El Festival Eñe nació en 2009 en Madrid y yo he tenido la suerte de asistir al celebrado este año 2010, los días 12 y 13 de noviembre. La asistencia ha superado el 80% a la del pasado año, tal como podemos leer en la página web de La revista Eñe. (http://www.revistaparaleer.com/noticia/2010/11/18/un-80-por-ciento-mas).
El círculo de Bellas Artes de Madrid fue un lugar de encuentro inolvidable entre escritores, editores, lectores y todos los amantes de la literatura. Y yo estuve allí y más que hacer una crónica, (que las hay muy buenas tanto en la página señalada de la propia revista, como en la de La Fábrica, la revista Culturamas y diversos diarios y webs que hacen referencia a tan magno evento), voy a tratar de contar lo que yo viví durante esos dos días, aunque por el espacio, trataré de ser breve. ¿Lo lograré? Mi compañero de puntoyseguido, Miguel Núñez, dice que yo le doy un nuevo concepto a ser breve. Tal vez tenga razón. (Risas).
El trayecto en AVE de Málaga a Madrid también es breve, RENFE lo ha conseguido. En apenas dos horas y media me encuentro en el centro de Madrid. Unas charlas con Loli, mi acompañante, cargada de risas, literatura y confidencias, nos llevan hasta Atocha. Yo tampoco consigo pisar esta estación sin pensar en el atentado del 11-M. Como dice Andrés Neuman en la entrada de su blog "Réquiem de Atocha": algo ha quedado en el aire. (http://andresneuman.blogspot.com/2010/11/requiem-de-atocha.html).
Dejamos las maletas en el Hostal Astoria, en la Carrera de San Jerónimo, tras pasar por Sol y tararear frente al reloj más famoso de España, la canción Un año más de Mecano. Inevitable. El hostal está muy cerca de Alcalá. Llegamos al Círculo de Bellas Artes en unos pasos. No tan fríos como esperábamos. Luce el sol en Madrid. El paseo por Alcalá y por Gran Vía es obligado. También la visita a alguna librería, unas croquetas en casa Labra y una buena comida en un barrio castizo de Madrid. A las 16h empieza la primera conferencia y queremos ser puntuales.
Círculo de Bellas Artes de Madrid
Nos canjean la entrada por una chapa con una coma en color blanco en el centro. Las chapas son de distintos tamaños y colores. Las de color verde de tamaño más pequeño son para los oyentes, lectores, público, etc, que como nosotras ha sacado el abono de los dos días en el festival, que costó 15€ y que te da carta libre para acceder a todas las conferencias. Las de color azul, de tamaño superior es para los ponentes, para los escritores, conferenciantes y para la organización. Aún trato de averiguar para quiénes eran la de color rosa.
Con nuestra chapa verde en la solapa, emprendimos nuestro particular viaje por El círculo de Bellas Artes madrileño. Realmente era un viaje el que emprendimos durante esos dos días. Empezamos subiendo el primer escalón de las escaleras centrales, en el que podía leerse una frase de Luis Muñoz: Leer es ejercer una esperanza. En la segunda planta nos encontramos con la librería, donde durante el fin de semana se vendían libros de los escritores y ponentes invitados y donde tras cada conferencia, pasarían a firmar ejemplares para los que gustan de tener los libros autografiados por sus autores. En esa segunda planta también estaba el bar y la sala de conferencias más grande, la llamada: Fernando de Rojas. A esa sala nos dirigíamos cuando nos encontramos enmedio de la librería con un despistado José Antonio Garriga Vela, autor de Pacífico o El anorak de Picasso, (libro del que ya he hablado en alguna entrada de este blog). José Antonio vive en Málaga, fue jurado del premio que gané en junio y se encuentra entre nuestros conocidos, por lo que nos saludamos alegremente y comentamos el gran evento en el que ya estábamos sumergidos. Él como ponente y nosotras como oyentes. Echamos unas risas, comentamos su próxima ponencia a las cinco de la tarde con Eloy Tizón y Berta Marsé, a los que confesó, no tenía el gusto de conocer y nos despedimos con prisas porque nosotras íbamos a la conferencia estrella del mediodía en el Fernando de Rojas: Espido Freire.
Debo confesar, tal como le confesé a ella al día siguiente, que no tenía excesivas ganas de verla, aunque sentía curiosidad por escucharla hablar. Espido me sorprendió. Y me sorprendió gratamente.
Laura Espido Freire
A veces nos dejamos llevar por una imagen. A veces por unas palabras. A veces por una impresión. A veces, nos equivocamos. Para bien o para mal. Yo me equivoqué con Espido. Siempre hay tiempo de rectificar. 16:30. Sala Fernando de Rojas. Espido Freire ."Arañas y Mariposas".
Nos sentamos a la mediación del patio de butacas, centradas. Espido apareció por la entrada principal y tomó asiento en el proscenio junto a su entrevistadora, Camino, de La Fábrica. El tema que iba a abordar era de rabiosa actualidad, (me permito el tirar de una frase manida, pero certera). Vivimos tiempos extraños para el terror: vampiros pálidos que enamoran a adolescentes de todo el mundo, vampiros con series de televisión, bellas heroínas que luchan contra zombies. ¿Las historias de horror se han convertido en la nueva novela romántica?
Espido Freire se mostró serena y sonriente. Dejó que Camino la presentara y solicitó ver al público. La sala estaba a oscuras y los focos centrados en ella. La iluminación varió y lo agradecimos. Camino nos acercó a la carrera literaria de Espido Freire y ella comentó brevemente algún capítulo de ella. Se refirió a Irlanda, por encima de cualquier otra novela suya. Los principios marcan. Contó anécdotas de su Instituto. Ella de 1974. Yo de 1973. Vivencias parecidas en alguna ocasión. La época. La misma generación. Nos acercamos. Empieza a obtener puntos, si es que se trataba de puntos la cosa. Aunque sólo al principio, después: me absorbió. Publicó su primer libro a los 23 años y lleva 23 publicados. Curioso. Apunto dos adjetivos en mi libreta: Pizpireta. Simpática. Un tercero: Risueña. Un cuarto: Inteligente. Siguen unos cuantos más. Todos positivos. Se empieza a hablar de maldad. De malvados y de víctimas. Anne Rice y sus novelas salen al caso. Los vampiros encarnados por actores guapos son un recurso en el nuevo cine de terror adolescente. Tres símbolos: Sexo, muerte y violencia. Dolor psicológico y dolor psíquico. Anorexia. Bulimia. Amante ideal. Un tema surge tras otro en esta ponencia de Amantes y Mariposas. Llegamos a Fausto, tras pasar de una novela de terror al ideal romántico del macarra. El amor y el bien pueden acabar con el mal.
Llegamos al Narcisismo femenino: cambiar a mejor al hombre; al narcisismo masculino: Soy el mejor y me tiro a la que quiera. Al final siempre hay que hablar del siglo XIX. Llegamos a Cumbres Borrascosas, de la gran Emily Brontë. Mis compañeras me dicen que es la hora de la ponencia de Garriga Vela. Yo estoy pegada a mi silla, con los ojos clavados en los ojos de Espido, en mis oídos suena el eco: Brontë. Brontë. Brontë. No puedo marcharme. Ahora no. Vamos a hablar de Heathcliff. Loli y su amiga se marchan. Yo me quedo y sigo absorta: Heathcliff, traido de la oscuridad, un personaje que podría haber sido bueno, se deja llevar al mal por un desengaño. La maldad le hace destrozar lo que podría haber podido construir. Emily acepta a su personaje tal y como es. Heathcliff es perverso desde que decide serlo hasta la muerte. Un rebelde que no va a encontrar satisfacción en la vida ni en la muerte. Uno de los personajes más perversos, que genera un amor incondicional.
Surge Lady Macbeth, con una maldad menos perversa. Espido admite su debilidad por Shakespeare. El público la admite a su vez. El amor es un acto determinista como la muerte. Sale a relucir su libro Soria Moria. También sus Cuentos malvados, que hablan de temas que le obsesionan. Arañas y Mariposas. Unas tejen hacia fuera y otras hacia dentro. La araña sabe que ganará. El hilo de seda es la mayor parte de trama que contamos. Sale a relucir Eva Braun. ¿Dónde están los límites? Dejan caer la pregunta sobre todos nosotros. Reflexionamos. En la literatura existe un desafío constante de la moralidad. El narrador en primera persona es mentiroso. Cuando el lector se identifica con este narrador, es cuando más le mentimos. ¿Dónde está el límite de la maldad? ¿Qué ocurre cuando está en la mano de alguien el poder hacer el mal?¿Es más complicado construir un personaje malvado o uno ceniciento?
Miro el reloj. La conferencia de Garriga Vela ha debido comenzar. Espido sigue hablando. Agarro mi netbook, aprieto las mandíbulas y me salgo de la sala. Mis pies caminan por delante. Mi yo más íntimo quiere quedarse, sin embargo salgo. Salgo y dejo a Espido hablando. Y subo las escaleras hasta la quinta planta. Asfixiada. Entro en la sala Valle Inclán. La conferencia acaba de empezar y yo sólo pienso en los años tan tontos que he perdido sin conocer a Espido Freire y sin leer sus libros. Aún estoy a tiempo, pienso mientras tomo asiento. En cuanto termine la conferencia bajaré a conocerla y me disculparé. Me ha dado una lección. No se debe prejuzgar sin conocer.
Continuará...
I.M.G
Isa, para contar bien como tú haces no se puede ser breve!!
ResponderEliminarHoy he vuelto a viajar de nuevo mientras leía tu cronica.
abrazos
L;)
jajaja, gracias Loli,sobre todo por haber estado allí conmigo. Fue un fin de semana fantástico en todos los sentidos. Espero que lo repitamos el año próximo, pero ya con todos los puntoyseguido juntos y con nuestro próximo libro bajo el brazo.
ResponderEliminarBesitos
ISa
Eso espero que estemos todos juntos con nuestro nuevo libro!!!
ResponderEliminarOtro abrazo :)
Acabo de recibir el enlace para leer esta crónica del festival Ñ, tenía ilusión de ir, no ha podido ser.
ResponderEliminarTe doy las gracias por no ser breve y permitirme de esta manera estar ahí.
Voy a la siguiente.
Gracias
Elysa
Ay, Elysa lo de ser breve no va conmigo. Y mira que lo intento. Ojalá pudiera contar todo como hace Neuman en sus microrréplicas. En poco espacio cuenta todo. Es un maestro.
ResponderEliminarMe gustan y mucho las microrréplicas de Neuman.
ResponderEliminarPero también disfruto con la escritura de los detalles. De esa manera consigues que yo pueda ver este festival.