domingo, 7 de noviembre de 2010

BATH (Festival de Jane Austen 2010) III

Las golosinas están destinadas a satisfacer un gusto o antojo. Chuchería, chuche o galguería son formas de designarlas. Si nos vamos a la RAE, esta nos dice que las golosinas, son un manjar delicado, generalmente dulce, que sirve más para el gusto que para el sustento. Deseo o apetito de algo. Cosa más agradable que útil.




En Bath, camino de las Termas Romanas y la Abadía, nos topamos con la famosa cadena de golosinas Mr. Simms Olde Sweet Shoppe, (página web: http://www.mrsimmsoldesweetshoppe-falmouth.co.uk/shopmain/), e hicimos un alto en el camino Austeniano para satisfacer nuestro gusto o antojo, para admirar esos arco iris de azúcar con forma de piruleta gigante, para desvestirnos de nuestros abrigos adultos y volver a ser niñas de coletas que piden 5 duros a sus mayores para comprar golosinas. Todas las golosinas que puedan caber en sus manos y sus bolsillos. Ay, si los cinco duros siguieran existiendo y dieran ahora para tanto como daban en los 70...





¿Cuáles eran vuestras chuches favoritas? ¿Cuáles lo son ahora? Siento curiosidad. Sé que habré olvidado algunas, pero estoy segura de que las probé todas.

Recuerdo los polo-flanes, (cogí un empacho con ellos), las distintas figurillas de plástico transparente rellenas de bolitas de anis de varios colores, (especialmente recuerdo la figura de un niño haciendo pis, con la cabeza de color y el cuerpo transparente), los chupa chups Kojak, los chicles cheiw junior, los bang-bang, los boomer, (toooodos con azúcar, de pequeña no recuerdo que existieran los chicles sin azúcar y los había, nunca los probé, de ahí alguna caries, supongo), ¿y los caramelos snipe? ¿y los de nata? Esos eran a peseta y venían envueltos en papeles de colores metálicos en rojo, azul, verde... pero por dentro eran todos iguales, ¿y los sugus? (esos siguen, larga vida a los caramelos sugus), los ladrillos, las pastas de regaliz, los huevos fritos, las fresas, los barriletes, (esos estaban buenísimos), los maskys.... y tantos más que se me escapan ahora.

Con los años mis chucherías han cambiado a frutos secos, (kikos, de Churruca siempre, pipas, almendras...), algún chupa chup o piruleta con forma de corazón de vez en cuando, alguna gominola cuando viajo en avión, algún chicle sin azúcar y por supuesto la reina de todas: el chocolate, cuanto más negro mejor. Para esto he quedado ;-)


Dejamos las chuches en el camino y seguimos hacia el centro, hacia las Termas Romanas, hacia la Abadía de Bath, justo donde en un par de horas tendrá lugar la cabalgata The Promenade, justo donde el tiempo se dejará engatusar y nos permitirá observar cómo era Bath en tiempos de Jane Austen.



Entrada a la plaza de las Termas Romanas y la Abadía de Bath. Meeting Point de The Promenade.


Abadía de Bath, Termas Romanas y The Pump Room.

Como sé que aún estais relamiendo las piruletas de colores del principio de esta entrada, dejo aquí mi paseo mañanero. A esas horas en las que me encontré con Bath Abbey, si observais al fondo, junto a la puerta, un montón de curiosos, turistas y seguidores de Austen comenzaban a llegar a la plaza. Antes de que se llenara de gente, decidimos conocer la Abadía. Os la presentaré en la siguiente entrada y ahí ya sí que os mostraré cómo la gente de ahora se convirtió durante un día al menos, en gente de ayer. En gente de ayer y de novela austeniana. Durante todo ese día, todos coincidimos en anécdotas y apellido. Todos éramos un pedacito de Jane Austen. Si Jane levantara la cabeza, con el gran sentido del humor que tenía, se reiría de todos nosotros, llegados desde cualquier punta del mundo, o tal vez, sólo tal vez, nos retrataría en otra de sus novelas.

To be continued....

I.M.G.

Fotos propiedad de Isa Merino. Bath (Somerset). 2010.

2 comentarios:

  1. Isa, qué lugares tan chulis y qué edificios XDXD.

    Y con respecto a tu pregunta mis chuches preferidas eran los chicles Cheiw de fresa ácida, los gusanitos Risi, y las pipas arias con sal, ah! y las moras esas que son de gomina por dentro.

    Ya queda menos para el viernes...

    Un besín

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  2. Sin duda los de fresa ácida eran los mejores, Loli. A mí me gustaba mezclar lo salado y lo dulce. Aún lo hago. ¿Y recuerdas esos relojes que se comían? Al final sólo quedaba una gomita chupeteada. Las canicas también me gustaban. Eran paquetitos de cinco o seis, yo siempre cogía el paquetito que traía más de fresa. Me encantan los caramelos de fresa.

    Recuerda que el miércoles tenemos que coger libritos de álbum de familia para llevárnoslos a Madrid.

    Besitos y gracias por compartir tus chuches conmigo. Ya no vale eso de "no piqui".

    Isa.

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