburrimiento. Prohibido aburrir, dice Berta en voz alta. Garriga Vela asiente e interviene en la conversación para decirnos que no debemos aburrir al lector. Después compara a la novela y el cuento según lo que perdure en el tiempo, así como hay relaciones maravillosas de un día, hay también historias fantásticas de cinco años. La de cinco años perdurará más en el tiempo, pero ambas pueden ser igual de impactantes en quien las vive.
El tiempo juega con los silencios, con lo que no se dice, añade Tizón. El lector es quien termina el cuento. Requiere creatividad por parte del lector. Hay un trabajo conjunto. Después se habla de la página en blanco, del hilo conductor de los libros de relatos, de los micromundos, de dejar las puertas abiertas a las ideas por muy vagas que sean, de dejarnos sorprender. Sobre todo de dejarnos sorprender. Las mismas palabras llaman a otras palabras para seguir construyendo.
Se nombra a la escritora argentina de "Pájaros en la cabeza", y Loli y yo comentamos entre nosotras, (mientras un oyente con pinta de personaje de cuento a medias entre Papá Noel y El Grinch vocifera afónicamente, por extraño que suene, que el cuento no debe ser una jaula y debe admitir cierto grado de divagación o disgresión), que Andrea nos leyó el primer cuento de ese libro en una de nuestras reuniones.
Marsé recomienda además la revista literaria "Al otro lado del espejo" y Tizón habla de Proyectos de pasado de la rumana Ana Blandiana de Periférica. Se nombra a Leonardo Michaels, a Ribeiro y a Felisberto Hernández, de quien Garriga es admirador y aprovechando el momento nos cuenta la anécdota de cómo y dónde adquirió su primer ejemplar de Hernández.
Llega el turno de la corrección. Berta admite corregir obsesivamente. Tizón confiesa que el 95% de su trabajo es corregir, por lo que es incapaz de separar la creación de la corrección. Garriga corrije mientras escribe. Yo murmuro que escribí 20 borradores de mi Diccionario de Inexistencias.
La última frase de la conferencia la dice Eloy Tizón: El error de los escritores de cuentos es estar vivos. Reímos. Mi risa es irónica. No sé el resto. Garriga apunta que mientras uno escribe: vive.
La sala se llena de aplausos y mientras el público corre fuera de la sala y luego escaleras abajo en busca de una nueva conferencia, probablemente la de Guillermo Saccomanno sobre Literatura y guión, nosotras acudimos a saludar a Eloy Tizón. Garriga nos sonríe de lejos. Berta habla con "Noel-Grinch" y yo le regalo un ejemplar de "álbum de familia" a Eloy. María me lo ha presentado y le comento cómo surgió el tema de nuestro libro y cómo surgieron los relatos a partir de unas imágenes. Él se muestra encantado e interesado por nuestro librito. Unos minutos más tarde nos saludamos abajo, en la librería y él me dedica su Velocidad de los jardines, haciendo hincapié en una bonita tarde de palabras y literatura. Sin duda, un hombre encantador. Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse para seguir aprendiendo con él
Loli, Eloy Tizón (álbum de familia en mano) e Isa Merino.
Volvimos a pasear por la librería, donde nos encontramos con Juan Bonilla, al que más tarde veríamos en su ponencia en la misma sala Valle Inclán. De esto hablaré en una próxima entrada. Más breve. Vuelvo a mi concepto de breve según mi compañero Miguel.
Un cafetito a media tarde en el bar del Círculo de Bellas Artes, una magdalena gigante con trozos de chocolate incrustados, risas, posters de Eñe, nombres de escritores sobrevolando el ambiente, charlas sobre ponencias. Espido Freire se había marchado. Perdí la oportunidad de conocerla. Al menos ese viernes 12 de noviembre. A veces las cosas, por sorpresa, se saborean más. A mí me encantan las sorpresas y el festival Eñe aún me tenía reservadas bastantes más.Sobre cómo conocí a Patricio Pron y a Marcos Giralt Torrente, hablaré también en mi próxima entrada. Hasta entonces os dejo algo sobre lo que pensar: Cómo fracasar completamente como escritor. De esto hablaron Pron y Giralt a las 20h de ese viernes, en un Cara a Cara en la sala María Zambrano. 5ª planta. Escaleras. Preciosas. Pero había que subirlas. Escaleras. Preciosas.
Escaleras de El círculo de Bellas Artes de Madrid.
CONTINUARÁ...
Nota: Fotos propiedad de Isabel Merino González.
I.M.G.
Isa, me encanta tus crónicas. Yo tengo los apuntes parecido sin pasar aún. Jamía, tú lo cuentas todo tan bien y con tanta fidelidad y detalles, que te leo y me vuelvo a ver allí, dentro del Círculo de Bellas Artes, juntas, subiendo y bajando por las escaleras a toda prisa, en la cafetería, en la librería casi a la carrera y ahogadas por no perdernos nada.
ResponderEliminarUn besín
Loli, ¿ves como sales bien en las fotos? Es cuestión de relajarse y sonreír, jeje.
ResponderEliminarMis apuntes son mucho más extensos de lo que cuento aquí. Esto es sólo una especie de resumen. Realmente quienes estuvimos allí fuimos los que disfrutamos. Aquí, así leído, parece frío y a alguien puede parecerle hasta aburrido, pero eso es lo más alejado posible de la realidad. Espero no sonar muy aburrida en las entradas dedicadas al festival Eñe, ya que me limito a transcribir partes de las conferencias. Si fuera así, dame un toque de atención. De todas formas, espero que en 3 entradas más pueda dar por finalizadas mis crónicas de Eñe.
Besitos!!!!
Isa
Por mí puedes hacer todas las entradas que quieras, estás consiguiendo que mientras te leo me vea allí.
ResponderEliminarDe nuevo gracias a ti y a Loli por facilitarme el enlace.
Elysa
Elysa, qué ilusión que me digas eso. Gracias
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